La demostración de fuerzas que encabezó el diputado nacional y presidente del Partido Justicialista bonaerense, Máximo Kirchner, en la ciudad de La Plata no pasó desapercibida. Desde el Club Atenas, a solo unas cuadras de la Casa de Gobierno, Kirchner lanzó un mensaje claro contra la gestión del gobernador Axel Kicillof. El acto, cargado de simbolismo y música, incluyó nuevas "canciones" militantes que dejaron en evidencia las diferencias internas en el peronismo de la provincia.

En paralelo, el ministro de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, Walter Correa, tomó la iniciativa para organizar un nuevo plenario militante. Esta vez, el encuentro se llevará a cabo en la Primera Sección electoral, un territorio clave del conurbano bonaerense. Correa, reconocido dirigente sindical y uno de los pilares del gobierno de Kicillof, se reunió en Moreno con representantes del Ateneo Néstor Kirchner y La Patria es el Otro, liderada por Andrés “Cuervo” Larroque. Durante el encuentro, Correa destacó la importancia de avanzar en la planificación del plenario regional, subrayando que será "en un marco de unidad, y en defensa de la gestión del gobernador".

Estos plenarios forman parte de una estrategia impulsada por la mesa política del kicillofismo, que busca organizar reuniones en cada una de las secciones electorales de la provincia. Con encuentros ya realizados en la Tercera y Quinta sección, el turno ahora recae sobre la Primera, donde el conurbano oeste se erige como un bastión político crucial para el peronismo.

Mientras tanto, en La Plata, el mensaje de Máximo Kirchner durante el acto fue directo y desafiante. La Cámpora presentó una nueva canción con la que respondió a la convocatoria de Kicillof a "componer nuevas canciones". La letra de la canción de La Cámpora fue clara: "Cristina es la conducción, vamos a ver si lo entienden. Somos soldados de Perón y la Patria no se vende". Esta línea fue interpretada como una referencia directa a las declaraciones de Kicillof durante la campaña del año pasado, cuando el gobernador había sugerido la necesidad de renovar el discurso y "componer nuevas canciones".

Por su parte, Axel Kicillof sigue enfocado en defender su gestión y en consolidar su mensaje político. Durante un reciente plenario en Mar Chiquita, donde estuvo acompañado por 27 intendentes, el gobernador dejó una consigna contundente: "Esta vez no se trata de volver mejores, se trata de mejorar para volver". Con estas palabras, Kicillof marcó distancia del gobierno nacional y lanzó duras críticas a las políticas implementadas por Javier Milei. Según el gobernador, el ajuste económico propuesto por el gobierno nacional afecta gravemente a la provincia de Buenos Aires, y advirtió que su gestión no permitirá que se repitan errores que, en su opinión, han dañado al pueblo bonaerense.

La tensión entre estos dos líderes del peronismo bonaerense refleja las divisiones internas que atraviesa el movimiento en la provincia más importante del país. Máximo Kirchner, como líder de La Cámpora y presidente del PJ bonaerense, intenta marcar el rumbo del partido desde una posición crítica hacia la gestión provincial, pero sin perder de vista la centralidad de Cristina Fernández de Kirchner como figura indiscutida. Por otro lado, Kicillof, que ha ganado protagonismo y respaldo en gran parte del electorado peronista, apuesta a una defensa férrea de su gestión y a consolidar su base en el conurbano.

El nuevo plenario en el oeste del conurbano, promovido por Correa, será clave para medir fuerzas dentro del peronismo bonaerense. Los sectores alineados a Kicillof intentan demostrar que, más allá de las críticas, su gestión mantiene un apoyo significativo en la región, mientras que La Cámpora buscará consolidar su liderazgo con un mensaje que vuelve a poner a Cristina Kirchner en el centro de la escena.

En este contexto, los próximos meses serán decisivos para el futuro del peronismo en la provincia de Buenos Aires. Las tensiones internas, lejos de disiparse, parecen agudizarse en la medida en que se acerca el cierre del ciclo electoral. La disputa entre “mejorar para volver” y “la nueva melodía” marca una pugna por el liderazgo político y simbólico dentro del movimiento, en un contexto en el que la figura de Javier Milei y su gobierno nacional han reconfigurado el escenario político.