El gobernador Axel Kicillof logró un triunfo contundente en la provincia de Buenos Aires y consiguió la reelección. El mandatario, que cosechó cerca del 45 por ciento, aventajó por más de 17 puntos a Néstor Grindetti, de Juntos por el Cambio, y por 19 a Carolina Píparo, de la Libertad Avanza.

El gobernador no solo realizó una gran elección sino que mejoró de forma sustancial los votos obtenidos en las PASO. Tras estos resultados, Kicillof reasumirá el poder a partir del próximo 10 de diciembre por cuatro años más.

Su performance, que sorprendió a propios y ajenos, fue claramente beneficiada por una campaña que se basó en la necesidad de lograr el voto de la boleta completa. Algo que se logró con crecer. Kicillof aportó un caudal de peso para que el candidato presidencial, Sergio Massa, pueda lograr el primer puesto y acceder al balotaje del próximo 19 de noviembre.

Minutos antes de las 22, el gobernador subió al escenario del búnker de Unión por la Patria junto a buena parte de su gabinete y se dirigió a la militancia.  “¡Atención, atención, Axel te saludan los soldados de Perón”, lo recibieron desde abajo. “Estamos muy emocionados. Ustedes recordarán por 2019 cuando asumimos una provincia a la que denominamos tierra arrasada. Pasaron años difíciles, de dificultades inéditas. Y las atravesamos. Lo que emociona es ver el respaldo, el acompañamiento, la fuerza, que puse el pueblo de la provincia de Buenos Aires”, comenzó el gobernador.

Tras una larga mención de agradecimientos, se dirigió a la militancia y aseguró que el triunfo dejó en claro que “no nos venció ni la resignación, ni la antipolítica”. Y agregó: “Quiero agradecer muy especialmente a los intendentes e intendentas del peronismo. Son artífices de este triunfo. Trabajaron incansablemente para llegar acá”.

En los hechos, los jefes comunales fueron los grandes tractores de la campaña bonaerense. El peronismo logró ganar distritos claves como Lanús y Bahía Blanca y aportaron un caudal de votos trascendental tanto para Massa como también para Kicillof.

Tras agradecerle a Cristina Fernández de Kirchner “por su acompañamiento permanente”, el mandatario reelecto aseguró que la vicepresidenta “nunca nos llamó a caer en el rencor y la venganza. Vale de ejemplo para los que usan el odio”. Y volvió a diferenciarse de lo que se viene a nivel nacional al hablar que lo que se votó fue en favor de “la democracia, la memoria, las Malvinas y por respeto a los trabajadores y a los jubilados”.

Al tiempo que dejó en claro que “los problemas se resuelven con más solidaridad, pensando en los otros. Se resuelven tendiendo la mano”. Y cedió su apoyo de manera cabal a Massa. “La Provincia ni ningún municipio se salva solo. La dignidad no es un negocio, los derechos no dependen de la ganancia, la libertad se alcanza cuando hay igualdad de oportunidades. Nuestra vida no es un mercado. Y la patria no se vende”.

Con la arenga de los presentes, Kicillof pidió que “el próximo presidente sea Sergio Massa. Necesitamos de su compromiso con el federalismo, la infraestructura, la distribución de la riqueza, la mejora del salario y con una provincia que sea cuna de la industria”.

Y dejó como mensaje final que “la campaña termina cuando Massa sea presidente porque no nos alcanza con la provincia” y convocó a “los radicales y a los socialistas" a unirse. Ahora, el trabajo estará en no quitar el pie del acelerador para continuar sumando votos en favor de Massa. Con la necesidad de atraer a buena parte de la UCR.

Con la performance lograda, Kicillof no solo ganó la reelección sino que logró reposicionarse en la interna de un peronismo en estado de algarabía como una figura de peso y decisión propia.