El presidente de la Nación, Javier Milei, anunció este lunes por la mañana que despidió al secretario de Trabajo, Omar Yasín, tras la polémica desatada por los aumentos de sueldo a los cargos jerárquicos del Poder Ejecutivo. Lo hizo durante una entrevista en LN+, donde explicó que el destituido “tuvo un error que no debería haber cometido”.

De esta manera, el ahora exfuncionario se enteró en vivo que ya no formaba parte del gabinete nacional. Su salida se da a horas del revuelo interno que sucedido luego de que se conociera el incremento salarial de un 48 por ciento para cargos jerárquicos que obligó al Presidente a dar marcha atrás con la medida.

"Se ha depositado y lo que se hace el mes que viene es que se descuenta cuando se hace el pago. Seguimos con esta tesitura que acá el ajuste lo pagan todos en especial la política", detalló el Presidente sin asumir en ningún momento como propio lo sucedido y repartiendo culpas, sobre todo, para la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, con quien tuvo un cruce por redes sociales durante todo el fin de semana.

A un día de cumplir los tres meses de gobierno, Milei ya perdió once funcionarios entre ministros, secretarios y subsecretarios. A un promedio de una salida cada ocho días. Un número que asusta si se tiene en cuenta la difícil situación que atraviesa el país y que, a la vez, exponer una fuerte fragilidad en un gobierno que parece no encontrar las formas de avanzar sin que todo se dinamite a su paso.

Antecedentes

La primera baja en el gobierno se dio el 16 de diciembre pasado, a solo seis días de la asunción del Presidente. Pese a que no había sido nombrado formalmente, Eduardo Roust ya oficiaba como subsecretario de Comunicación. Según detalló en una carta a periodistas, basó la decisión en “motivos personales” y habló de la exigencia de una “velocidad informativa sin precedentes

Y agregó que “estas circunstancias hacen que el trabajo resulte para mí un poco 'inhumano' y me aparte de cuestiones esenciales de mi vida”. Su rol era mantener el contacto con los periodistas para informarlos sobre las actividades oficiales del Presidente, del Jefe de Gabinete y de sus ministros en paralelo a las conferencias de prensa del vocero, Manuel Adorni.

Un día después, el entonces director de Comunicación nacional, Juan Caruso, siguió los pasos de Roust y también dio a conocer su renuncia. "Amigos, colegas, compañeros. Les escribo para avisarles que decidí dar un paso al costado y no seguir en la comunicación del gobierno de Javier Milei. Los quiero, los aprecio y los respeto y saben de mi dedicación. Hoy me es imposible, en estas circunstancias, seguir adelante. Nos estaremos cruzando en nuevas aventuras. Les mando un abrazo enorme", expresó. 

El siguiente paso al costado se dio dentro del mismo equipo. El 29 de diciembre, Belén Stettler, la entonces secretaria de Medios, dejó su cargo y fue reemplazada por el periodista, Eduardo Serenellini. El cambio expuso parte de la puja de poderes de los diferentes representantes del gobierno nacional por tener el control de un área clave.

Expulsión

Tras las primeras tres renuncias, y a punto de cumplir un mes sin bajas, Milei tomó la decisión de echar, el pasado 25 de enero, a Guillermo Ferraro, quien se desempeñaba como ministro de Infraestructura, en medio de un escándalo por filtraciones a la prensa del contenido de las reuniones de Gabinete. 

Su salida se anunció de manera informal y se terminó de oficializar 40 días después, el pasado 5 de marzo. A poco de empezar a gobernar, el funcionario perdió dos áreas clave (Minería y Energía) que finalmente quedaron bajo la órbita del Ministerio de Economía, que maneja Luis Caputo. Eso no cayó bien. Y los roces internos se hicieron costumbre.

Días más tarde se comunicó de manera oficial la llegada del exgobernador bonaerense, Daniel Scioli, como secretario de Turismo, Ambiente y Deporte. Tras su designación, el macrista Ricardo Schlieper, quien oficiaba de subsecretario de Deportes dio a conocer su salida. 

Comunico por este medio mi renuncia al cargo de subsecretario de deportes de la Nación. Ante la designación de Daniel Scioli como secretario del área decidí dejar el cargo para darle libertad de acción para elegir sus colaboradores. Le agradezco al presidente Milei por honrarme con el cargo y le deseo el mayor de los éxitos en su gestión", manifestó.

Ley ómnibus

La caída del proyecto de Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos en el Congreso de la Nación provocó un cimbronazo interno y el comienzo de una puja con los gobernadores. El pasado 9 de febrero, Milei mandó a pedir las renuncias de Flavia Royón, a cargo de Minería, y de Osvaldo Giordano, titular de ANSES. Los motivos estaban claros: como representantes de Gustavo Sáenz (gobernador de Salta) y de Martín Llaryora (Córdoba), respectivamente, el Presidente concretó su mensaje.

La versión oficial de aquel momento fue que ante "la crisis económica heredada y el momento histórico actual", el gobierno requiere de "funcionarios públicos comprometidos con la modernización, simplificación y desburocratización del Estado". Según reveló Royón, “Caputo me dijo que estaba haciendo un excelente trabajo, pero cuestiones políticas impedían mi continuidad”.

Como parte del mismo enfrentamiento, Sebastián García de Luca, que fue jefe de campaña de Patricia Bullrich en PBA, renunció el pasado 27 de febrero a su cargo en el Ministerio de Seguridad de la Nación, donde ejercía como secretario de Articulación Federal.  “Un placer acompañarte hasta acá Pato Bullrich. Gracias por tu confianza. Sos una gran dirigente y mejor persona. Sigo convencido del cambio que necesita nuestro país, con responsabilidad, respeto y federalismo”, escribió el exdiputado nacional en sus redes sociales. Y en su última palabra dejó sentada su posición.

Ese mismo día también se oficializó la salida de Ricardo Spartano, quien duró solo nueve días al frente de la Secretaría de Coordinación Legal y Administrativa en el Ministerio de Capital Humano que conduce Sandra Pettovello. Fue la segunda baja en la cartera, luego de la renuncia del subsecretario de Políticas Sociales de la Secretaría de Niñez y Familia, Pablo Rodrigué, quien estaba a cargo de la distribución de los alimentos para los comedores.