Santiago Passaglia fue elegido en octubre pasado como intendente de San Nicolás por una buena diferencia de votos con respecto a la candidata de Unión por la Patria. El dirigente del PRO tomó el control del poder local para reemplazar a su hermano Santiago y continuar con la dinastía que inició su padre, Ismael, en 2011. 

El ahora jefe comunal pegó el salto directo desde la Cámara baja de la Legislatura bonaerense, donde fue elegido como diputado en 2021. Sin embargo, el nicoleño todavía no se pidió licencia y generó un grave conflicto interno con la UCR que reclama la banca a su favor. 

La compulsa lleva varias semanas, pero hasta el momento no encontró solución. Sucede que la dirigente radical, María Belén Malaisi, está decidida a pelear por la banca que, según expresa, le corresponde al partido centenario como parte de la lista que compartieron ambos en 2021 y por la que quedó a un paso de ingresar al palacio legislativo.

“La prioridad es defender la banca de mi partido independientemente de que recaiga en mi persona", le dice Malaisi a Data Clave. Y agrega que “hace 30 años que milito en la UCR. Siento el acompañamiento de los correligionarios y de otros partidos como desde el peronismo y el Frente Renovador. Estamos reclamando que la banca no es de Passaglia, ni de Malaisi. Es del espacio de Juntos y que hoy esta recae en la UCR, le guste o no a Passaglia”. 

El reclamo puntual recae en que el intendente ya cumplió la licencia pedida en la Cámara de Diputados y desde el 31 de diciembre se encuentra en una situación irregular. Passaglia busca imponer que su reemplazante sea Ignacio Mateucci, dirigente nicoleño de su riñón político. Aduce que el el cambio de banca es por ley de género. 

Para Malaisi la normativa mencionada es clara. "A los efectos de constituir la lista es por género. Uno y uno porque siempre en los lugares de la lista prevalecía la cantidad de hombres por sobre las mujeres. Al momento de generar la vacancia por renuncia, fallecimiento, por distintas situaciones, es por corrimiento”, explicó.

Y citó los casos de Mariano Cascallares y Federico Otermin, quienes pidieron licencia de sus bancas obtenidas a través de Unión por la Patria en 2021 y que fueron reemplazados por mujeres al momento de asumir en Almirante Brown y Lomas de Zamora, respectivamente. “Las autoridades de Diputados no lo van a permitir porque sino sería injusto y sentaría un precedente en algo que está por fuera de la norma. Incluso sería injusto para los intendentes que se tomaron licencia y que, de permitirse, podrían haberse quedado en ambos lados”, sostiene Malaisi.

La posición de Passaglia tiene su explicación política. El jefe comunal y diputado no quiere perder una terminal de voto en la Legislatura en un momento donde toda la oposición bonaerense está quebrada en casi 10 bloques. Cada legislador está jugando más que nunca en favor de su distrito o de su referente político por lo que el passaglismo quiere mantener esa cuota de poder para dar la propia discusión interna.

Pero lo cierto es que hay una incompatibilidad que lo pone como juez y parte ya que tiene mayor ventaja al momento de gestionar o generar recursos para su ciudad. El problema principal es que hoy Juntos no logra resolver la puja de manera política y expone una fragmentación interna que, Malaisi, ya avisó que, en caso de no haber una resolución hacia adentro realizará una presentación judicial más allá de las que lleva realizadas al Tribunal de Cuentas.

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