El Presidente de la Nación, Alberto Fernández recibió en la Casa Rosada a la actriz Liz Solari y a Manuel Alfredo Martí, presidente de la Unión Vegana Argentina (UVA) ante el avance del acuerdo porcino entre los gobiernos de Argentina y China, que significarían inversiones por US$ 3.500 millones.

El encuentro se produjo el mes pasado pero recién hoy se conoció tras un comunicado de la organización vegana. Lo que hicieron fue entregarle al primer mandatario una petición que hicieron en Change.Org y que recibió más de 528 mil firmas mostrando un absoluto rechazo al acuerdo porcino. Entre los argumentos, vislumbran las condiciones ambientales y la transmisión de enfermedades por parte de los animales.

Según la organización, Fernández les afirmó que su gestión “no va a promover modelos industriales de producción de ganado porcino que puedan poner en riesgo la salud pública”, aunque Solari le mencionó que la provincia del Chaco ya firmó un acuerdo entre privados y su gobernador. Y la respuesta del Presidente fue que “eso es potestad del ámbito provincial”, pero que “desde Nación no se iban a autorizar sistemas de producción basados en números desproporcionados de cerdas madres en las factorías, o que observen características contaminantes para el ambiente”.

Tal como contó Data Clave en una nota exclusiva y con distintas fuentes, hay un claro interés de la actual gestión por entablar acuerdos con la potencia asiática. Y obviamente, en un contexto de crisis, lo que se busca es la entrada de divisas, lo que de momento el país no cuenta para afrontar gastos futuros. China tiene en mente invertir unos US$ 3.500 millones en la construcción de 25 granjas y frigoríficos para criar cerdos, faenarlos y exportarlos. El problema es que ya hubo repercusiones públicas en contra de este acuerdo, y lo hicieron saber distintas organizaciones sociales que salieron a las calles a mostrar su rechazo.

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¿Habrá escuchado Alberto Fernández esos reclamos? Quizás esta no sea la pregunta principal, porque nunca mostró una postura pública respecto del tema. Pero hay alguien que habló enfáticamente de tener acuerdos bilaterales con China, y curiosamente es quien hasta hace poco estuvo en el ojo de la tormenta por una “mentira diplomática”: Felipe Solá.

El actual canciller argentino siempre habló de entablar relaciones con China para alentar las exportaciones y generar mayor entrada de divisas, a tal punto que manifestó que prefiere “un acuerdo bilateral con China que a través del Mercosur”. Sin embargo, como bien contó en exclusiva este medio, la última mala gestión de Solá y el diálogo que inventó que hubo entre Fernández y Joe Biden -flamante presidente de los Estados Unidos- le costó muy caro en varios despachos de Gobierno. Incluso el propio Presidente no le atendió el teléfono durante este tiempo y fue el propio Santiago Cafiero quien le pidió que “no ponga más excusas” y “se ponga a laburar”.

Pero volviendo al plan chino, Fernández le propuso a Solari y al titular de UVA llevar adelante un Plan de Salud Nacional cimentado en la alimentación basada plantas y sustentado en la producción agroecológica de alimentos y el desarrollo de huertas familiares para enfrentar la Pandemia de COVID-19, la crisis de desnutrición y la desocupación.

“El presidente mostró un gran interés en los beneficios que esto tendría para salud la población argentina y expresó su preocupación y deseos de potenciar sistemas de producción sustentables, accionar para generar más trabajo a los argentinos y al mismo tiempo mitigar los efectos del Cambio Climático. Todos temas por los cuales mostró una gran preocupación y deseos de accionar al respecto”, sostuvo la organización vegana.

Para UVA, la última reunión con el mandatario argentino “fue muy positiva” ya que “se mostró muy interesado en todo lo que se habló y se comprometió a trabajar para dar pasos en esa dirección”. ¿Hay un mensaje al interior del gobierno tras este respaldo político para frenar un posible acuerdo con China?