El gobierno da vuelta la página del escándalo por el cumpleaños de Fabiola Yáñez en medio de la cuarentena estricta del 2020. El final de la campaña electoral previa a las primarias abiertas será a puro acto. Alberto Fernández estará presente y la vicepresidenta Cristina Fernández Kirchner "cuando ella lo decida", confió a Data Clave un funcionario con despacho en el primer piso de la Casa Rosada.

A tono con los últimos días de fotos de unidad y discursos encendidos, el Frente de Todos terminará de alistar este jueves el cronograma de la carrera final antes de la meta de las PASO. Será un acto en el interior y uno en el AMBA, principalmente en el conurbano, con uno garantizado para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El Presidente será el orador principal, redoblará esfuerzos y seguirá presente en la campaña. La vicepresidenta, dicen en Balcarce 50, aparecerá en alguno de ellos, como hasta ahora.

La foto de la unidad en Avellaneda
La foto de la unidad en Avellaneda

El discurso seguirá la línea de las últimas presentaciones en la que se vio la unidad de los “Avengers frentedetodistas”: foco en la gestión aunque ya no se permita presentar o inaugurar obras de gobierno. “Tenemos que mostrar que somos distintos y marcar diferencia”, dice una fuente con acceso al despacho presidencial.

Lejos del Olivos Gate, en la Casa Rosada sostienen que el "escándalo" por las imágenes en la residencia presidencial "es el argumento principal de una oposición no encuentra cuentas offshore ni denuncias de corrupción contra Fernández para usar en la campaña". 

La estrategia y el impacto del Olivos Gate

El oficialismo quiere marcar diferencias con Mauricio Macri y una de las apuestas sigue siendo subir al ring al ex mandatario de Cambiemos. La deuda y los vínculos familiares con la fuga estarán presentes, tal como lo estuvo en el discurso de CFK en Avellaneda. "El contraataque discursivo vendrá por ahí, mostrando los contrastes entre nosotros y ellos, porque claramente somos distintos", explicó otro dirigente del oficialismo.

Si bien acusaron recibo del golpe provocado por el Olivos Gate en la imagen presidencial, en el círculo íntimo del mandatario no creen que haya impactado de manera sustancial en los números. Fuentes gubernamentales aseguraron a Data Clave que las conclusiones surgen directamente de los candidatos que recorren los territorios. “Nuestros principales nombres en las listas recorren todos los días los distintos puntos del país y no reciben de la gente una devolución, ni una preocupación por las fotos y el escándalo”, apuntan y se aferran a lo que -según la visión de los consultados- será una victoria contundente en provincia de Buenos Aires.

Todos en La Plata
Todos en La Plata

La estimación es que el escándalo es parte del "microclima producto del juego mediático" y creen que "la saña en los ataques contra Alberto son un vuelto por el intento de declarar servicio público a internet, la televisión paga y la telefonía móvil, que le toca los intereses a los grandes grupos mediáticos".

El Presidente lo mencionó este miércoles en el plenario del Frente de Todos en La Plata. La confrontación con los principales canales de televisión retoma los métodos de la guerra fría desatada tras la promulgación de la ley de medios y otras medidas adoptadas por el tercer gobierno kirchnerista.

Los "cuestionados": apoyo al círculo íntimo del presidente

Los dos funcionarios que habían quedado más golpeados por la filtración de la foto de la fiesta de cumpleaños de la Primera Dama, Juan Pablo Biondi y Julio Vitobello, fueron respaldados al interior del gobierno una vez más por el propio mandatario. "Ellos dos, junto a Santiago (Cafiero) son intocables para Alberto", dicen en el entorno presidencial y descartan cualquier posibilidad de cambios en el gabinete hasta después de las elecciones. 

Biondi y Vitobello con Alberto Fernández
Biondi y Vitobello con Alberto Fernández

Algunos medios llegaron a especular con que el “pone orden” que Cristina le dedicó en tono maternal a Alberto en el acto de Avellaneda, era una invitación velada a "prescindir de ambos funcionarios que no funcionan". Biondi, por ser el encargado de la prensa y la comunicación y Vitobello por ser el Secretario General a cargo de la Casa Militar, que es la dependencia responsable del control y la seguridad de los ámbitos donde se produjeron las filtraciones de información sobre los encuentros y las visitas a la residencia de Olivos durante la cuarentena. Sin embargo, la versión fue desmentida rotundamente por la Rosada. "Acá no se va nadie", confirmaron a este portal.

En medio de la crisis, el cuestionado Vitobello tuvo una idea que permitió neutralizar los efectos adversos de uno de los hechos más conmocionantes de esta semana, con una jugada ponderada, incluso, por algunos "opositores" y bien recibida en general. El secretario de presidencia fue el ideólogo de la iniciativa que propuso la construcción de un memorial con las piedras dejadas frente a la sede gubernamental para homenajear a las víctimas de la pandemia. 

La delgada línea del “pone orden” de CFK

“Alberto, tranquilo, poné orden en lo que tengas que poner orden, no te pongas nervioso y metele para adelante”, dijo la vicepresidenta con las viviendas en obra del barrio Dock Sud de fondo. La frase retumbó al interior del Frente de Todos y fue tapa de todos los portales de noticias. Pero las interpretaciones, todas posibles, conducen al propio presidente. 

Cuando Cristina le dice a Alberto que “ponga orden”, no habla de modificaciones en el gabinete o de funcionarios que no funcionan o de problemas en la interna oficialista. “Lo que le está diciendo es que se ordene él, que ordene sus prioridades, que organice un poco más su agenda, bajando el nivel de exposición social y cuidando ciertos hábitos, y también de algún modo le está sugiriendo que no se obsesione con lo que dicen o publican ciertos periodistas con los que él habla frecuentemente, pero terminan destrozándolo con las críticas”, apuntan desde las cercanías del propio presidente. 

CFK en Avellaneda
CFK en Avellaneda

A la ex presidenta le incomoda su estilo, diametralmente opuesto al de ella, mucho más proclive a mantener bajo siete llaves sus cuestiones íntimas. El misil teledirigido de la titular del Senado fue hacia el propio presidente Fernández. Claro que CFK está disconforme con ciertos sectores del propio gobierno que ella integra y, sotto voce, insiste con la incompetencia o la falta de compromiso de más de un ministro o colaborador. Pero también la vicepresidenta sabe que esta coyuntura no es la más propicia para meter mano en el gabinete. Y está dispuesta a esperar el momento adecuado, con los resultados de las elecciones en la mano. 

"Alberto necesita elevar su autoestima, sobre todo después de estos episodios lamentables que expusieron la intimidad presidencial, de la mano de sus propios descuidos, acá no hay operación de inteligencia, ni complot para derrocar a nadie, simplemente un aprovechamiento especulativo y previsible -sobre todo en tiempos de campaña- del error cometido que debería llevarlo a reflexionar acerca de la conveniencia de ser tan descuidado en normas protocolares y de protección básicas para un funcionario con tanta responsabilidad", afirma otro dirigente del Frente de Todos que participó de los actos de esta semana.

Tanto en Avellaneda como en La Plata, donde estuvo presente la cúpula mayor de la coalición gobernante es que la unidad no está en duda. Cara a cara, los miembros de la mesa chica de gobierno, se pidieron relativizar las críticas internas para no profundizar las diferencias que existen y encarar el tramo final de la campaña con el único objetivo único de ganar.