En Mar del Plata, el jefe comunal Guillermo Montenegro suele afirmar que el gobierno local es “único” no solo a nivel municipal sino también para el resto de la Provincia. E, incluso, de la Nación. Los motivos están relacionados a que la estructura del ejecutivo local está dividida entre los distintos partidos que integran Juntos y que por más que sea el PRO quien está al frente de la ciudad balnearia la coalición funciona, como les gusta llamar hacia adentro, como si fuera “un modelo de exportación”.

Lo cierto es que, a menos de un mes para el cierre de listas, el jefe comunal todavía no dio señales de si se se presentará por un nuevo mandato a nivel local. Fuentes locales sostienen que no lo comunicarán "hasta último momento". Y las razones, sobran. El jefe comunal no quiere despertar internas. Busca llegar a la decisión final sin que nadie de Juntos se muestre contrario a la idea.

Cabe recordar que el alcalde mantiene un acuerdo político con el presidente del bloque de la Cámara baja de la Legislatura provincial, el también precandidato a gobernador por la UCR, Maxi Abad. En ese marco, Montenegro avanza hacia la idea de la reelección sin conflictos hacia adentro de la coalición. Y, en lo concreto, sin dirigentes del PRO, el radicalismo o la Coalición Cívica que quieran salir a dar la pelea en una PASO.

“No estoy pensando en eso. Creo que la ciudad está por delante de las personas, así que me parece que hay que seguir pensando en la ciudad y estar muy tranquilo en la toma de decisiones que tienen que ver con el futuro de Mar del Plata y el mío”, sostuvo en las últimas horas con respecto a cuáles serán sus próximos pasos. En concreto, Montenegro se siente tranquilo en el camino a la reelección.

Pero, como es sabido, no todo es tan fácil en el juego de la política. Más cuando la rival a vencer es una funcionaria nacional como la jefa del ANSES, Fernanda Raverta. Cabe recordar que en las elecciones de 2019 ganó por apenas poco más de 2 puntos de diferencia sobre la dirigente de La Cámpora. Pese a que Raverta dejó en claro que su intención es volver a competir a nivel local, el llamado que realizó la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner para que los hijos de la generación diezmada “tomen la posta” podría encontrarla como parte de una estrategia nacional. 

De todos modos, el problema más concreto que afronta el Frente de Todos en Mar del Plata es las diferencias existentes entre la titular del ANSES y el presidente del Correo Argentino, Rodolfo “Manino” Iriart, quien también se muestra con intención de pujar por la candidatura estelar del peronismo. Y ya avisó que “si Scioli es candidato, voy a competir en la ciudad. Si se dan esas condiciones en la superestructura, puedo disputar la Intendencia.

Pero el que sin dudas podría modificar el escenario con su decisión es el exintendente Gustavo Pulti, quien el próximo 10 de junio dará a conocer su posicionamiento interno de cara a las próximas elecciones. Vale recordar que el exjefe comunal fue aliado del kirchnerismo. Sin embargo, desde 2017 optó por competir separado y que, en los últimos comicios, fue parte del armado de Florencio Randazzo, con quien hoy ya no se muestra cerca.

Desde el oficialismo local tienen en claro que si Pulti pase a jugar en favor del Frente de Todos, la elección podría complicarse. “Gustavo tiene un piso muy fuerte de votos y sin duda puede terminar de torcer una elección”, le aseguró a Data Clave una fuente del ejecutivo. Además, Juntos ya cuenta con otro recorte de votos que podría llevarse el armado del diputado nacional Javier Milei con el empresario Rolando Demaio a la cabeza.