En medio de los repudios, Victoria Villarruel justificó el homenaje a las "victimas del terrorismo"
“El Estado viola los derechos humanos para garantizarle la impunidad a un grupo de violentos”, sostuvo la candidata a vicepresidenta de La Libertad Avanza, quien reivindicó el acto y dijo que “los que se oponen son los que tienen las manos manchadas con la sangre de nuestros seres queridos”
El acto se realizó en el Salón Dorado de Legislatura porteña y fue organizado por el Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (Celtyv), del que Villarruel es presidenta honoraria; y por la legisladora Lucía Montenegro, también de LLA, en el que también disertaron Lorenza Ferrari, Graciela Saraspe y Arturo Larrabure: tres familiares de víctimas del ERP y Montoneros en actos que se produjeron antes del golpe de Estado de 1976 y el inicio de la última dictadura.
La candidata a vicepresidenta que comparte la fórmula que encabeza Javier Milei, reivindicó la actividad convocada junto a la legisladora porteña, Lucía Montenegro. “Después de 40 años de una visión amputada de los derechos humanos y de demonizarnos, ya no les tenemos ningún miedo”, enfatizó ante el auditorio del Salón Dorado de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.
“El Estado en democracia nos está violando los derechos humanos para garantizarle la impunidad a un grupo de violentos que hoy gozan de libertad y de las garantías que les da nuestra democracia”, sostuvo en su discurso, luego de la exposición de quienes fueron invitados en calidad de víctimas de actos terroristas.
“La verdad a medias no es verdad, es maldad y mentira. No estamos reivindicando la dictadura ni las trágicas consecuencias de esa violación al pacto democrático”, aportó Montenegro, la diputada de la Ciudad de Buenos Aires que, junto a Villarruel, impulsó el homenaje a víctimas de actos terroristas que se realiza en la Legislatura porteña.
“Nuestro espacio lo repudia en forma clara. Por lo tanto, plantada con mis profundas convicciones democráticas, les doy la bienvenida, a pesar de los problemas”. El encuentro comenzó más de una hora después de lo previsto. Afuera, en las calles que rodean al edificio, manifestantes de organizaciones de izquierda y de derechos humanos mantenían las protestas, con algunos roces con la policía, que debió reforzar el vallado.