El peronismo bonaerense ante una crisis que obliga a redefinir el acuerdo de unidad
Los chispazos internos sucedidos en las últimas horas dan cuenta de que Unión por la Patria atraviesa uno de sus momentos más álgidos a nivel provincial.
La derrota electoral de noviembre pasado caló hondo en Unión por la Patria. Y, sobre todo, en la provincia de Buenos Aires, donde la relación entre las diferentes corrientes internas parece atravesar uno de los momentos más álgidos. El planteo realizado por los diputados del Frente Renovador durante la primera sesión extraordinaria en la Cámara baja de la Legislatura bonaerense dejó en evidencia que, hoy por hoy, los vínculos políticos del peronismo no están en su mejor momento.
El reclamo de los legisladores massistas tuvo como principal apuntado al gobernador Axel Kicillof. Según confiaron a este medio, el mandatario provincial desoyó un pedido de reunión de los 20 jefes comunales propios en torno a problemáticas vinculadas a IOMA y también en el área de Seguridad y Educación.
Sin embargo, fuentes del Ejecutivo bonaerense negaron tal pedido. Y abrieron una nueva discusión hacia adentro de un peronismo que, poco a poco, se empieza a contar las costillas. Sucede que según manifestaron desde la Provincia, el reclamo está más vinculado a los cargos políticos. Y el escenario elegido da cuenta de que todavía hay bronca por no haberse quedado con la presidencia de la Cámara baja.
La crisis interna caló tan profundo que llevó a que en las últimas horas dos jefes comunales del Frente Renovador deban viajar a Olavarría, donde se encontraba Kicillof junto al intendente camporista, Maximiliano Wesner, para poder construir una foto de paz. Así lo hicieron Maximiliano Sciani (Roque Pérez) y Marcos Pisano (Bolívar).
Pero no es el único chispazo interno. Los legisladores del Frente Renovador tampoco tienen buen vínculo con aquellos que, todavía, responden al exjefe de Gabinete provincial, Martín Insaurralde. Ambos tienen un aliado en común, el presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner. A su vez, el massismo tiene una lucha de larga data con todo el sciolismo residual. Algo que se profundizó con la asunción del exgobernador como secretario de Turismo a nivel nacional.
Sin embargo, la relación con La Cámpora no es la mejor. La puja por algunos cargos puntuales como el puerto de Quequén, lo dejó en claro. El gobernador optó por darle el poder al Frente Renovador y, sin embargo, los legisladores decidieron caerle durante la última sesión.
Tampoco gustó hacia adentro del Frente Renovador que el PJ ponga como fecha de encuentro del partido en Cañuelas este sábado, mismo día que había elegido para llevar adelante su reunión en Roque Pérez.
“Es como cuando en la tele un canal estrena un programa y el otro le pone un especial a la misma hora. Se podría haber charlado”, le contó a Data Clave una fuente del FR a modo de comparativa. Mientras que otro correligionario le bajó el precio a la discusión y aseguró que “se trató de un tema de agenda de Sergio. No nos sirve juntarnos sin él”,
En los hechos, el massismo mudó su encuentro para el 2 de marzo tras conocerse que el PJ que lidera Máximo tomó la decisión de marcar la misma fecha. Las diferencias en la conducción son claras. En el Frente Renovador esperan los lineamientos a seguir por su líder indiscutido; mientras que el PJ hoy mantiene una puja interna que no le permite a Máximo manejar de manera vertical.
Justamente, una parte del PJ bonaerense hoy se encuentra a la expectativa de lo que pueda suceder con respecto al futuro del partido en relación a los comicios internos. Sucede que Máximo ya avisó en su momento que llamaría a elecciones.
Algo que todavía no sucedió y que todavía esperan desde el sector que encabeza el intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, uno de los principales enemigos políticos que tiene La Cámpora, y también desde los jefes comunales que hoy juegan para Kicillof.
Vale mencionar que el grupo de los intendentes cercanos al gobernador quiere dar la discusión o, al menos, presionar fuerte para subir a la escena nacional a Kicillof y de esa manera comenzar a construir un armado propio para poner a un jefe comunal como principal aspirante a suceder al mandatario provincial.
Jorge Ferraresi (Avellaneda), Mario Secco (Ensenada), Fernando Espinoza (La Matanza) y Julio Alak (La Plata) son algunos de los alcaldes que ya dejaron en claro su posicionamiento hacia adentro y que marcaron la cancha. Sobre todo el exministro de Desarrollo Territorial de la Nación que, en los últimos meses, propició todo tipo de acciones para dejar a la vista sus diferencias internas con La Cámpora.