Desde el Fondo Monetario Internacional volvieron a profundizar su buen vínculo con el gobierno de Javier Milei y aseguraron que continúan “de manera constructiva” abarcando los detalles del futuro programa que todavía está bajo discusión.

La directora de Comunicaciones del Fondo, Julie Kozack, destacó la decisión de Milei de buscar respaldo del Congreso –tal como exige la ley argentina– y dijo que un “amplio apoyo” es clave para el éxito del plan. “Seguimos haciendo buenos progresos y estamos trabajando de manera constructiva con las autoridades argentinas”, dijo Kozack. “Brindaremos más actualizaciones a medida que las tengamos con respecto a algunas de las preguntas sobre los detalles de las negociaciones, el tamaño potencial del programa. Lo único que puedo decir por ahora es que esto todavía está en discusión como parte del diálogo continuo y constructivo que estamos manteniendo con las autoridades, y les brindaremos novedades cuando tengamos más información que podamos compartir con ustedes”, puntualizó.

En ese marco, el Gobierno nacional se alista para una nueva batalla en el Congreso, con un objetivo central que es lograr el aval legislativo para cerrar un nuevo acuerdo con el FMI. En paralelo, busca destrabar otras iniciativas que no lograron avanzar en las sesiones extraordinarias, como la reforma migratoria y la baja en la edad de imputabilidad. Pero el oficialismo enfrenta un problema recurrente: le faltan votos.

El presidente Javier Milei inauguró el período legislativo con un discurso donde ratificó su agenda y dejó en claro que intentará profundizar las reformas estructurales que su administración considera urgentes. Sin embargo, en la Casa Rosada saben que no será fácil. La fragilidad parlamentaria de La Libertad Avanza los obliga a negociar cada iniciativa y, hasta ahora, no tiene asegurada la mayoría necesaria.

Uno de los temas prioritarios es la reforma migratoria, que busca agilizar las expulsiones de extranjeros con antecedentes penales y endurecer los requisitos para obtener la ciudadanía. El proyecto es liderado por el vicejefe de Gabinete del Interior, Lisandro Catalán, con la intervención del Ministerio de Justicia y la Secretaría de Planeamiento Estratégico Normativo. En el oficialismo consideran que esta medida es clave para endurecer la política de seguridad.

Otro punto en la agenda es la baja en la edad de imputabilidad, una iniciativa impulsada por Patricia Bullrich y Mariano Cúneo Libarona. El proyecto empezó a debatirse el año pasado en comisión, pero nunca llegó al recinto. La propuesta forma parte de una reforma integral del Código Penal, que busca endurecer penas y modificar el régimen de responsabilidad de los menores de edad.

Pero el mayor desafío del oficialismo es la autorización legislativa para firmar un nuevo acuerdo con el FMI. El propio Milei discutió los detalles del préstamo con Kristalina Georgieva en su última visita a Estados Unidos, y el objetivo es fortalecer las reservas del Banco Central. Sin embargo, el Gobierno ya anticipó que no revelará los detalles del acuerdo antes de la votación.

La falta de información genera resquemores en la oposición. Desde el PRO y la UCR, dos espacios clave para lograr la aprobación, advierten que no darán apoyo sin conocer la letra chica. "Queremos leer la norma, todos los artículos y cómo están argumentados antes de fijar una posición", remarcan a Infobae desde el bloque que encabeza Cristian Ritondo.

En este contexto, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, planea una ronda de reuniones con los legisladores aliados para intentar destrabar las negociaciones. Ya mantuvo encuentros con dirigentes del PRO, el MID y la UCR en el pasado, pero esta vez el margen de maniobra es más acotado. Con una economía aún en tensión y un Congreso dividido, el oficialismo apuesta a la presión política para conseguir los votos que le faltan.