En cuestión de días, el Gobierno consiguió victorias significativas en el Congreso. Logró la media sanción de Ficha Limpia en Diputados, resolvió trabas en el Senado y avanzó en el pliego del juez Ariel Lijo para la Corte Suprema. Pero el camino no está despejado: todavía debe ratificar estos logros y sortear la resistencia opositora en la recta final de las sesiones extraordinarias.

El martes, el vicejefe de Gabinete, José "Cochi" Rolandi, volvió a la arena legislativa tras semanas de perfil bajo y rumores de renuncia. Acompañado por Martín Menem, presidente de la Cámara baja, reunió a los bloques dialoguistas para destrabar la sesión del día siguiente, enfocándose en un punto conflictivo de Ficha Limpia: la posibilidad de que un condenado en segunda instancia en año electoral pueda postularse igual.

El debate dividió aguas y derivó en seis propuestas distintas para modificar la norma. Finalmente, el oficialismo alcanzó un acuerdo y consiguió el quórum para tratar la iniciativa. La sesión estuvo marcada por fuertes cruces entre el kirchnerismo, el PRO y La Libertad Avanza, pero la norma fue aprobada.

En paralelo, el Senado avanzó con dos temas clave: obtener las firmas para el dictamen de la suspensión de las PASO y el pliego de Lijo para la Corte Suprema. La jugada oficialista sumó apoyos no solo del PRO y la UCR, sino también de senadores peronistas como Sergio Uñac, Lucía Corpacci, Claudia Ledesma Abdala de Zamora y Carlos Arce. La estrategia incluyó un rol más activo de Guillermo Francos, que reforzó su vínculo con los gobernadores, pieza central en estas negociaciones.

En Diputados, el respaldo de legisladores de Córdoba, Catamarca y Santiago del Estero fue clave para destrabar otro conflicto. En tanto, en Casa Rosada ya evalúan nombrar a Manuel García Mansilla en la Corte Suprema por decreto, evitando nuevamente al Congreso. La decisión podría traerle consecuencias desde varios frentes, entre ellos el judicial. En el oficialismo sostienen que tanto Lijo como Mansilla estarán en sus cargos cuando Javier Milei inaugure las sesiones ordinarias el 1° de marzo.

Por su parte, la vicepresidenta Victoria Villarruel blindó su control en el Senado tras un acuerdo con los dialoguistas en una reunión privada. El próximo desafío del Gobierno será obtener el dictamen en la Cámara alta para Ficha Limpia y consolidar los proyectos aprobados en Diputados. Todo esto, mientras sigue navegando las tensiones internas y la resistencia opositora en un Congreso donde cada voto cuenta.