La presidenta de AySA, Malena Galmarini, dio a conocer en las últimas horas que en 2023 se presentará como candidata a intendenta de Tigre. No se trató de una sorpresa, claro. Pero sí de un mensaje directo para el actual mandamás Julio Zamora.

Sucede que el jefe comunal no tiene en la actualidad una referencia directa ya sea en Nación o en Provincia. Se sabe que su línea no va para el lado de La Cámpora, pero a la vez también tuvo chispazos con el presidente Alberto Fernández al que en diferentes oportunidades ha cuestionado de manera tamizada, sobre todo luego de que el propio oficialismo de Tigre se abstuviera de votar la rendición de cuentas del 2021 en junio pasado.

Esa fue en concreto, la primera jugada explícita del Frente Renovador para sentar las bases de la postura que tomaría rumbo a los comicios del año próximo. Algo que Zamora absorbió. “Esta es una discusión de poder de cara al 2023, qué rol van a cumplir. En base a eso, algunos dirigentes esmerilan o degradan la figura que ostento como intendente municipal, piensan que pueden tener oportunidad”, aseguró en su momento el jefe comunal.

Lo cierto es que en el Concejo Deliberante, Zamora no tiene poder en el propio bloque del Frente de Todos, donde la mayoría de los concejales responde al Frente Renovador.

Con este cuadro, hoy las opciones del jefe comunal se achican. Más a partir del ascenso de Sergio Massa como superministro y presidenciable, algo que negó en los últimos días.

El hecho concreto es que Galmarini no lanzó su candidatura con la intención de negociar. La postura es clara: quiere ser intendenta en 2023. Desde adentro aseguran que ya cedió su lugar en 2019 y también bajó pretensiones en 2021 cuando fue el armado de lista para concejales, pero que “ya no va a ceder porque no se cumplió nada de lo que se habló”.

El problema para Zamora, o en tal caso, también para Galmarini, es que un sector del Frente de Todos viene bregando en favor de eliminar las PASO. Algo que, de darse, provocaría un conflicto de difícil solución a nivel local.

Hoy desde el Frente Renovador el análisis es simple: que Zamora dé un paso al costado. Incluso le dan opciones: “Yo creo que Julio podría ir descansando un poco”, sostuvo el concejal massista, Fernando Mantelli en diálogo con La Noticia Web. Y agregó: “Él viene trabajando en una lógica vecinalista del Frente de Todos, si vos miras su gabinete tiene una lógica vecinalista, sería interesante que recorriera ese camino y el Frente de Todos quedaría mucho más genuino”.

Ahora Zamora tiene por delante la opción de plantarse y dar la batalla y moverse. El problema es que no cuenta con una estructura ni una referencia más allá de lo local. Y es por eso que desde el Frente Renovador lo empujan hacia afuera.

Es un caso parecido al de Festa en Moreno. Si quiere jugar, que abra la interna y que la gente decida. Y sino que se presente como lo que es: un vecinalista”, le dijo a este medio un dirigente del Frente Renovador.

La referencia es a que en 2019, Festa se quedó sin la banca interna y abrió una PASO en la que terminó siendo vencido por la actual intendenta Mariel Fernández. Dos años más tarde el exintendente presentó a su mujer, la actual participante de Gran Hermano, Romina Uhrig, como candidata a concejal; pero solo sacó el 2 por ciento de los votos.