El debate por la creación de nuevas universidades impacta de lleno hacia adentro de la UCR

“Tengo mucha tristeza y decepción". El golpe fue seco. Duro. Y dejó secuelas. Así se le expresó a Data Clave el jefe comunal José Luis Salomón, a cargo de Saladillo, uno de los distritos donde está proyectado la instalación de las nuevas universidades que el Frente de Todos llevó días atrás al Congreso pero que, debido a un posicionamiento interno de la oposición (que terminó en escándalo), quedó postergado.

“No perdemos las esperanzas, pero me hubiese gustado que se apruebe y que no se impongan temas políticos que no tienen nada ver con lo que significa para los municipios y las regiones poder avanzar en esto”, agrega Salomón. Y asegura que el sentimiento es mayor. Y lo confirma: “Me da bronca”. 

Lo que vive Salomón es lo mismo que le toca atravesar a los otros jefes comunales de los distritos en los que se busca crear nuevas universidades: Tigre, San Fernando y Escobar (Delta), Pilar y Cañuelas (Cuenca del Salado). La expectativa es amplia. Pero a diferencia de los distritos mencionados, Salomón es radical. El único intendente opositor al frente de un distrito donde se busca instalar una nueva casa de estudios. Y esa bronca de la que habla está dirigida justamente hacia sus correligionarios (la UCR tiene diferentes posturas al respecto) y los socios de Juntos.

La posición de Salomón no es la única. Como se sabe, desde Evolución también apoyó, de manera parcial, el acompañamiento a la creación de universidades. “Espero que tengamos una sesión más. Tienen amplios consenso en las comisiones. Las universidades significan progreso y futuro e igualdad de oportunidades. Son herramientas muy útiles y apuntan al desarrollo. Hoy hay incertidumbre sobre si se va a tratar o no”, aseguró la diputada Danya Tavella, en diálogo con Data Clave. Y agregó que “hay miradas y matices. Algunos sostienen que los fondos deberían tener otro destino. Hay que profundizar el debate”.

Cabe recordar que la falta de quórum de la oposición fue una respuesta a la decisión de la presidenta de la Cámara baja, Cecilia Moreau que dejó sin efecto la nómina de legisladores designados para integrar el Consejo de la Magistratura. Hubo gritos y el clima se puso hostil.

La sesión especial impulsada por el Frente de Todos había iniciado con el quórum de 129 diputados, con el Frente de Todos y la colaboración de los partidos minoritarios. Juntos ingresó cuando el oficialismo había obtenido el quórum y sus legisladores empezaron a gritarle a Moreau que la sesión era inválida. Fue un escandalo que rozó el papelón.

También en diálogo con este medio, el diputado bonaerense Walter Abarca (FdT), oriundo de Saladillo, aseguró que la posibilidad de avanzar en la creación de las universidades será “un hecho trascendental. Además por la ubicación de Saladillo sería un espacio clave para la región. Incluso debería ser Universidad del Salado, y agarrar toda la zona centro de la Provincia. Para Saladillo es un antes y después”.

Lo cierto es que el escándalo de la sesión pasada ocultó las diferencias internas que hay en Juntos con respecto al acompañamiento de esta iniciativa. La crítica de un sector es que se trata de un proyecto de claro tenor político. Y la crítica principal está puesta en la intención de que la Universidad de Ezeiza pase de provincial a nacional. el cuestionamiento está puesta en la intención de modificar las autoridades por parte del Frente de Todos. Días atrás, tras una asamblea, se había elegido por la continuidad de Daniel Galli, actual rector referenciado con el radicalismo.