La interna en el peronismo bonaerense avanza día tras día. Y, por el momento, todo parece indicar que no están las condiciones dadas para que la espuma baje. La rosca no para. Y las declaraciones cruzadas toman fuerza de cara a lo que será una fuerte discusión hacia adentro del espacio por la toma de decisiones rumbo a los comicios legislativos del año próximo.

Desde distintas corrientes internas ya dejaron en claro que buscan que la expresidenta Cristina Fernández suelte la lapicera y así poder dar la discusión de cara a la gente a través del voto. En otras palabras, pretenden terminar con las resoluciones entre cuatro paredes para que sean los votantes quienes pongan a sus candidatos en una elección clave para lo que podría ser no solo la segunda parte del gobierno de Javier Milei sino también la primera mitad de quien esté al frente en 2027.

Con este contexto de fondo, los dirigentes que promueven al gobernador Axel Kicillof para la pelea presidencialista salieron a marcar la cancha y a preparar aquello que, en definitiva, será la base de su principal objetivo: dar la pelea legislativa de 2025 en las urnas.

Claro, para lograr ese objetivo el nuevo “kicillofismo” quiere dar la discusión hacia afuera e instalar la problemática interna para, de esa forma, romper las cuatro paredes y colocar la mayor cantidad de representantes propios. No es un camino fácil. Las corrientes internas son varias. Al igual que las discrepancias. 

De ahí las declaraciones de CFK cuando tras la visita de dirigentes sanjuaninos unidos pese a sus diferentes corrientes internas aseguró que “cuando las diferencias son a veces por un lugar en la lista, punto. Más en este tiempo, con los problemas que tiene la sociedad y la gente, estar discutiendo por un lugar en la lista, por Dios”.

Algo que reafirmó en Quilmes, junto a la intendenta Mayra Mendoza, cuando sostuvo que “los dirigentes y los militantes tienen que estar preparados, no podemos salir más a la bartola e ir a un canal de televisión a putear a otro compañero. Vayan a hablar de las cosas que le interesan a la gente. No hay que discutir pelotudeces”.

Corriente propia

“Cristina es una líder natural, pero necesitamos que alguien conduzca el movimiento y eso hay que construirlo”, afirmó en las últimas horas uno de los principales promotores de la candidatura nacional de Kicillof: el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi. Lo hizo desde Berazategui, en compañía de su par, Juan José Mussi, quien celebró el regreso “a la senda del peronismo sin ismos” en clara distancia con el kirchnerismo.

El exministro de Desarrollo Territorial fue contundente en relación a cómo buscan encarar el próximo debate: “Vamos a generar las herramientas que tengamos que generar para competir en 2025, viene un tiempo en que esto se dirime en las urnas”. 

Y agregó: “Esto hay que dirimirlo en una primaria inexorablemente en 2025, es la herramienta por la que vamos a trabajar. Construir mayorías significa que en una lista aparezcan la mayor cantidad de compañeros que representen cosas distintas, sino hay catorce compañeros que representan lo mismo, son leales al dirigente pero no representan a nadie”.

La referencia tuvo destinatario. “Los que reclaman la unidad la quieren teniendo la lapicera, si yo tengo la lapicera es fácil la unidad, perdemos elecciones y hay sectores internos nuestros que cada vez tienen más representantes. Berazategui no tiene, Avellaneda tiene uno que no responde a mi y me quiere competir", afirmó en relación al camporista Emmanuel González Santalla, cercano al presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner.

“Si seguimos el camino de la toma de decisiones entre cuatro paredes vamos a terminar mal. Siempre decimos que nosotros volvemos para solucionar todo, pero solo se puede hacer con la gente adentro y no sobre qué le conviene a un dirigente o a otro. El peronismo nunca va a desaparecer, pero cada vez hay menos dirigentes que responde al peronismo como tal”, le dijo a Data Clave un dirigente bonaerense de peso territorial.

Lo cierto es que la presentación de Patria y Futuro, la línea interna con la que un sector del peronismo bonaerense busca proyectar a Kicillof rumbo al 2027, tiene como fin generar las bases y condiciones para dar esa discusión interna. Es por eso que el gobernador afina el vínculo con los jefes comunales que lo apuntalan como Ferraresi, Julio Alak, Fernando Espinoza y Mario Secco, principalmente.

Con Carlos Bianco a la cabeza y Andrés "Cuervo" Larroque como armador, el mensaje ya bajó a los territorios para comenzar a organizar el movimiento en los distritos y así generar el mayor caudal posible para poder tener representación no solo en el Congreso de la Nación sino también en la Legislatura bonaerense y los concejos deliberantes.