La cena de la Asociación de Magistrados es históricamente un lugar de rosca. La de esta semana no fue la excepción pero además se vio atravesada por la despedida de Juan Carlos Maqueda, el integrante de la Corte Suprema que se irá de la Corte este 29 de diciembre, día en que cumple 75 años.

Que la Corte quede con 3 integrantes es un problema para el Gobierno, que no logró impulsar a sus dos candidatos y que coquetea con la posibilidad de nombrar en comisión a Ariel Lijo y Manuel García Mansilla. 

Esa pelea promete varios capítulos, ya que desde Tribunales aseguran que el Máximo Tribunal puede funcionar con tres jueces y que un nombramiento en comisión atentaría contra los mecanismos constitucionales. El Ejecutivo habla de fragilidad institucional y no desmiente el avance a lo Mauricio Macri en 2015.

“Si yo lo pudiera sacar mediante el Senado, lo sacaría mediante el Senado. Si me aparece la demanda pero el Senado no resuelve, lo tendré que resolver yo. Transitoriamente resolvería esa demanda y luego el Senado lo convalidará o lo rechazará", aseguró Javier Milei desde Italia.

Más problemas

Concentrado en ese panorama, en los pasillos judiciales chicanear con que el oficialismo parece haberse “olvidado” de las 150 ternas que tiene en su haber y que afectan directamente al funcionamiento del sistema judicial. Habían prometido que saldrían “en tandas” durante noviembre y diciembre pero no pasó.

El ministro Mariano Cuneo Libarona escuchó los reclamos al respecto en la cena pero no dio mayores precisiones al respecto de cuando los enviaran al Senado. Tampoco respondió sobre la cuestión presupuestaria: el Poder Judicial y los ministerios públicos que engloban a fiscales y defensores enviaron los reportes de cuánto dinero necesitan para funcionar en 2025. Sin Presupuesto en general tampoco lo habría para los judiciales.

Los gremios de trabajadores reclaman hace meses por el deterioro salarial, debido a que nunca hubo una recomposición después de la devaluación de diciembre 2023 y enero y febrero 2024. Al contrario de la imagen pública, los últimos aumentos recibidos fueron de un 2%.

No solo están en peligro los salarios sino también el funcionamiento en si del sistema: si no hay dinero para cubrir los recursos básicos que se necesitan, el colapso podría hacer que se demoren aún más las causas.

Al conflicto en la Corte, las vacantes y lo presupuestario se le agrega lo que jueces vienen notando: a muchos integrantes del gobierno no les interesa en lo más mínimo lo que diga la Constitución o las resoluciones judiciales. “¿Qué sería de la democracia si nosotros empezamos a ceder en los controles?”, se preguntó el jueves Maqueda.

“Tenemos cada vez más desafíos por delante y que a esta democracia que tanto ha costado conseguirla en este país y consolidarla, la tenemos que defender todos los días, también desde el Poder Judicial, poniéndole límites a quienes se extralimitan permanentemente desde los poderes ejecutivos”, se despidió Maqueda, que cosechó aplausos y elogios de casi todos los judiciales, excepto Ricardo Lorenzetti, que no estuvo en la cena y a quien tampoco se lo vio demasiado involucrado en los actos de los últimos meses.

El año electoral siempre frena o tranquiliza la tramitación de los expedientes. No obstante, Comodoro Py tendrá un año agitado con el juicio a Cristina Fernández de Kirchner, por ejemplo. Hasta ahora, más allá del capítulo que tuvo Capital Humano en dos fueros (federal y contencioso administrativo), el Gobierno no tuvo grandes complicaciones. ¿Se mantendrá?