Cumbre por el transporte: el gobierno porteño pidió que se sume la provincia de Buenos Aires a la mesa
Los representantes de CABA calificaron como “una buena primera reunión” la que mantuvieron este jueves en el Ministerio de Transporte y reclamó “trabajar en equipo” con la administración bonaerense para alcanzar una “solución viable para el usuario”.
Desde hace varios días se inició un nuevo capítulo de enfrentamientos entre el gobierno nacional y la administración de la Ciudad de Buenos Aires. En esta oportunidad, el choque tiene que ver con la intención de Casa Rosada de que el Ejecutivo porteño se haga cargo de los subsidios en materia de transporte. En concreto, se busca el traspaso de 32 líneas de colectivos de Nación a CABA.
Por este motivo, el Ministerio de Transporte de la Nación y el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires se reunieron este jueves para discutir el costo de los subsidios a las mencionadas 32 líneas de colectivos, que el año pasado fue de alrededor de 14.600 millones de pesos.
“Tuvimos una buena primera reunión. En donde acordamos algunos conceptos básicos que son relevantes”, sostuvo, en declaraciones a la prensa al salir del encuentro, el ministro de Gobierno porteño, Jorge Macri, quien encabezó la comitiva de funcionarios locales junto con la secretaria de Transporte, Manuela López Menéndez.
Según manifestó, “la posibilidad de transferir el transporte, las 32 líneas que se mueven dentro de la ciudad requiere un acuerdo y una aceptación concreta de la ciudad, pero definido por el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta y una voluntad de sentarnos a ver si podemos construir un acuerdo en ese sentido”.
Macri indicó que “hacia adelante, la Nación deberá convocar también a la provincia de Buenos Aires para entender cuál es la mirada de la provincia” y subrayó que “no hay manera de administrar el sistema de transporte como el de colectivos sin un acuerdo entre las tres partes”, en referencia a los gobiernos nacional, bonaerense y porteño.
“Hay que trabajar en equipo, no hay manera de darle una solución viable, fácil e inteligente al usuario de todos los días si no trabajan ciudad, provincia y Nación”, reiteró.
El objetivo del equipo que conduce el Presidente Alberto Fernández es que la administración de Horacio Rodríguez Larreta se haga cargo de ese gasto y distribuir esos fondos en el resto de las provincias. Así, Nación mataría dos pájaros de un tiro: soluciona la disparidad con la Ciudad y responde al reclamo de varios gobernadores por las tarifas.
Cabe recordar que dos de los mandatarios que dieron el golpe sobre la mesa son “aliados” de Larreta: el jujeño Gerardo Morales y el correntino Gustavo Valdés. “Pagan el boleto $18 y los jujeñitos pagamos $50. ¿Por qué esa injusticia? Levántenlo a $50. ¿Por qué los yutitos jujeños tenemos que pagar $50 y ellos un subsidio por $750 mil por unidad?”, cuestionó Morales.
Respecto de lo que está en discusión esta tarde, el traspaso se daría solamente con las 32 líneas que comienzan y terminan sus recorridos dentro de la Capital Federal. Así, la administración porteña deberá analizar qué hará con las tarifas porque puede mantener el subsidio o aumentarlas. Las otras 268 líneas que cumplen servicios entre la Ciudad y el Conurbano mantendrían los subsidios como están.
El dato duro y que generó discordia a nivel nacional es que mientras el boleto mínimo cuesta $18 en CABA y el conurbano bonaerense, en Córdoba, Rosario, Mar del Plata o Bariloche está entre 60 y 70 pesos. Desde el Ministerio de Transporte adelantaron que el Gobierno busca un trato “igualitario” y “federal”, en consonancia con lo que reclaman “otras jurisdicciones, tanto oficialistas como opositoras”.
La discusión de fondo es sobre quién se hace cargo del ajuste en el valor del pasaje, si el gobierno nacional o la administración porteña. De ahí la demora en el traspaso y las acusaciones cruzadas. Ninguno quiere pagar el costo político del aumento de la tarifa. Desde el entorno de Larreta aseguran que buscan erosionar el capital político del mandatario de Ciudad.
Por su parte, el jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel, reclamó que el traspaso se haga por ley y con una mirada “metropolitana” de la problemática. “Es difícil pensar que un colectivo que atraviesa la Ciudad desde Avellaneda a Vicente López pueda tener una tarifa diferente con otra línea que hace parte de ese trayecto pero dentro de la capital, porque genera distorsiones muy importantes. Esto tiene que ver con la integralidad del colectivo, el tren, el subte y las tarifas tiene que tener una relación entre sí”, explicó.
En la ciudad de Buenos Aires circulan 135 líneas de autotransporte de pasajeros, de las cuales 103 son interjurisdiccionales (con recorridos que incluyen partidos del conurbano bonaerense), en tanto las 32 restantes tienen origen y destino dentro de su territorio. Son la 4, 5, 6, 7, 12, 23, 25, 26, 34, 39, 42, 44, 47, 50, 61, 62, 64, 65, 68, 76, 84, 90, 99, 102, 106, 107, 108, 109, 115, 118, 132 y 151.
La Casa Rosada alega que la Ley 26.740 que fue sancionada en 2012 nunca terminó de traspasarle el transporte a CABA. En esa ley, sancionada mientras Mauricio Macri era el jefe de Gobierno, se estableció en su artículo 2° que “corresponde a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ejercer en forma exclusiva la competencia y fiscalización de los servicios públicos de transporte de pasajeros, a nivel subterráneos y Premetro; de transporte automotor y de tranvía cuya prestación corresponda al territorio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”.