La Cámara de Diputados logró aprobar la nueva ley de moratoria previsional, mediante la cual el Gobierno estima que alrededor de 800 mil personas podrían acceder a su jubilación. La votación se impuso con 134 votos positivos y 107 negativos.

El primer escolló que debió atravesar el oficialismo fue la constitución del quórum para habilitar el debate. Cuatro diputados de la Izquierda, tres del Interbloque Provincias Unidas y al menos ocho integrantes del Interbloque Federal se sentaron en sus bancas. Desde este último espacio colaboraron para que comience de la sesión los bonaerenses de Identidad Graciela Camaño y Alejandro “Topo” Rodríguez, y los dos socialistas santafesinos, Mónica Fein y Enrique Estévez. Fueron los últimos en sentarse, a tres minutos de cumplirse el tiempo reglamentario.

El diputado Carlos Heller (FdT) afirmó que “en Argentina un tercio de la población presenta problemas de informalidad laboral y esto es lo que deberíamos resolver; mientras tanto este proyecto es un paliativo necesario hasta que se resuelva el problema de fondo”, estimó. 

A los rechazos se sumó el bloque de Javier Milei, el diputado libertario cargó contra el proyecto por el impacto fiscal. “Argentina es un deudor quebrado, para poder pagar la deuda se necesita tener un superávit primario fiscal positivo y acá seguimos con uno negativo. Si además sumamos jubilados sin aportes al sistema, esto va seguir generando un mayor déficit”, dijo.

Desde los bloques opositores que apoyaron, el diputado Alejandro “Topo” Rodríguez, presidente del interbloque Federal aseguró que “nuestro interbloque va a acompañar este proyecto de ley pero advertimos acerca de que los gobiernos tienen que hacerse cargo de no asignar derechos cuando ya se rompió el derecho básico: tener un trabajo remunerado con aportes jubilatorios”, sentenció.

Por su parte, desde la Izquierda, apoyaron el proyecto pero con críticas. “Esta moratoria no compensa el robo sistemático a los jubilados”, afirmó la diputada Romina del Pla. 

En el cierre, Silvia Lospennato (JxC), apuntó contra el oficialismo: “venimos con la frente en alto a este debate porque fuimos nosotros lo que les devolvimos con la reparación histórica lo que el Frente de Todos le robó durante tantos años”.

“Cada vez que deciden aplicar populismo para distribuir la pobreza la pagan los propios jubilados, después de cada crisis, pagan el pato roto”, afirmó la diputada macrista.

Por último, el cierre de la bancada oficialista lo hizo Máximo Kirchner (FdT), y argumentó la intención de la medida oficialista. “Hay 800.000 personas que les va a faltar menos que ayer, es lo mejor que está pasando hoy. Esta ley no origina déficit fiscal, el Estado invierte en sus habitantes, son argentinos que necesitan la presencia del Estado argentino”, fundamentó.

Además, envió un gesto a la oposición por los carteles difamatorios que aparecieron en ANSeS pero dejó un dardo: “entiendo a la oposición que esté enojada, ahora un poco de empatía por los que vimos que le gatillaron en la cabeza a la vicepresidenta”.

En el último día de la convocatoria a extraordinarias y después de un par de intentos fallidos, el Frente de Todos se pudo quedar con la aprobación de un proyecto clave para una parte de la coalición.