Cómo será la etapa que viene en la Provincia de Buenos Aires a partir del 21 de septiembre
Aunque existe hermetismo sobre las definiciones, la gobernación de Axel Kicillof estudia aperturas en el corto plazo. Por primera vez observan mejor panorama en el AMBA que en el interior. Qué se flexibilizaría.
En las próximas horas el gobierno de la Provincia dará a conocer cómo siguen las restricciones en territorio bonaerense. Están previstas más reuniones con infectólogos y con los intendentes para analizar la realidad epidemiológica en cada distrito y a partir de allí, establecer un cronograma de medidas. Desde La Plata cuentan que lo que se determine “se va a saber más sobre el fin de semana”.
Si bien dan margen para creer que puede haber actividades que se retomen, Buenos Aires seguirá en fase de Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio aunque la calle diga lo contrario. “Podemos apuntar en las próximas semanas a desandar el camino con mayores flexibilizaciones”, dicen. Dependerá de si se consolida o no la tendencia que las autoridades vienen observando.
En la cartera sanitaria provincial ven que en los últimos 14 días la curva de contagios en el Área Metropolitana de Buenos Aires se está amesetando en un nivel alto de casos, algo similar a lo que ocurre del otro lado de la General Paz hace algunas semanas. Esto permitiría pensar en flexibilizaciones, aunque estudiarán la cantidad de positivos en las próximas dos o tres semanas para avanzar hacia más aperturas: “Si se mantiene, se abre un panorama nuevo”, cuentan desde el entorno del ministro Daniel Gollán, aunque descartan modificaciones sustanciales en la etapa que comienza después del 21.
La preocupación por estos días pasa por el interior de la Provincia: “Tuvimos pico en Bragado, quilombo en Olavarría, hubo que restringir circulación en Tandil y en Mar del Plata”, sostienen. Actualmente, en todo el territorio solo quedan 17 o 18 distritos en fase 5 y la tendencia es que vayan cerrando actividades frente al marcado avance del coronavirus en algunos distritos. Las autoridades creen que “el interior va en un proceso inverso al AMBA”.
En el Gran Buenos Aires podría haber flexibilizaciones de acá a tres semanas, fundamentalmente en el rubro comercial. “Avanzaremos hacia un esquema de apertura de comercios con protocolo estricto para bares y restaurantes”, sueltan. Algo similar a lo que ocurre en San Isidro hace unas semanas, cuando el intendente Gustavo Posse se “rebeló”, estableció el take away plus y permitió a los bares poner mesas en la calle. “Fue un esquema adelantado y fuera de lugar”, creen. En tanto, los shoppings seguirán inhabilitados al igual que “las cosas más vinculadas a la estética, a lo recreativo” a diferencia de la Ciudad “que va más por esas cosas”.
En declaraciones públicas, esta mañana en una presentación de infraestructura para distintos municipios el gobernador Axel Kicillof dijo que están “buscando el punto justo entre rigidez y flexibilidad, que en la Provincia es casi una proeza”. Por su parte, el jefe de gabinete Carlos Bianco dijo que “no están dadas las condiciones para hacer cambios en la cuarentena”. Desde hoy hasta el fin de semana definirán los anuncios en diálogo con Nación, y aunque a priori el AMBA no vería grandes modificaciones, después de mucho tiempo empieza a hablarse de una reapertura.