CFK rompió el silencio: "Hubo demasiada sangre en la Argentina para que sigan amenazando con balas"
La vicepresidenta de la Nación bajó de su residencia y brindó un breve discurso para los simpatizantes presentes. Les agradeció la compañía y les pidió que vayan a descansar. "No aceptan que el pueblo puede expresarse y reclamar cosas diferentes a los que ellos quieren darle", reclamó.
La vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, rompió el silencio y brindó un discurso público junto a sus manifestantes en el barrio porteño de Recoleta, luego de los graves incidentes que se dieron entre los militantes y la Policía de la Ciudad de Buenos Aires.
"Desde el día martes cuando el partido judicial pidió 12 años de condena por cada año de los mejores 12 años que tuvo el pueblo argentino. Desde ese día se produjeron a lo largo y a lo ancho del país. Sin embargo, en el único lugar en el que en el día martes hubo escenas de violencia fue aquí, en la Ciudad de Buenos Aires y la puerta de mi casa", comenzó diciendo la expresidenta en un improvisado escenario.
El discurso se dio pocos minutos después de que se expresara públicamente el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien defendió el accionar de la Policía de la Ciudad y acusó a algunos manifestantes de generar los hechos de violencia.
"Dicen que los violentos somos nosotros. Los hemos visto quemar barbijos, violar la cuarentena sin importarle nada y nunca hubo un solo policía ni Federal ni de la Ciudad que pudiera siquiera molestarlo cuando aún estaban respetando la ley. El derecho a la libertad de expresión es fundamental", lanzó Cristina, acusando a la oposición.
Y agregó: "Los hemos visto colgar bolsas mortuorias con las caras de nuestros principales dirigentes políticos. Pero los violentos somos nosotros. Los vimos colgar guillotinas, es increíble el grado de cinismo y de perversión y de no hacerse cargo de lo que quieren: exterminar al peronismo".
Cristina Kirchner le reclamó a Juntos por el Cambio que los dirigentes están compitiendo para ver quién es más "duro" con los movimientos populares y representativos del peronismo. "Esas competencias para ver quién castiga más nunca llegaron a buen puerto y tienen muy mala historia. No repitan experiencias de la que después todos tenemos que lamentarlos. Ha habido demasiada sangre en la Argentina para que sigan amenazando con tiro, bala y gas lacrimógeno para los que piensan diferente", planteó.
"No es cierto que estaban durante el día, era durante el día cuando iba al Senado y a la tarde cuando volvía para manifestar y dar apoyo. No deseaban la muerte a nadie, apoyaron humildemente a un espacio político que tanto logró para la Argentina, por más que quieran negarlo", defendió también a los simpatizantes que fueron a acompañarla durante estos cinco días.
Y por último, cerró: "Quiero decirle que gracias y pedirles que vayamos a descansar un poco, ha sido un largo día. Los quiero mucho y siento que cada uno de ustedes es un poco hijo mío y yo me siento madre de todos ustedes".