La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció este jueves que recusará a la jueza federal María Eugenia Capuchetti por "boicotear" la investigación del ataque que sufrió en la puerta de su casa al no profundizar la pesquisa respecto del diputado nacional Gerardo Milman.

En un video que difundió a través de las redes sociales, sostuvo que "cuando aparecieron las primeras pruebas que involucran a la política con el ataque, la jueza Capuchetti paralizó y boicoteó la investigación. Es evidente que el partido judicial no quiere a Cristina como víctima, la quiere presa o muerta".

La vicepresidenta apuntó a Milman, quien fue viceministro de Seguridad durante el gobierno de Mauricio Macri y es diputado nacional por el PRO, a partir de la declaración de un testigo que declaró en la causa.

El video sostiene que dos días antes del atentado que ocurrió el 1 de septiembre, un testigo se sentó ante la jueza Capuchetti para decir que escuchó en el bar Casablanca, situado frente al Congreso, a Milman, que estaba junto a dos mujeres expresar lo siguente: "cuando la maten yo voy a estar camino a la costa".

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En la causa se comprobó que Milman estuvo ese dia con las mujeres en el bar, que son sus asesoras y que efectivamente viajó al dia siguiente, un día antes del atentado, a la costa, como había anunciado.

La dos mujeres fueron citadas a declarar y aunque al principio mintieron, porque negaron la reunión y haber estado en Casablanca, luego lo reconocieron cuando les mostraron los videos que registraban su presencia en el lugar, cuando entraban y salían del lugar.

Una de las asesoras que mintió, cuando como testigo tiene la obligación de decir la verdad, es Carolina Gómez Mónaco, una ex miss Argentina, quien con esos antecedentes Milman nombró como directora de la Escuela de Inteligencia Criminal en 2017. Además es la dueña de un centro de estética que creó el mismo año en que la nombraron funcionaria. Un claro ejemplo de que inteligencia y belleza pueden ir de la mano.

Gómez Mónaco además tiene otra empresa donde su socia es María Mroue, una panelista de Crónica TV, donde Brenda Uliarte y Fernando Sabag Montiel, los dos detenidos por el atentado, aparecieron varias veces antes del ataque para hablar en contra del gobierno y asegurar que se ganaban la vida vendiendo copos de azúcar.

"¿Hay otras conexiones entre Milman y el intento de asesinato de Cristina?", se pregunta el video. Y recuerda que el legislador presentó el 18 de agosto, 13 días antes del atentado, un proyecto de declaración alertando que "un iluminado podría realizar un posible ataque a la figura de Cristina". Uno de los cofirmante del proyecto fue el diputado Francisco Sánchez quien días antes había pedido la pena de muerte para CFK.

"Sin Cristina hay peronismo, sin peronismo sigue habiendo Argentina", concluye el proyecto del legislador.

La vicepresidenta sostiene que pese a esos indicios, la jueza Capuchetti no decidió tomar ninguna medida respecto de Milman. Cómo mínimo, llamarlo a declarar como testigo para explicar lo que dijo en el bar y los fundamentos de su llamativo proyecto de declaración.

La línea Milman no es la única punta política que hay en la Justicia respecto del ataque contra Cristina. En la causa que tiene el juez Marcelo Martínez de Giorgi se investigan los vínculos entre los miembros de la organización ultraviolenta Revolución Federal con una empresa de la familia Caputo, que pertenece al exministro de Finanzas de Mauricio Macri.

Ya existen evidencias de que Brenda Uliarte participó en alguno de los actos organizados por Revolución Federal, pese a los cual la jueza Capuchetti no quiso sumar ese expediente a la causa del atentado.

Tras la presentación de la recusación, la jueza Capuchetti la puede rechazar al sostener que mantiene la imparcialidad en el expediente. Y los abogados de CFK pueden recurrir eventualmente ante la Cámara Federal o la Cámara de Casación, para que se nombre a otro juez.

Pero más allá de las peripecias judiciales, lo que hay que dilucidar es si el atentado sólo fue obra del grupo de emprendedores vendedores de copos de azúcar o detrás hubo dirigentes políticos o empresarios, como sostiene CFK, respecto de Milman, segundo de Patricia Bullrich, precandidata a la presidencia por el PRO y ministra de Segurida de Macri.