Bullrich y Sturzenegger impulsan el nuevo REGINAVE, que desregula el sector marítimo y fluvial
El Gobierno oficializó el nuevo Régimen de Navegación Marítima, Fluvial y Lacustre. La medida busca simplificar el sector, eliminar trámites innecesarios y aumentar la competitividad. El decreto 37/2025 otorga a la Prefectura Naval la fiscalización de las nuevas disposiciones.
Tal como se había anticipado, el Gobierno nacional oficializó el nuevo Régimen de Navegación Marítima, Fluvial y Lacustre (REGINAVE), que promete revolucionar la actividad náutica en el país. La normativa fue publicada mediante el decreto 37/2025 en el Boletín Oficial y delega en la Prefectura Naval Argentina (PNA) la tarea de supervisar el cumplimiento de las disposiciones.
La reforma, presentada por los ministros Patricia Bullrich y Federico Sturzenegger, busca reducir la burocracia, modernizar procedimientos y otorgar mayor libertad operativa a los usuarios del sector. Según el decreto, se eliminan "trámites redundantes y duplicados" que generaban costos innecesarios.
Durante un acto en Puerto Madero, Bullrich destacó: "Esperamos que la actividad se triplique en los próximos diez años. Este régimen permitirá estándares internacionales, mejoras en la construcción de buques y un esquema simplificado para unidades de mayor porte".
Con su característico estilo, la ministra enumeró una serie de cargas eliminadas: "Sin libertad económica, afuera; trámites inútiles, afuera; permisos absurdos, afuera". Mientras tanto, Sturzenegger ejemplificó los cambios: "Ya no será obligatorio llevar elementos de respeto, como backups eléctricos, cuando las operaciones no lo requieran. Cada uno decidirá según sus necesidades".
Entre las modificaciones más destacadas se encuentran:
- Reconocimiento de la libertad económica y contratación.
- Incorporación de certificaciones internacionales sin homologación local.
- Simplificación de la matriculación y transferencia de buques, eliminando la necesidad de permisos estatales.
- Régimen especial para buques deportivos, que podrán realizar actividades comerciales con permisos de hasta 10 años.
- Modernización en el manejo del personal y digitalización de trámites.
- Eliminación de la obligatoriedad de contratar serenos y baqueanos, salvo en casos específicos.
Desde el Gobierno consideran que la medida fortalecerá la competitividad del sector, atraerá inversiones y facilitará la operación tanto de grandes empresas como de usuarios independientes.
En cuanto a la explotación petrolera y el buceo profesional, se validarán certificaciones internacionales, eliminando la necesidad de homologación por parte de la Prefectura. Esto también impactará en las actividades deportivas, delegando la emisión de carnets en federaciones náuticas.
Con esta reforma, la administración de Javier Milei busca posicionar a Argentina como un hub competitivo en la región, marcando un cambio en la regulación náutica que apunta a dinamizar la economía fluvial y marítima. Según fuentes oficiales, la implementación de estas medidas será monitoreada para evaluar su impacto a mediano y largo plazo.