El Ejército israelí informó este lunes que retomó el control de localidades del sur del país atacadas por Hamas cerca de la Franja de Gaza, pero admitió que "podría haber aún terroristas en la zona", según un portavoz militar.

Más de 700 israelíes murieron en el ataque y 2.150 resultaron heridos, según un nuevo balance publicado por el Ejército esta mañana, y del lado palestino se llevan registradas 436 muertes, de acuerdo con las últimas cifras de difundidas por autoridades locales. Sin embargo, el Ministerio de Salud israelí dijo este mediodía que el número de muertos en Israel supera los 800, y que la cantidad de heridos en los hospitales asciende a más de 2.400.

A su vez, decenas de miles de soldados israelíes están siendo desplegados cerca de la Franja de Gaza, un empobrecido territorio con 2,3 millones de habitantes, controlado por Hamas desde 2007.

El ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, ordenó este lunes un "asedio completo" del enclave: “Estamos imponiendo un asedio total a Gaza (...) ni electricidad, ni comida, ni agua, ni gas, todo cerrado”.

El Ejército israelí concentra también sus esfuerzos en salvar a los ciudadanos secuestrados por Hamas, más de un centenar según el Gobierno. En este escenario, el primer ministro, Benjamin Netanyahu, pidió a los israelíes prepararse para una guerra "larga y difícil" y el Ejército anunció la próxima evacuación de todos los habitantes de zonas cercanas a la Franja de Gaza.

El ataque de Hamas fue condenado por numerosos países occidentales y Estados Unidos empezó ayer a enviar ayuda militar a Israel y a dirigir hacia el Mediterráneo a su portaaviones "USS Gerald Ford". En tanto, China condenó hoy cualquier acción que atente contra los civiles y abogó por un alto el fuego; mientras que la Unión Europea (UE) convocó para una reunión de cancilleres de emergencia para mañana.