El canciller Felipe Solá se encuentra en Nueva York acompañado por Daniel Filmus, secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur. El viaje está motivado por la sesión que este jueves protagonizará el Comité Especial de Descolonización, el C-24, un órgano de las Naciones Unidas integrado por 29 países.

La presencia de Solá y Filmus tiene como objetivo ratificar el reclamo argentino por la soberanía de las Islas Malvinas y además, reclamar por la militarización que el Reino Unido ha llevado adelante en estos últimos meses. 

La resolución se discutirá esta mañana y el Gobierno descarta que se apruebe por consenso. Allí se pedirá ratificar en la intención de “dialogar con el Reino Unido, nuestra presencia civil y legal desde 1820, los antecedentes de los 20 gobernadores españoles y el acuerdo de 1971 con Gran Bretaña para trabajar juntos, y vamos a volver a insistir con nuestra oferta de becas universitarias para estudiantes de Malvinas”, según comunicaron desde el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto.

Militarización

Una de las primeras advertencias que cursó Cancillería fue el miércoles 6 de enero de este año. En el tercer comunicado del año, el Palacio San Martín informó que se había “tomado conocimiento de que durante los últimos días el Reino Unido ha realizado, una vez más, ejercicios militares en las Islas Malvinas, donde participaron, entre otros, soldados del Grenadiers Guards y del Scots Guards en conjunto con fuerzas de la Royal Navy de la Royal Air Force”. 

El 16 de marzo Cancillería llamó otra vez la atención al Reino Unido, esta vez en un mensaje al premier Boris Johnson, que en la Casa de los Comunes expuso sobre una Revisión Integrada de Seguridad, Defensa, Desarrollo y Política Exterior, que representaba destinar más recursos para fortalecer la militarización de las islas. A modo de respuesta, Argentina insistió en la denuncia respecto a que “uno de los objetivos principales del Reino Unido es sostener una base militar en Malvinas”. “Las consideraciones postuladas por el primer ministro Johnson reiteran la tradicional mirada colonialista del Reino Unido sobre las Islas Malvinas y el conjunto de posesiones británicas alrededor del mundo”, agregó el comunicado. 

El 9 de abril se comunicaría otro “enérgico rechazo del Gobierno argentino a ejercicios militares misilísticos en Malvinas”, señalando que en las islas se realizaron “maniobras militares y el lanzamiento de misiles en particular”, lo que constituye “una injustificada demostración de fuerza y un deliberado apartamiento de los llamamientos de las numerosas resoluciones de las Naciones Unidas y de otros organismos internacionales”. Semanas más tarde se notificaron nuevos lanzamientos de misiles, otra vez rechazados por Cancillería.

Base Militar Mount Pleasant en las Islas Malvinas

Pero en esos días, el Gobierno presentó además una queja ante Uruguay por colaborar con los vuelos británicos a Malvinas. Esa queja fue una reacción a una denuncia de la abogada Valeria Carreras. Uruguay contestó que los Air Force que partieron desde Montevideo se debían a “vuelos humanitarios”, pero aquella queja obligó al Reino Unido a modificar la ruta. A partir de ahí comenzaron los vuelos diarios a la base militar Mount Pleasant desde África y con un P 300, que permite llevar tres veces más carga que un Hércules.

Base Militar Mount Pleasant en las Islas Malvinas

El reclamo para que el Reino Unido cese con la militarización en las Islas ocupadas ilegalmente se retomará este jueves en el C-24. Y la línea manifestada por Argentina fue manifestada días atrás por el ministro de Defensa, Agustín Rossi: “A veces pienso que para Gran Bretaña la guerra no terminó, que es el día después del 14 de junio. No es inocua la acción de Gran Bretaña en materia de política de defensa”.