A cinco meses del desalojo de Guernica: ¿qué pasó con las familias desplazadas y qué hizo la provincia?
Fue uno de los conflictos más resonantes de 2020. Propietarios contra usurpadores sin techo ni hogar. En el medio la política y la pandemia del coronavirus. ¿Cómo sigue hoy la vida de las 1400 familias afectadas? Data Clave habló con diversos protagonistas para conocer el "pos Guernica". Todos los detalles.
Fue un campo de batalla. Fue mediático. La vivienda es una necesidad, y también se trata de un derecho garantizado en la Constitución Nacional. El fin a la usurpación en Guernica culminó el 29 de octubre con un desalojo en manos de la Policía Bonaerense. Y después, ¿qué pasó?
Fueron meses de tensiones, negociaciones, presiones y oportunidades políticas. Por un lado el oficialismo, buscando extender el “crédito” de los propietarios para encontrar una solución; del otro lado, la oposición reivindicando a viva voz la “garantía de la propiedad privada” como derecho individual irrevocable.
¿En el medio? Gente sin tierra ni techo. La gestión bonaerense estuvo siempre enmarcada en Andrés “Cuervo” Larroque, a cargo del Ministerio de Desarrollo de la Comunidad desde junio de 2020, ocupando el lugar de Fernanda Raverta que asumió en Anses.
Al contexto de las exigencias, se le suma la pandemia del coronavirus, sin un panorama claro de la enfermedad, y con la vacuna que todavía era lejana e inimaginable. La Provincia de Buenos Aires intentaba persuadir a todas las familias de los terrenos, pidiendo la salida pacífica y firmando el retiro voluntario, comprometiendo así a que el Estado solucione un déficit habitacional.
Data Clave estuvo en el lugar de los hechos, así que no hay necesidad de buscar terceros para contar la historia. Estuvo ese mismo día cuando los flashes se los ganaban las topadoras, las balas de goma, los gases lacrimógenos y las gomeras caseras. Una “contienda” que no tuvo heridos graves, ni tampoco muertos, pero que dejaron imágenes sensibles, como la destrucción de las “instalaciones” de los usurpadores.
“Quemaron todas las cosas de mi señora, los documentos de mis hijos… todo. No me dieron tiempo a nada. Estoy en la calle con mis hijos loco… mal. No me dejaron sacar ni mis cosas… me quedo en la calle”, fue el relato más estremecedor de un ocupador que quebró en llanto y no tuvo consuelo.
Lo que no se contó posteriormente, fue que esa misma familia, liderada por Carlos, hoy tiene su casa y recuperó parte de lo perdido en esa violenta, pero también necesaria salida del predio. “Ahora hasta la casita me hicieron, así que estoy muy contento”, dijo en un video institucional.
¿Sorprende? El ojo mediático dejó de tener presión en ese lugar. Anteriormente habían drones y hasta periodistas con camarógrafos en helicópteros policiales, al mejor estilo de una película de acción con rodaje en Hollywood.
Lo concreto es que en Guernica el trabajo siguió y el Estado bonaerense buscó soluciones para familias sin viviendas. Con más y con menos, muchas familias reconocen la voluntad de arreglar el problema.
Los sectores de la izquierda reconocen que hoy la mesa de trabajo “está funcionando”, aunque previamente hubo “faltas de acuerdo” por querer ofrecer “nada más que subsidios sin una respuesta habitacional”. Desde este lado del conflicto, sostienen que fue clave el corte en Puente Pueyrredón, que iba a realizarse el 25 de noviembre y terminó siendo el 3 de diciembre, a raíz de la conmoción nacional por la muerte de Diego Armando Maradona.
Obviamente que se buscó abordar rápido el problema, porque uno de los temores era que esas mismas familias volvieran al poco tiempo a ocupar esas tierras. Sin embargo, fuentes de la Policía Bonaerense aseguraron a Data Clave que “hoy la zona está tranquila”, aunque sí existieron reclamos con movilizaciones a la municipalidad y la propia Gobernación tiempo atrás. “El conflicto está normalizado, con el correr del tiempo esto se fue diluyendo. Desconozco si siguen avanzando desde la Provincia, pero evidentemente fue así, sino el conflicto lo tendríamos nosotros”, agregaron.
Este medio diálogo con Santiago Fidanza, Director de Asistencia Inmediata bonaerense y explicó cómo fue el “pos Guernica”, un trabajo silencioso que a día de hoy sigue en pie en el propio centro de la localidad Presidente Perón.
“Nosotros estuvimos en el operativo todos los días fijos hasta noviembre. Después de noviembre hicimos operativos tres veces por semana para seguir haciendo trabajo territorial. Se generaron actas de acuerdo, donde se firmaban con las familias la desocupación voluntaria, y la correspondiente voluntad del Estado de entrar en un plan de Hábitat, junto con un plan de asistencia”, comenzó diciendo.
Desde el ministerio de Desarrollo de la Comunidad tienen un relevamiento sobre la toma que afectó a un universo aproximado de 1.400 familias, aunque sienten que gran parte de ellas se sumaron posteriormente al desalojo, y que muchas de ellas no tuvieron desde un primer momento en la usurpación. “Logramos un acuerdo con más de 700 familias, aunque los días anteriores no se veían siempre que estén en el predio”, le agregó a Data Clave.
De esos acuerdos se firmaron alrededor de 1.300 actas entre los desalojos voluntarios y el plan de Hábitat. Muchos se sumaron posteriormente al acuerdo y no se fueron voluntariamente, como el caso de Carlos, que en el video reconoció que “tenían miedo que les mintieran y que no les dieran nada”.
“Nosotros trabajamos en la zona porque mucha gente estaba alrededor del barrio y era el punto de referencia entre la toma y los vecinos. Hoy tenemos un punto en el centro de Guernica que sigue funcionando”, continúa relatando Fidanza.
Desde la cartera bonaerense sostienen que en términos de asistencia general hubo una inversión de más de $300 millones, sumado a que se viene trabajando en un plan de generación de lotes con servicios, algo que ya de por sí era un reclamo de la comunidad. La intención es que esos lotes terminen en los próximos 180 días.
En tanto, las familias se ubican cerca del lugar de desalojo con asistencia estatal, mientras que otras consiguieron algunos módulos de vivienda. Desde la propia gobernación bonaerense destacaron el trabajo en Guernica. Incluso no hubo rédito político desde las altas esferas, a tal punto que sentenciaron: “Lo que diga Desarrollo es nuestra postura oficial”.
“Esto nos ayudó a desactivar otros focos de tomas. Fue una forma novedosa de intervenir y que nos permitió trabajar en otros lugares. En Escobar ocurrió lo mismo y el ministerio aportó recursos para recuperar lo que perdieron. Logísticamente también se recuperaron terrenos, entre otras cosas. Se dio una capacidad distinta de respuesta estatal, dejando de lado la parte represiva”, resalta el funcionario tras el trabajo hecho en la zona.
La postura de la izquierda, distinta a la del oficialismo
“Las mujeres salimos a las calles, no nos resignamos. Luchamos por tierra, vivienda y trabajo. Nos dijeron que íbamos a ser prioridad, pero una vez más, eligieron a los que amasan fortunas y viven lujosamente”, fue uno de los videos convocantes de las mujeres de Guernica en el 8 de marzo, por el Día Internacional de la Mujer.
Data Clave también dialogó con Nicole Salvatierra y Juana Lissard, ambas desalojadas en Guernica y hoy anotadas en el plan de lotes con servicios que se negoció con el Gobierno provincial. Relatan cómo fue el desalojo del predio, los días posteriores y las tensiones para lograr los acuerdos.
“Yo estuve varios meses en Guernica. Hubo muchos problemas con el Gobierno y las organizaciones que estaban ahí adentro. No se pudo al principio lograr un acuerdo, porque solamente querían darle respuesta a 100 vecinos. Muchas familias tuvieron que irse a raíz del miedo, las denuncias y la permanente presencia de la policía”, manifestó Nicole, que también forma parte del PTS.
“Ante esta situación lo que hicimos fue organizarnos y preparar asambleas por nuestra cuenta, porque no confiábamos en los delegados de otras organizaciones. Y cuando negamos la firma del primer acta, ellos lo vendieron como que hubo acuerdo”, agregó.
Ambas coinciden en que el corte del Puente Pueyrredón fue clave para poder avanzar en acuerdos mutuos. Posteriormente se conformó la Asamblea Permanente, que también seguía en coordinación con la Comisión de Mujeres de Guernica.
“Los funcionarios no nos querían recibir ni atender el teléfono. Después de eso nos tuvieron que recibir a la fuerza. Ahí lo que hicimos fue mostrar nuestras condiciones y ponernos en contra de firmar el primer acta. Ellos aceptaron esto y se llevaron a cabo mesas de trabajo, y además esta solución formara parte del Plan Nacional del Góbierno”, remarcó Nicole.
La deducción es que, luego de las diferencias, hoy hay un punto medio de acuerdo y con buena predisposición. Todo esto después de intensos reclamos y meses de negociaciones entre Estado y organizaciones.
En tanto, Juana, que también estuvo en la toma y que forma parte del plan de vivienda, le manifestó a Data Clave que “hubo una mesa de trabajo durante todas las semanas, y mayormente en Guernica”. “Hay que ver si seguirán cumpliendo con lo que se fue acordando, porque algunos temas con el correr del tiempo se fueron dilatando”, agregó.
“Fue una pelea y donde después se encontraron acuerdos, pero espero que lo cumplan. La intención ahora es seguir tranquilos y esperando la respuesta. La última movilización fue de la Comisión de Mujeres por el 8 de marzo. Yo tengo la suerte de trabajar, pero hay familias que están muy necesitadas. Desde el Gobierno se comprometieron, veremos qué sucede”, concluyó.