Matías Kelly tuvo un paso de pocos meses durante 2012 y 2013 por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, cuando fue Jefe de Gabinete de la Dirección General de Atención Vecinal. Luego, conocido en el ex Ministerio de Desarrollo Social como "el Pérsico de Carolina Stanley", fue Secretario de Economía Social en la repartición. Había abandonado esos pasillos en diciembre de 2019 y volvió ahora, cuatro años después, de la mano de los liberales.

En febrero Sandra Pettovello lo nombró al frente del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social y ahora será el segundo de Yanina Nano Lembo en la Secretaría de Familia, Niñez y Adolescencia para intentar revertir los desaguisados y la pésima imagen que dejó Pablo De la Torre y su equipo de funcionarios que llevó con él desde San Miguel, donde todos tenían diferentes puestos municipales. 

Nano Lembo ya fungía como subsecretaria de Políticas Sociales del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales de Capital Humano cuando le tocó reemplazar a De la Torre, y también tiene un pasado en el PRO, más precisamente en el larretismo y en el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires donde, de 2021 a 2023, fue Directora General de Articulación Pública y Privada. También tuvo un rol efímero en CONIN, hoy en el centro de la tormenta como organización encargada de coordinar la distribución y entrega de alimento. Nano Lembo también pertenece al riñón del mileísmo a través de su marido, Ignacio Gorupicz de la Consultora McKinsey, quien integra la mesa chica de las negociaciones por diversas privatizaciones. 

Leila Gianni, la ahora célebre abogada de Pettovello, pasó de fervorosa kirchnerista a fanática mileista en un acto de conversión instantánea. El mismo proceso parece haber vivido Nano Lembo quien pasó del larretismo al mileísmo sin escalas. Matías Kelly, para no ser menos, y aunque su militancia política siempre pasó por el PRO primero en la ciudad y luego a nivel nacional; tuvo algunos coqueteos con Wado de Pedro o con Juan Grabois, de quienes republicó posteos hace escasísimos meses.

Pero lo más llamativo es que Matías Kelly fue crítico de Javier Milei al menos en las redes sociales cuando ya los actos eleccionarios estaban en marcha. El 31 de octubre posteaba en X acerca de la "locura" del ahora presidente y de su desprecio a las políticas sociales y ambientales, pero parece haber olvidado que Milei no cambió de modo de pensar y se acopló a su equipo de trabajo, precisamente, en esos temas. 

Kelly se dedica a las finanzas y se especializa en modelos de impacto. Es fundador del think tank "Sumatoria" una organización que desarrolla vehículos de inversión y del fondo de inversión "Beta Impacto VC", fundamentalmente destinados a unidades productivas de la economía social y popular. Tiene amplia experiencia de campo en esas lides, y un perfil progresista incluso que lo llevó a cofundar la Asociación Civil "Nuestras Huellas", dedicada a potenciar el emprendedurismo en mujeres pobres con pequeños créditos y herramientas de progreso. 

Fue Director de Ashoka Argentina, Uruguay y Paraguay del 2013 al 2015 organización global que promueve la cultura emprendedora y la innovación social y creó el  ENI (Espacio de Negocios Inclusivos de la Universidad Di Tella); todas iniciativas que abordan temas como inclusión financiera, nueva economía, desarrollo social y finanzas sociales. Es, también, columnista en el programa "Tardes Bestiales" de la Rock&Pop y tiene una marcada preocupación por los temas ecológicos y de salud ambiental. 

Toda esa actividad ligada a sectores supuestamente progresistas y a un pensamiento humanístico da de bruces, aparentemente, con la llegada al Ministerio con un gobierno que lejos está de la preocupación por el medioambiente, las cooperativas de cualquier índole o los créditos y subsidios a sectores vulnerables. Sin embargo, Kelly -siempre según fuentes del sector- parece haberse instalado en los despachos y organizado a sus personas de confianza para ejercer un poder que De la Torre no pudo tener. 

“Estos pibes son más finos, los otros eran más brutos”, dicen dentro del Ministerio. Lo cierto, es que es un claro desembarco del macrismo dentro de las huestes liberales.