El Presidente de la Nación, Javier Milei, analiza seriamente que la República Argentina abandone el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como respuesta a la falta de condena pública contra la organización terrorista Hamás.

En la Casa Rosada entienden que es cuestión de tiempo para que esto se formalice. La primera señal la dio el propio jefe de Estado al ausentarse en la última sesión del Consejo de Derechos Humanos que tuvo lugar el pasado viernes en Ginebra, Suiza. Casualmente tampoco participó ningún enviado de los Estados Unidos por orden del flamante presidente Donald Trump.

El principal punto por el cual el jefe de Estado argentino quiere salir del Consejo de Derechos Humanos de la ONU es que el cuerpo no llamó “organización terrorista” a Hamas, grupo que mantiene un conflicto bélico con la fuerzas de Israel, una de las principales naciones aliadas de Milei.

Fuentes libertarias sostienen que también es una forma de dar un golpe en la mesa contra la política del multilateralismo que se profundizó durante los mandatos de Mauricio Macri y Alberto Fernández. La última polémica se dio con el anuncio del Gobierno de abandonar la Organización Mundial de la Salud.

Asimismo, la gestión libertaria también reclama que la ONU no aprobó ninguna resolución de la guerra que mantiene Israel con Hamas. Por todas estas razones, Milei estudia abandonar el Consejo antes de su viaje a ese país, donde recibirá el “Premio Nobel Judío“.

Milei acusa a este organismo de querer instalar la “agenda 2030" que “afecta la vida, la libertad y la propiedad de las personas”. También sostiene que son quienes buscan instalar la “Agenda Woke” y la “lucha contra el cambio climático”. De hecho, el Gobierno estudia retirarse del Acuerdo de París por este último punto.

Milei participó en una Asamblea General de la ONU el 24 de septiembre del año pasado y acusó al organismo de imponer “ideas socialistas” a sus miembros a través de la agenda 2030. A su vez, cuestionó la difusión de “políticas colectivistas” y condenó la falta de sanciones a los gobiernos de China, Venezuela y Cuba.

“Como suele ocurrir con la mayoría de las estructuras burocráticas que los hombres creamos, esta organización dejó de velar por los principios de su fundación y empezó a mutar. Se transformó en un leviatán de múltiples tentáculos que pretende decidir qué tiene que hacer cada Estado y como deben vivir los ciudadanos del mundo. Impone una agenda ideológica a sus miembros sobre un sin fin de temas que hacen a la vida del hombre en sociedad”, criticó Milei.

“Hemos visto como una organización que nació para defender los derechos del hombre ha sido una de las principales propulsoras de la violación sistemática de la libertad como con las cuarentenas a nivel global en el año 2020 y que debería ser considerado un delito de lesa humanidad”, remarcó el Presidente argentino en relación al confinamiento mundial acontecido por la pandemia del coronavirus.