Cuando queda poco más de un año para las elecciones nacionales del 2023, cada vez son más los movimientos en las distintas fuerzas políticas. Y las fichas en el tablero se acomodan también en la provincia de Buenos Aires, donde la fecha de los comicios coincide con las presidenciales. Allí, Juntos por el Cambio se entusiasma con dar el golpe y recuperar el gobierno. El mal momento económico y el desgaste pospandemia del Frente de Todos le abren una chance a la alianza opositora. 

Y en esa carrera, hoy parece sacar ventaja el PRO, en especial en territorio bonaerense, por un motivo fundamental: el radicalismo todavía no tiene candidatos. El coqueteo con una lista de unidad en la provincia más populosa de la Argentina demoró la definición de nombres propios. Sucede que, como contó Data Clave tiempo atrás, entre los correligionarios hay algunos que creen además en “la teoría de las puntas”: los que traccionarán la elección serán los extremos de la boleta, aspirantes a presidente e intendentes. Pero no son pocos los jefes comunales que piden una decisión y un apellido de peso que sume para la gobernación.

“Estamos perdiendo tiempo. Los medios nacionales exponen las actividades de los candidatos del PRO y así se le da forma los candidatos del PRO como si fueran los únicos de Juntos”, la queja se da como parte del diálogo con de un intendente radical con este medio. Los jefes comunales del radicalismo entienden que el hecho de no tener un candidato propio también desdibuja sus números a nivel local debido a que se pierde la tracción de la boleta del medio para una elección en la que, a diferencias de los comicios de medio término, se vota más mirando al candidato a presidente y al gobernador.

Y por si fuera poco, la rosca radical sumó un nuevo obstáculo para elegir representantes de cara a las PASO: el 13 de noviembre habrá elecciones partidarias. Se renuevan autoridades del Comité provincial pero también en cada distrito. Allí, el gran desafío es sellar la unidad, para no repetir el proceso de internas que se vivió el año pasado. La paradoja de esa decisión, es que precisamente esa movilización doméstica fue la que le dio un nuevo impulso a la Unión Cívica Radical. 

“En verdad, todavía no hay nada. En noviembre renovamos autoridades del partido con posibles internas en algunos distritos; y probable acuerdo a nivel del Comité Provincia”, confió a Data Clave un dirigente de peso en el radicalismo provincial. Respecto de las claves del acuerdo, el referente del interior bonaerense señaló que pasan por la “continuidad de la distribución de cargos en la misma proporción”.

Más allá de la puja por lograr un acuerdo de unidad en la cúpula provincial, hay distritos que de no mediar acercamientos entre las partes, irán a internas. Entre ellos se destacan aquellos donde gobierna el PRO, como Mar del Plata, La Plata, Olavarría y Bahía Blanca.

“Está todo en conversaciones. Las listas se tienen que presentar el 14 de octubre. La idea es no ir a internas pero hay muchas tensiones. Todo dependerá de si se respeta la renovación de la fórmula Maximiliano Abad-Érica Revilla”, subrayó a este medio una voz de la primera línea de la UCR provincial. Y aclaró: “Hasta que no se defina la interna, no habrá novedades sobre las candidaturas de la UCR de cara a las elecciones del año que viene”.

Maxi Abad y Érica Revilla encabezaron la fórmula ganadora en 2021

Pero las negras también juegan. “El possismo está a fondo trabajando por una lista de unidad. El que conduce debe tener gestos de grandeza para que se dé esa unidad. Si no se da esa unidad, el espacio que conduce Gustavo Posse está preparado para competir y tiene lista”, remarcaron a Data Clave desde el sector que encabeza el intendente de San Isidro.

“La demora de las definiciones internas impactan en las candidaturas porque la conducción actual del Comité provincia todavía no ha logrado que el radicalismo vaya unido a unas PASO”, añadieron desde las filas de Posse. Así, la intención del possismo es tener una lista de unidad, pero está preparado para competir si eso no se logra. 

El objetivo es que haya un presidente radical y un gobernador radical y para eso se necesita de la unión del radicalismo. Para tener un radicalismo unido el actual presidente, que necesita el 55 por ciento de los votos para ser reelegido, tiene que tener gestos de grandeza. Si está semana los tiene obviamente que se llegará a la lista de unidad, y sino, se competirá”, señalaron desde el sector opositor del radicalismo provincial.

El dato es que de no llegar a buen puerto las negociaciones, se reeditará el enfrentamiento del año pasado, que tan buenos dividendos le dio a la UCR bonaerense: Abad vs Posse. “Gustavo está preparado para competir en la Provincia”, repiten casi como un mantra entre los allegados al jefe comunal del AMBA. 

Por estas horas, el cuadro es complejo y se descarta un acuerdo total en los 135 municipios. “En los distritos que ya hay unidad, se respetará y en los que no, habrá competencia. Es muy difícil que en todos lados se logre lista de unidad”, manifestaron. Y sentenciaron: “La decisión está del lado de la conducción del partido. Veremos qué decisión toma esta última semana. Posse está preparado para competir”.
 

Gustavo Posse no dará el brazo a torcer con facilidad, ya que llegó al 48% en las internas del año pasado

El PRO movió primero

Los socios principales de la UCR en Juntos por el Cambio ya tienen varios nombres propios caminando la provincia. El caballito de batalla de Horacio Rodríguez Larreta es Diego Santilli, quien ya ganó las PASO el año pasado y se perfila como número puesto para los comicios del 2023. Pero también corren otros dirigentes de peso: el intendente de Lanús, Néstor Grindetti (con guiño de Mauricio Macri) ; el diputado nacional Cristian Ritondo; el jefe comunal de Capitán Sarmiento, Javier Iguacel (bajo el ala de Patricia Bullrich) y el senador provincial Joaquín de La Torre.

Todos nombres con chapa pero también territorio, pero además, un padrino nacional en su mayoría. Si bien la oferta es variopinta, llegado el momento cerrarán filas en pos del que consideren el mejor candidato, ya sea por consenso o en el marco de una interna propia.

Mientras tanto, el radicalismo no muestra sus cartas y a priori corre de atrás. Su gran apuesta parece ser ganar la interna presidencial hoy con Facundo Manes como favorito entre los boina blanca, pero con Gerardo Morales y Alfredo Cornejo sin bajarse de la carrera todavía. La interna bonaerense jugará su partida y terminará de acomodar los naipes en el mazo.