Del Llao Llao a los actos del 1M: los contrastes del Frente de Todos ¿su principal fortaleza o su peor pesadilla?
Mientras Martín Guzmán intentaba convencer a los empresarios más poderosos del país de que aporten una parte de sus "ganancias inesperadas" para redistribuir entre los más necesitados, sectores del oficialismo continuaron torpedeando la gestión del gobierno que integran, al que cuestionan por su "falta de coraje político para tomar decisiones". El plan para lograr que los buenos números de la macro impacten en las clases sociales vulnerables. ¿Cuáles son los 16 grupos económicos que se enriquecieron durante la pandemia y hoy resisten a fuerza de golpes financieros la implementación de una política impositiva más progresiva?
No hubo nadie en la historia de la filosofía que fuera más ameno y menos dogmático para expresar sus ideas que Voltaire. Con una agitada vida que transcurrió en el apogeo del Siglo de las Luces francés, François Marie Arouet –tal su verdadero nombre– contribuyó a la humanidad con sus pensamientos y reflexiones en toda clase de ciencias, historia, literatura y poesía. Escribió desde panfletos políticos y tratados filosóficos hasta descripciones brillantes sobre la naturaleza, mientras abogaba por la libertad de expresión y la tolerancia religiosa.
A pesar de no profesar el ateísmo, la Iglesia siempre consideró a Voltaire un enemigo. Jamás digirió la majestuosidad de los templos ni de sus representantes y supo satirizar las falacias de los que incitaban a matar en nombre de la divinidad. Odiaba el fanatismo y luchó contra la superstición y el oscurantismo, porque confiaba en el pensamiento, la razón y la ciencia. Fue perseguido, desterrado, y atacado por todos los flancos, hasta físicamente; pasó una temporada en la Bastilla, el oscuro penal que al inicio de la Revolución Francesa sus propias ideas contribuirían a arrasar.
En su novela "El regreso de Voltaire", el escritor Martí Domínguez fantasea sobre los últimos días del filósofo, de regreso a París tras casi veinte años de exilio y prisión. Llegado el momento de la muerte, el anciano debe decidir en su lecho si quiere confesarse con el fin de descansar en sepultura cristiana o si prefiere negarse y sostener una postura filosófica de la transición. Es entonces cuando un sacerdote lo invita a renunciar al diablo, para garantizarse el pasaporte hacia el Paraíso celestial. A lo que Voltaire, entre suspiros agonizantes, responde: “No es momento de hacer enemigos”.
Alberto Fernández está convencido de la necesidad de sostener el postulado del principal eslogan agitado durante la campaña que lo llevó a la presidencia: “Es con todos”. Abrazarse a esa idea, lo ha llevado a potenciar al extremo su paciencia para evitar discusiones que, de haberse producido, hubieran terminado inexorablemente en una ruptura con aliados imprescindibles para el sostenimiento de la coalición oficialista.
Sin embargo, el fantasma de la división del Frente de Todos se corporiza cada vez que alguno de los dirigentes que integran el espacio alza la voz para cuestionar el rumbo emprendido por Martín Guzmán, el hombre que debe timonear entre las turbulentas aguas de la economía argentina evitando el iceberg y que, a estas alturas, ya ostenta el récord de ser uno de los funcionarios más ratificados de la historia.
Entre el círculo rojo y el 1º de mayo
Este viernes Guzmán hizo su presentación en uno de los foros principales del "círculo rojo" que tuvo lugar en el hotel Llao Llao de Bariloche, donde el ministro intentó explicar al selecto grupo de empresarios que lo escuchaba con escepticismo que el fenómeno inflacionario tiene un "notorio componente global" y que la política de precios e ingresos diseñada por el gobierno "busca anclar expectativas, y para que funcione, el resto tiene que estar funcionando: las reservas tienen que ir creciendo y la situación macroeconómica se tiene que continuar ordenando".
El ministro también criticó la idea de que la inflación se puede bajar rápido, como planteaba Mauricio Macri antes de asumir en diciembre de 2015. "Ya pasó eso y no fue así, la receta simplista de bajar rápido la inflación generaría más inestabilidad y dañaría al país. La inflación hay que bajarla a partir de un programa consistente", dijo, en relación al acuerdo de Facilidades Extendidas firmado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Mientras la nevada Bariloche era escenario de este foro -del que también participaron el mismísimo Macri, Horacio Rodríguez Larreta y Javier Milei- en Buenos Aires, resonaban los tambores de una guerra incomprensible librada por los sectores del Frente de Todos contra la política económica de su propio gobierno. El ministro bonaerense y referente camporista Andrés "Cuervo" Larroque, primero -con aquella frase que apuntaba a la falta de apoyo popular del titular de la cartera de Hacienda ("a Guzmán no lo votó nadie"); y el jefe de la CTA y diputado nacional, Hugo Yasky, después, bombardearon con munición gruesa y las esquirlas impactaron en Olivos.
"Pareciera que no quiere meterse en la disputa del poder adquisitivo, no tiene voluntad de encarar la asignatura pendiente que tiene el gobierno, que es la distribución de la riqueza, paso la pandemia, dejamos atrás al macrismo y los precios siguen aumentando, por eso creo que hay responsabilidad de quien gobierna", dijo el dirigente sindical e integrante del bloque del FdT en la cámara baja.
Sin embargo, desde el kirchnerismo paladar negro insisten con que no se trata solamente de un problema de nombres sino de políticas y retoman la senda del augurio derrotista para 2023, de persistir este rumbo. Apuntan a la necesidad de adoptar medidas de alto impacto que provoquen una aceleración en la recomposición de ingresos, pero sostienen que para interpretar esa partitura, primero debería haber un director de orquesta que lo disponga.
Desde la Rosada tratan de evitar la confrontación y continuar gestionando. El bono de 18 mil pesos a informales y monotributistas y el refuerzo de ingresos para jubilados apuntó en el sentido de la tan ansiada redistribución. Pero además, Fernández intenta convencer al sector empresarial sobre el rumbo de su gestión, a los efectos de instarlos a continuar invirtiendo para reactivar la producción.
En ese contexto, los reclamos sociales cada día se acentúan con mayor intensidad y la inminencia de la conmemoración del día de los y las trabajadores/as recalentó el panorama, profundizando la división de aguas entre los sectores populares, con terminales en el oficialismo.
El jueves pasado el "albertismo social" se reunió en Tres de Febrero, con la excusa de homenajear a los trabajadores de la economía popular. Allí se encontraron, el ministro de Desarrollo Social "Juanchi" Zabaleta, la diputada nacional, Victoria Tolosa Paz, Fernando "Chino" Navarro y Daniel Menéndez, dos exponentes surgidos de los movimientos piqueteros hoy funcionarios y el ex ministro de Defensa Agustín Rossi, de diálogo cada vez mas fluido con el principal despacho de Balcarce 50.
Menéndez, con aspiraciones a disputar por la intendencia que hoy ocupa Diego Valenzuela se esperanzó en el discurso: “La salida es con trabajo, es abriendo fábricas y fortaleciendo la producción. Es lo que está haciendo nuestro gobierno poniendo de pie la Argentina”.
Del otro lado -aunque bajo el mismo paraguas del Frente de Todos- conviven otros líderes sociales referenciados con Cristina Kirchner, como Juan Grabois del Movimiento de Trabajadores Excluidos, o Dina Sánchez, del Frente Popular Darío Santillán, que tienen las miradas más críticas dentro del espacio. A pesar de los cortocircuitos, la mayor parte de los movimientos sociales junto a la Corriente Clasista y Combativa, liderada por el diputado Juan Carlos Alderete, también siguen conviviendo dentro de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP).
Esta organización viene reclamando un lugar dentro de la CGT y el debate de una serie de iniciativas en el Congreso para favorecer a la economía popular que hasta ahora no fueron tratadas en el parlamento, dos de las banderas que llevarán este domingo a la movilización convocada para las 14 en pleno centro porteño, que tendrá escenario y oradores. "Este no es una marcha contra el gobierno, al contrario, es para apoyar a Alberto, pero necesitamos que entiendan que los trabajadores cuentapropistas o nucleados en cooperativas, necesitamos más asistencia por parte del Estado", sostuvo a Data Clave un dirigente de la Unión.
“Este primero de mayo los trabajadores y trabajadoras de la economía popular de las ciudades, los pueblos y la ruralidad queremos reafirmar nuestro derecho a la tierra, el techo y el trabajo en cantidad y calidad suficiente para la vida digna”, destaca el documento de la convocatoria de la UTEP. El texto también hace hincapié en la generación de trabajo genuino y "que es en lo que hemos convertido hace mucho tiempo los planes sociales, que hoy son Salario Social Complementario precisamente porque trabajamos, los convertimos en unidades productivas, de diversas actividades".
Este sábado, Máximo Kirchner, líder de la Cámpora participó de un plenario en Baradero junto a dirigentes afines de la CGT, donde se debatieron “cuestiones laborales” y “condiciones actuales de los trabajadores”. En el discurso de cierre, acompañado por la vice gobernadora Verónica Magario, el también presidente del PJ bonaerense repartió palos para el sector empresarial. "El laburante pone el salario, el Estado el ATP y ahora que hay que frenar los precios, el empresariado pone cara de yo no fui", sostuvo.
Kirchner aprovechó la oportunidad para pegarle a la oposición y apuntó su mira hacia los "porteños" que llegan a la Rosada: "Cualquiera pasa por la jefatura de Gobierno y después lo ponen de Presidente. Y claro, en 40 manzanas está concentrado el poder económico y los medios de comunicación". Para luego direccionar el dardo más venenoso hacia Guzmán: "¿Cómo que nuestro ministro de Economía dice que él hace su trabajo pero que no se involucra en disputas de poder? ¿Entonces qué vamos a hacer?". Por último, el primogénito de Néstor y Cristina, lo lapidó con una comparación histórica, que dejó muy mal parado al titular del palacio de Hacienda: "Eva Perón decía que le tenía más miedo al corazón de un compañero que se olvida de dónde viene que al poder económico".
Poderosos y con la plata afuera
Un muy buen trabajo realizado por los economistas Hernán Letcher, Julia Strada y Leandro González (CEPA - FES) titulado "Estructura corporativa y riqueza en la Argentina: dieciséis casos de configuración empresarial y valorización comercial durante la pandemia", deja en evidencia de qué manera, en el marco de la pandemia, "la desigualdad cobró creciente protagonismo, producto no solo del impacto negativo que el virus ha generado en las sociedades –ya altamente desiguales y regresivas, particularmente en América Latina– sino también por el acrecentamiento de las brechas entre ricos y pobres ante cada crisis económica experimentada en las últimas décadas".
La investigación sostiene que "todos operan en posiciones estratégicas en cada sector de actividad, lo que les otorga el manejo de los precios del mercado interno y les permite una mayor capacidad de apropiación de la renta". En el repaso de las familias que integran este selecto grupo de empresarios y las actividades que controlan, el informe menciona a Madanes Quintanilla, que detenta el monopolio del negocio del aluminio; Coto y Braun, que manejan buena parte de la comercialización en nuestro país a través de las cadenas de supermercados; Héctor Magnetto y Noble, que representan el mayor grupo de medios de la Argentina, y a otra escala lo siguen Claudio Belocopitt (América, con intereses también en el sector salud) y Alberto Pierri (Canal 26).
En la industria alimenticia, la familia Pagani a través de Arcor (que adquirió Bagley y Mastellone) controla gran parte del rubro, al que se suman los Blaquier en el mercado del azúcar con la centenaria Ledesma. Los Rocca tienen el monopolio de tubos sin costura con el gigante Techint; Bulgheroni y Rey figuran entre los principales exponentes del pequeño puñado de empresas que mandan en la energía del país.
Eurnekian concentra un buen número de aeropuertos, particularmente en la Argentina. En el negocio financiero, el mencionado Braun y la familia Brito tienen gran incidencia a través del Grupo Galicia y Macro, respectivamente. Caputo y Chernajosvky dominan la fabricación de electrónica de consumo con base en Tierra del Fuego. Cavazzani, en lo referido a los videojuegos, ocupa un lugar central en el mercado. La gran mayoría de los mencionados dedican gran parte de su producción a la exportación de productos primarios o industria básica, con lo cual tienen acceso al mercado de divisas.
En lo que refiere a la transnacionalización de sus estructuras y la ampliación de inversiones en el exterior, "se observa que buena parte de los grupos analizados a lo largo del presente trabajo posee inversiones en el exterior, lo cual da cuenta de la transnacionalización del capital y del manejo de activos y fondos", afirma el reporte. "Los grupos económicos se independizan del funcionamiento de la economía argentina y por ende del ciclo económico, lo cual permite la construcción de poder relativo frente a la autoridad estatal, con la frecuente amenaza de relocalización de actividades en la negociación de políticas públicas", completa el trabajo.
En 5 de los 16 casos estudiados, la lógica del ocultamiento se encuentra particularmente presente, dado que se estructuran con un conjunto de sociedades tipo cáscaras vacías cuya finalidad solo consiste en ser propietarias de otra sociedad, sin desarrollar actividad adicional y mayoritariamente ubicadas en países de baja tributación o de secreto bancario. La organización de los entramados da cuenta de la voluntad de ocultar la información sobre el patrimonio de una persona, lo que en varios casos podría asociarse a la finalidad de evasión tributaria.
Estos grupos empresariales son los que están en la mira de las dos iniciativas del gobierno de Fernández que más irritan al "círculo rojo": la que propone cobrar un impuesto a las ganancias inesperadas producto de las condiciones generadas tras el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania; y la que impulsa la imposición de cargas fiscales sobre los activos extraterritoriales no declarados. O sea los miles de millones de dólares fugados por residentes argentinos sin declararlos ante la AFIP. "Ir en busca del dinero escondido en guaridas fiscales es también procurar una solución al problema de la desigualdad", sostiene la Red de Justicia Fiscal.
"Es muy difícil agradar a todos y no pelearse con ninguno, pero hay veces que es necesario romper algunos huevos para hacer una tortilla", le dijo a Data Clave un dirigente del Frente de Todos cercano al despacho de la vicepresidenta, parafraseando a Juan Domingo Perón quien alguna vez utilizó esta frase, originariamente atribuida al contrarrevolucionario francés François Athanase de Charette de la Contrie. Tal vez sea momento de que el presidente decida si prefiere mantener su posición "volteriana" o se inclina finalmente por la preparación de "la omelette".