Más allá del resultado, las diferencias en Juntos por el Cambio amenazan con un cisma luego del 14-N
La reaparición de Mauricio Macri en el escenario político generó más divisiones en la coalición opositora. Los acercamientos del ex presidente con la derecha que representan Milei y Espert provocan diferencias que deberán sortearse después de las elecciones, con vistas al armado para el 2023. El rol de Bullrich y López Murphy para contener a los extremos que rozan la pared.
Mauricio Macri volvió al ruedo para enfrentar sus compromisos judiciales en el marco de una de las tantas causas que lo tienen apuntado y transformó su declaración indagatoria ante el juez federal subrogante de Dolores Martín Bava, en un acto político, que volvió a posicionarlo con vistas al 2023.
Para el ex presidente, esta reaparición significó mostrar las uñas en un escenario donde su antigua mano derecha en la ciudad de Buenos Aires y hoy Jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta pareciera tener lista la máquina para picar en punta en la carrera que se abrirá tras el 14 de noviembre por la candidatura presidencial del principal espacio opositor.
Acompañado siempre por su fiel escudera Patricia Bullrich, Macri decidió incorporar al economista hoy devenido en candidato estrella Javier Milei a la discusión interna de su espacio. Con ese objetivo, desde su entorno filtraron información sobre el encuentro que ambos mantuvieron en el mes de agosto, generando un sensible incremento de la temperatura interna de Juntos por el Cambio. "Fui y hablé estrictamente de economía, a explicar por qué esto va a estallar”, confió Javier Milei en una entrevista televisiva, confirmando el encuentro con el ex mandatario antes de las Primarias.
Tras filtrar ese encuentro -que fue organizado por la mismísima Pato, estratega de la línea dura- Macri mimó nuevamente a su "amigo" economista con una declaración pública al regresar del juzgado federal de Dolores, donde fue indagado por presunto espionaje ilegal a los familiares de las víctimas del ARA San Juan. “Ojalá podamos confluir en una propuesta en 2023, que ellos se sientan cómodos para participar”, afirmó.
Macri sabe que sus acciones de aproximación con el hombre de la campera negra y el pelo descontrolado, provocan un cimbronazo por partida doble. Para los "cambiemitas" el mensaje es directo: "si necesitamos de los votos de Milei para ganar en 2023, el mejor posicionado para captarlos es Mauricio", admiten en las filas del macrismo puro. Por otro lado envió una señal a los votantes más duros, esos a los que les habla al oído Bullrich, a fin de consolidar posiciones en lo que podría ser una disputa con María Eugenia Vidal.
Recordemos que Milei no escatimó agresiones virulentas contra Rodríguez Larreta -a quien amenazó con "pasarlo por arriba"- y también disparó dardos venenosos contra Vidal y Fernán Quirós, ministro de salud porteño y también postulante, aprovechando la batería de seguidores con los que cuenta en la red social del pajarito.
M&M coinciden en diagnosticar un escenario catastrófico para fin de año, que incluiría una disparada del dólar, con la consecuente devaluación de la moneda nacional. Desde sectores más moderados de Juntos por el Cambio consideran que "los extremos apuestan a que haya un tembladeral económico y social para mostrarse ellos como alternativa". Una remozada versión del apotegma trosco de "cuanto peor, mejor".
Ninguno se anima a admitir que a ese deseado escenario de calamidad sobrevendría un ajuste como el que la administración macrista no se animó a efectuar durante sus cuatro años de gestión en la Rosada. Muchos recuerdan que en una de sus primeras apariciones televisivas tras la derrota de 2019, al fundador del PRO le preguntaron que haría si tuviera nuevamente la oportunidad de ejercer la presidencia, y contestó: "lo mismo, pero más rápido".
Si la confluencia entre el macrismo duro y los seguidores de Milei se profundiza, las internas en JxC se avivarán. Como si fuera poco a este escenario se le suma que durante su visita a Jujuy, la presidenta del PRO mantuvo un encuentro con el gobernador Gerardo Morales, a quien subió al ring de los presidenciables, buscando un aliado también por el ala radical de la coalición.
Después del 10 de diciembre
El escenario que sobrevendrá a la próxima conformación parlamentaria seguramente contemple un bloque, que tendrá a Milei y a su segunda en la lista, Victoria Villarroel, como integrantes del espacio de ultraderecha; al que podrían sumarse José Luis Espert y Carolina Píparo, si logran incrementar sus votos en las elecciones del domingo 14 de noviembre.
Desde Juntos por el Cambio monitorean la posibilidad de jugar en tándem con los primos más cercanos a la pared derechosa, para lograr una cantidad de bancas que les permita controlar la cámara Baja. Pero los ultraliberales -que alguna vez estuvieron más cerca- piensan que Espert puede retomar la senda de la alianza con Rodríguez Larreta, para sumar funcionarios a la gestión porteña y esa suposición genera suspicacias respecto al rol que jugará cada uno.
El rol de celestino para evitar fugas le cabe a los muchachos de Republicanos Unidos que encabeza Ricardo López Murphy, también candidato en la lista de Vidal. "Si hay que reforzar los vínculos con potenciales aliados para ganarle al kirchnerismo, lo vamos a hacer porque lo más importante es contar con las fuerzas necesarias para evitar que se lleven puesta a la Argentina", confió a Data Clave un dirigente del PRO.