Los números reales del delito y el aprovechamiento político de la oposición a lo "Frank Underwood"
El brutal asesinato de Roberto Sabo en Ramos Mejía y la reacción de los vecinos hartos de la reiteración de episodios delictivos, dejó expuestos los ingredientes de un cóctel explosivo para el Frente de Todos, con la mira más enfocada en la recuperación económica, que en la seguridad ciudadana. A pocas horas de una elección crucial, el fantasma del "efecto Blumberg" se corporiza de la mano de dirigentes opositores que, sin ponerse colorados, utilizan los cadáveres de las víctimas como argumentos proselitistas.
Dos hechos de inseguridad ocurridos durante el transcurso del último mes en el conurbano bonaerense provocaron los mayores cimbronazos para el oficialismo en la campaña electoral que está llegando a su fin. El crimen de Lucas Cancino acuchillado en Quilmes cuando iba en bicicleta hacia la escuela y los seis tiros que le arrebataron la vida a Roberto Sabo, el kiosquero de Ramos Mejía querido por todo el barrio matancero, fueron dos golpes duros para un oficialismo abocado a desplegar multiplicidad de acciones en pos de la recuperación económica tan demandada por una sociedad devastada por la pandemia.
En contextos de tanta tensión dramática como los vividos durante las horas posteriores a ambos crímenes, con vecinos y familiares desconsolados y barriadas enardecidas por el discurso mediático que plantea la falta de seguridad y la supuesta inacción del Estado, para los funcionarios resulta inapropiado exhibir cifras. "A nosotros no nos importa que hoy tengamos menos asesinatos que en 2019, porque nos duele cada víctima y entendemos el drama que representa para esas familias la pérdida de un ser querido, por eso no queremos poner en debate las estadísticas", le dijo a Data Clave el titular de la cartera de Seguridad bonaerense Sergio Berni.
Sin embargo, la realidad demuestra que comparando datos de los delitos prevenibles entre el 1 de enero y el 31 de octubre de 2019 y el 1 de enero y 31 de octubre de 2021, a excepción de las violaciones, el resto de los hechos criminales -como robos, hurtos, y asaltos- descendió. Según el informe elaborado por la Superintendencia de Análisis Criminal hubo 28.654 delitos cometidos de enero a octubre de 2019 y 20.800 en lo que va de este año.
Específicamente en La Matanza -municipio que tiene más de un millón ochocientos mil habitantes- hubo 112 homicidios entre enero y octubre del ultimo año que gobernó María Eugenia Vidal y 96 durante los mismos diez meses de 2021, es decir un 14% menos. "Eso no sirve para mitigar el dolor de ninguna de las familias afectadas por cada una de estas tragedias, pero son fundamentales para contextualizar la situación y entender en qué marco se da la reacción de los dirigentes opositores, que salen como caranchos a revolotear sobre las víctimas para sacar rédito político de un hecho desgraciado", completó el funcionario.
¿Preocupación u oportunismo?
Tanto la ex gobernadora y actual candidata a diputada nacional por CABA como el Jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, salieron en diferentes entrevistas y actos políticos a denostar la labor del gobierno bonaerense en materia de seguridad, planteando la necesidad de nuevas modificaciones al código procesal penal y hasta, incluso, proponiendo la creación de un regimen penal juvenil que ya existe en la Argentina.
También el ex vice jefe de gobierno porteño y actual postulante a diputado nacional de Juntos por la Provincia, Diego Santilli, mientras participaba de una recorrida de campaña por el conurbano, aprovechó para denostar la labor del Frente de Todos al afirmar que "existe una grave crisis de inseguridad que viven los bonaerenses todos los días, es muy triste lo que estamos viendo, muy doloroso y es tiempo de cambiar”. En ese sentido, Santilli pidió al Gobierno que enfrente el problema. “¿Por qué no vota el bloque oficialista la modificación del Código Procesal Penal para que los delincuentes por delitos violentos no entren por una puerta y salgan por la otra?", puntualizó.
El candidato a diputado bonaerense de Juntos por el Cambio Facundo Manes, también aportó su cuota parte de oportunismo. Lo hizo a través de su cuenta de twitter en la que posteó una fotografía apretujando a uno de los familiares de Sabo, con el mensaje "Abrazar el dolor". El mensaje cosechó más críticas que elogios y puso al dirigente radical al borde de un límite del que resulta muy díficil retornar.
Por su parte, la titular del PRO Patricia Bullrich, criticó la política de seguridad del Gobierno nacional y provincial y dijo que “es producto de no haber continuado una política en la que habíamos logrado en el año 2019 la tasa de homicidios más baja desde que en Argentina se siguen las estadísticas de homicidio”. Luego tergiversó cifras al afirmar que "el año pasado, que fue un año que para las estadísticas criminales no cuenta, donde la gente no estaba en la calle, tuvieron una tasa de homicidios más alta de la que nosotros tuvimos en nuestro último año de gobierno”.
También en ese sentido se expresó el ex ministro del gabinete macrista Alejandro Finocchiaro quien posteó directamente imágenes de la marcha de los vecinos de Ramos Mejía en sus redes sociales -como contenido promocionado, es decir publicitario-, reclamando a los vecinos que "salgan a la calle para demandar a las autoridades que no nos maten". Un dirigente matancero que no pertenece al kirchnerismo le dijo a este portal: "Es inaceptable que usen la marcha y la muerte del kiosquero como campaña política".
Los "Underwood" argentos
La secuencia recuerda un episodio de la serie norteamericana "House of Cards", que cuenta el derrotero ascendente del dirigente demócrata Francis Underwood, quien llega a la presidencia de los Estados Unidos utilizando métodos poco éticos para la praxis política, que incluyen la mentira, la difamación y hasta crímenes cometidos en aras de concentrar poder.
En el capítulo aludido, el ya presidente Underwood enfrenta un paro docente a nivel nacional que amenaza con ensombrecer su popularidad y que deja a millones de estudiantes norteamericanos sin clases. El maquiavélico personaje de ficción -de escalofriantes similitudes con los dirigentes políticos- diseña una estrategia perversa que consistía en monitorear personalmente las estadísticas criminales que tuvieran como víctimas a los niños. Y dice: “ahora sólo hay que esperar”.
Al día siguiente un nene de siete años es asesinado, lo que le proporciona el pie exacto para su contraofensiva y culpa al paro del brutal crimen, “porque el nene no estaba en la escuela debido a la salvaje medida de fuerza de los maestros”. El colmo de su accionar perverso se completa con el acompañamiento a la familia del nene asesinado durante el velorio de la criatura, fingiendo un dolor que evidentemente no sentía. Todo en aras de lograr su objetivo: el levantamiento del paro y la derrota política de sus adversarios sindicales. Cualquier semejanza con la Argentina, es pura coincidencia.
Números comparados
Ariel Larroude, quien dirige el Observatorio de Política Criminal le dijo a Data Clave que "hay una bajeza discursiva por parte de la oposición que llama poderosamente la atención, no solo por el hecho de caranchear políticamente con la terrible y penosa muerte de una persona a días de una elección, sino mas aún, por su hipocresía instrumental".
Al respecto, el especialista -quien hasta hace pocas semanas se desempeñaba en la cartera de Seguridad nacional- aseguró que "hay comunas de la ciudad de Buenos Aires, como la 1 y la 4, que duplican la tasa de homicidios de La Matanza. De hecho se asimilan más a las de Rosario que a las de otros municipios del conurbano, a pesar de lo cual, nadie dice nada".
Según los informes de criminalidad y mapa del delito de CABA, de cada diez homicidios dolosos, ocho se cometieron en la zona sur de la Ciudad. "Por eso llama la atención que Larreta venga repitiendo que bajaron todos los delitos en la ciudad cuando su propia estadística muestra que subieron los homicidios, aun en pandemia y con la gente encerrada", concluyó Larroude.