La Empresa Extendida en la economía digital
A medida que la globalización se vuelve más evidente, las necesidades evolucionan de manera localizada. Una sola empresa no puede operar con éxito de forma aislada.
El concepto de “empresa extendida”, es decir, una red formada por alianzas con socios y proveedores, no es nuevo. Una sola empresa no puede operar con éxito de forma aislada si quiere servir a sus clientes de la mejor manera posible.
Una empresa exitosa depende de un ecosistema de alianzas, con proveedores, integradores de sistemas y socios de innovación, implementadores de software, startups, alianzas tecnológicas, etc.
El mundo se está volviendo más local. A medida que la globalización se vuelve más evidente, las necesidades evolucionan de manera localizada y conducen al final de un enfoque centralizado y universal. La pregunta clave que deben responder las pymes es: "¿Cómo voy a responder a esta amplia gama de necesidades?"
El rápido aumento de las tecnologías digitales, en constante evolución, requiere una mayor agilidad y capacidad de respuesta.
Para ser más ágiles y satisfacer las expectativas de sus clientes, las empresas pymes deben poder mirar más allá de los límites de la industria. Esta transformación requiere un nuevo estilo de gestión que fomente el talento digital, la formación, el aprendizaje continuo y el espíritu innovador entre los empleados. También requiere una estrecha colaboración con empresas emergentes, universidades, desarrolladores e integradores de sistemas para impulsar un ecosistema de innovación que pueda actuar rápidamente, adaptarse continuamente y crear avances relevantes para el mercado.
Las tecnologías digitales centradas en el cliente requieren más intercambio e innovación conjunta para resolver problemas específicos de los clientes y ofrecer diferentes experiencias. En lugar de desarrollar tecnologías sin base, los proveedores exitosos lideran integrando a sus clientes y ecosistema en el proceso.
Ya no hablamos de empresas off y empresas on, hablamos de empresas que desarrollan negocios y utilizan los recursos y habilidades disponibles.
Si pensabas que las cosas pasan por el eCommerce o por el retail, quiero mencionarte, por si no lo sabías, que Amazon anunció la apertura de tiendas comerciales físicas para ganar confianza en los clientes que aún no se animan a adquirir productos por internet, por lo tanto, ya no existe la diferencia entre el on y el off.
Las empresas tradicionales de autos, como Ford, Kia, BMW, Renault, entre otras, han comenzado a competir con nuevas empresas, por ejemplo, WAYMO. Ésta es una empresa que creó Google y que actualmente está liderando el mercado de los autos autónomos. De hecho, ya está ofreciendo el servicio de taxis utilizando este tipo de vehículos. Su tecnología -sin lugar a dudas- está notablemente más adelantada que la de las empresas tradicionales de automóviles.
Pero esto no solo sucede en empresas grandes y para productos de consumo ocasional, sino que la tecnología se está incorporando en pequeñas marcas y en productos de consumo masivo. Un ejemplo de esto son las macetas inteligentes que permiten medir el nivel de humedad y nutrientes de la tierra.
La clave está en entender cuáles son las habilidades necesarias para llevar un negocio adelante. De ellas, cuáles debo tener dentro de la organización y cuales otras conviene gestionarlas a través de socios estratégicos.
El estado evolutivo de la empresa determinará cómo debo ir combinando este balance de habilidades -dentro o fuera de la organización- en función de los conocimientos core del negocio, ventajas económicas, financieras y/o políticas.
Veamos un ejemplo actual, en las últimas semanas pudimos interiorizarnos con el caso de una cadena de electrodomésticos con presencia en AMBA. Son especialistas en retail y las ventas por el canal “físico” les representa el 96% de la facturación, sin embargo, reconocen un atraso en su comprensión de los negocios digitales lo cual afecta directamente su canal de venta online. Aunque tienen las mismas marcas y productos y márgenes que cualquiera de sus competidores, no logran posicionarse en ninguno de los canales digitales, comprometiendo así sus resultados y proyecciones futuras.
Resulta claro que la prioridad en este caso es dejar de perder terreno en los canales digitales y que la forma más rápida de hacerlo es “importar” el conocimiento a la organización. Para hacer esto, la mejor opción es trabajar a la par con un “socio digital” que le brinde soporte inmediato en todo lo relativo a conocimientos, habilidades y actitudes así como la tecnología necesaria para cada etapa.
La respuesta es simple, costos vs ROI (Return of investment – retorno de la inversión).
Al pasar, antes mencioné un concepto que quiero retomar: “Estado evolutivo de la empresa”. Si la empresa no cuenta con el conocimiento necesario para desarrollar el negocio online, la curva de aprendizaje va a ser muy larga y, en consecuencia, el costo de oportunidad entre el proceso de aprendizaje interno de habilidades digitales necesarias para llevar el negocio online o la tercerización inmediata en un socio tecnológico claramente se inclina hacia este último.
Para desarrollar los recursos tecnológicos dentro de la organización el costo en corto plazo sería muy alto, sin mencionar que debería contratar a una persona con mucho conocimiento en negocios digitales, esto implicaría un costo muy alto y la realidad es que si una persona cuenta con ese conocimiento en el 98% de los casos esta trabajando en forma independiente o con un pequeño equipo, atendiendo a varios clientes y ganando mucho más que lo que podrían pagarle en un trabajo, esto último sin olvidar la permanente generación de problemas multi-variable que ocurren al incorporar tecnologías, y que a priori se desconocen.
Cuando las empresas no cuentan con estos conocimientos, las demoras y los rodeos al momento enfrentarse a desafíos tecnológicos, en contextos donde y especialmente, los distintos proveedores de servicios involucrados no dan respuesta en los tiempos que requiere el negocio, queda la pregunta: ¿Cuánto nos cuesta ese tiempo?
El gran desafío en los próximos años esta en entender que el mundo ya cambió, la cultura de los trabajadores digitales va hacia un modelo de trabajadores independientes y las empresas que seguirán creciendo son las que sean grandes administradoras de habilidades.