La compleja situación de corto plazo del sector energético
Si bien algunas medidas apuntan a mejorar la rentabilidad, otras contribuyen a la incertidumbre corporativa.
El sector energético en Argentina enfrenta una situación compleja. Si bien algunas medidas apuntan a mejorar la rentabilidad, otras contribuyen a la incertidumbre corporativa.
La crisis económica impactó en el sector energético, pero esto ha sido parcialmente compensado por el aumento de precios. Sin embargo, los cambios de política, como la suspensión de fondos a CAMMESA han creado una sensación de malestar entre las generadoras de energía. Estos cambios no sólo han perturbado el flujo de caja operativo sino que también han planteado dudas sobre la estabilidad futura del sector.
Hasta ahora, el sector energético estuvo en el ojo del huracán. Si bien algunas medidas han estado dirigidas a mejorar la rentabilidad del sector, otros han contribuido a darle una incertidumbre operativa que creemos que no necesitaban. Más allá de las medidas dirigidas al sector, la fuerte caída de la actividad económica afecta negativamente a la industria, aunque los aumentos de precios por ahora lo compensan parcialmente. Los aumentos de tarifas en línea con la política de Javier Milei de reducir el déficit fiscal y de reducir subsidios, terminó con la suspensión de la transferencia de fondos del Tesoro a CAMMESA.
Las generadoras argentinas ya habían tenido en cuenta los retrasos en los pagos de CAMMESA como parte de sus cuentas por cobrar, con un número medio de días de mora, pero nunca superó los 90 días. Sin embargo la paralización de pagos durante diciembre, enero y febrero provocó un importante malestar entre los generadores. Se especula que una posible emisión de BOPREAL pueda utilizarse para liquidar el monto de pago pendiente que suma $2 mil millones, incluyendo noviembre, diciembre, enero, febrero y marzo.
La interrupción de pagos para contribuir con el superávit fiscal está generando tensiones en el sector y preocupación entre los tenedores de bonos corporativos internacionales.
Nuestra visión es que ninguna empresa sufriría restricciones de liquidez debido a la interrupción de pagos de CAMMESA debido al bajo nivel de endeudamiento de la empresa. Los niveles de deuda/EDITBA y cobertura de intereses para todo el año son (en orden decreciente):
Generación Mediterránea 6.3x y 2.4x
MSU Energy 4.9x y 2.7x
Genneia 3.7x y 6.7x
Pampa Energía 2.1x y 9.4x
YPF Luz 2x y 7x respectivamente
Otro tema de discusión fue la posible ruptura de los contratos de Compra de Energía (PPA). En general, este fantasma aparece de vez en cuando. Aún así, considerando que esta figura lleva 20 años de uso ininterrumpido y dio pie a la creación del parque de generación, a nuestro juicio, sería una inconsistencia considerando que es un gran admirador del modelo chileno (que se basa principalmente en contratos tipo PPA).
En resumen, no vemos peligro de debilidad crediticia en el corto o largo plazo, pero sí vemos mucha tensión en torno a cómo negociará el gobierno con los agentes para alcanzar sus objetivos. Deberían encontrar los mismos incentivos y trabajar gradualmente hacia una solución de equilibrio para ambos.