El aumento de la pobreza es culpa del culpable
Tras el índice difundido por el INDEC, ¿Quién tiene la culpa de la pobreza?
Como habíamos anticipado (Difícilmente la ley bases revierta el bajón económico) la recesión se ha profundizado, y sin cambios en la política económica, desde lo teórico, la caída del PIB sería mayor en 2025. Y digo desde la teoría porque, el que dará el veredicto, será el mercado que es impredecible con lo que los pronósticos, como los del Presupuesto Nacional, en cuanto el crecimiento son voluntarismos ajenos a la ciencia.
Habíamos dicho que, con relación al PIB, los recursos tributarios creciendo después de bajar la carga fiscal es índice de crecimiento de la economía, pero si crecen como consecuencia de mayor presión fiscal (aún si logra el superávit) es anticipo de más recesión, porque le quita al sector productivo (el privado) más recursos.
Milei sigue la tradicional política corporativista argentina. Lo primero que debió hacer, para no ser rehén del corporativismo sindical, es la liberación total del sistema sindical, cosa que no hizo. Luego, toda su política económica se basa en agradar al establishment, el corporativismo empresario y financiero, y su palanca, el estatal FMI. Por cierto, este organismo existe, precisamente, para financiar Estados inviables que no consiguen fondos privados.
El RIGI es el típico instrumento corporativista, para favorecer a los grandes, cuando el PIB está compuesto en alrededor del 80% por PYMES, es decir, lo que incide es bajar impuestos y desregular para que el ciudadano común pueda invertir. Por cierto, lo de Elon Musk es pura fanfarria, él sabe que las inversiones vienen solas (si las condiciones del mercado las “llaman”) y no se buscan ni se digitan desde el gobierno.
Demás esta decir que, en un mercado libre, los «héroes» son los ciudadanos comunes, cuanto mas pobres mas «heroicos» y no solo los empresarios como pregona Milei. Los que tienen que lidiar, precisamente, con el peso del Estado y sus amigos empresarios que gozan de privilegios como el del oligopolio financiero garantizado por el gobierno.
Las pocas desregulaciones encaradas son superficiales y fácilmente reversibles por un posterior gobierno, y no alcanzan a compensar la peor de ellas, el Cepo. Nadie invertirá con semejante presión fiscal y donde se liberan todos los precios (los costos) pero no el precio para el exportador, por caso.
Las privatizaciones y/o venta de propiedades estatales son escasas y, en cambio, se fortalecen las FFAA lo que luce exagerado dada la recesión actual y el panorama libre de conflictos, salvo los que él mismo presidente pueda crear, cosa no descabellada desde que en la ONU dijo que “Argentina dejará de ser neutral”.
Pero analicemos la situación futura, como dije, solo desde el punto de vista teórico porque el verdecito lo dará el mercado.
El PIB cayó 1,7% i.a. en el segundo trimestre del 2024, después del retroceso de 5,2% del trimestre anterior. Así, el semestre acumula un rojo del 3,4%, según el Indec. El último indicador positivo habría sido el del tercer trimestre de 2023. El Gobierno proyecta terminar 2024 con un rojo de 3,8% (la estatal OCDE lo actualizó a 4%) y para 2025 aguarda un repunte del 5% (la OCDE, 3,4%). Insisto, esto es voluntarismo porque el mercado es impredecible.
En tanto que, según los datos oficiales, la pobreza llegó al 52,9% de los argentinos y no para de subir. Ahora, ¿Quién tiene la culpa? Es cierto que la herencia fue tremendamente mala, pero eso significa que se empieza desde muy abajo, no que se siga cayendo. Precisamente, la Escuela Austríaca de Economía, que el oficialismo dice seguir, explica que cuando se libera un mercado este se expande de manera automática. Es sentido común.
Por caso, cuando se eliminan subsidios, el ciudadano debería verse inmediatamente beneficiado y no empobrecido. A ver, los subsidios se pagaban por vía impositiva y luego de pasar por una tremenda burocracia. Es decir, de su bolsillo el ciudadano común pagaba los subsidios más la enorme burocracia que los gestionaba. Por ejemplo, si se pagaban $10 de impuestos, 5 iban al subsidio y 5 a la burocracia. Eliminado el subsidio, la tarifa aumenta en 5 pero el ciudadano se ahorra los 10 que pagaba en impuestos. Esto no ocurrió, por el contrario, aumentaron tarifas e impuestos.
La contracara fue el campo ya que, luego de la sequía del 2023, “Agricultura, ganadería, caza y silvicultura” crecieron 81,2%. Remarco esto porque, si esperan que este sector impulse el crecimiento del 2025 se pueden decepcionar, según veremos.
Los números del consumo privado, a diferencia del PIB, aceleraron su caída. En el segundo trimestre bajaron 4,1% mientras que en el primero habían caído 3,1%. La información más reciente muestra que hay sectores que en julio habían tenido números en verde, pero en agosto bajaron. Por caso, el Índice Construya ,12,1% y -4,3%, respectivamente. El dato más alarmante es la caída de la inversión privada, de -29,4%.
Y los impuestos aumentan. En el Presupuesto de 2025 se proyecta que la recaudación crecerá 8%. Para el IARAF la presión tributaria aumentará 0,55 puntos porcentuales, pasando del 22,37% del PIB en 2024 a 22,92% el año próximo. Nadin Argañaraz señala que la presión nacional sería mayor a la del 2023 y 2024. Y esto suponiendo que en 2025 el país crezca 5% -según el Presupuesto- sino el aumento relativo será mayor.
Una curiosidad del Presupuesto 2025 es que las exportaciones llegarían a USD 104.030 M, creciendo 9% respecto al 2024 y proyecta un Tipo de Cambio Nominal de $1.207 a diciembre de 2025. Una devaluación del 18,3%. Ahora ¿Cómo explican el proyectado crecimiento de los Derechos de Exportación, o retenciones, de 100,4%?
Para los que creen que el campo va a salvar al país relato que, en la primera proyección de la campaña 2024/25, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) estima una producción de 143,2 M de tn de granos, suba del 9,3% respecto a la temporada anterior lo que generaría divisas por USD 35.500 M, arriba del promedio histórico. Pero estas estimaciones “se basan en condiciones climáticas normales”.
Así, la BCR confeccionó una proyección alternativa, donde la producción nacional total caería a 128,8 M de tn, 2% debajo de la campaña previa. Y el valor de las exportaciones quedaría en USD 32.600 M, un incremento del 6% respecto a la campaña pasada.
Roberto Cachanosky señala que Milei dice que bajó el gasto en USD 90.000 M. Tomando el presupuesto vigente al 31 de agosto y un tipo de cambio oficial promedio de $ 921, el gasto público equivale a USD 102.077 M. “¿Dónde está el proyectado de un gasto público de USD 190.000 M para que haya logrado bajar el gasto en USD 90.000 millones? … no me cierra el número”, escribe Cachanosky.
En cualquier caso, lo que importa es que baje la recaudación en relación al PIB, ergo, el gasto total del Estado -incluidos los pagos por deudas- que no pueda solventarse con la venta de las cuasi infinitas propiedades estatales y esto no está ocurriendo, más allá de los dibujos contables, desde que hasta el mismo gobierno anticipa que la presión tributaria aumentará en 2025.
Insisto, es crucial bajar los impuestos, esto es lo básico y mucho más importante que el déficit cero. Por cierto, las jubilaciones no son gasto sino una deuda legítima con los aportantes privados y es dinero en bolsillo para la reactivación.
Podría bajarse el gasto social de haber habido una reforma laboral importante de manera que aumente la ocupación. Y luego la venta de las innumerables propiedades estatales y la renegociación de toda deuda del Estado (quebrado) de modo que se pueda bajar la presión fiscal para que la economía crezca, aumente la recaudación y, entonces, pueda pagarse toda la deuda, incluso con intereses punitorios y demás.
Roberto Cachanosky, señala que “lo novedoso de esta metodología -del Presupuesto 2025- es que el centro… pasa a ser el pago de los intereses de la deuda”. Y continúa, “otro de los conceptos que surgen… es que los impuestos solo bajarán si la economía muestra un crecimiento sostenido” cosa que no ocurrirá, por el contrario, caerá con lo que bien podrían aumentar aún más la presión fiscal para sostener el “déficit cero”.
Para remate, según la consultora 1816, si la suba del IPC mensual del último cuatrimestre promedia el 3,5% - la base monetaria aumentó el 145% en estos nueve meses, dicho sea de paso- y el BCRA sostiene el ritmo de ajuste del dólar oficial cercano al 2%, se encarecería Argentina en dólares, lo que afectaría sectores como el turismo, y aumentaría la brecha cambiaria.
Así, 1816 calcula un sombrío panorama para las reservas del BCRA considerando los vencimientos de deuda. Por cierto, algunos esperan que el blanqueo ayude, pero de momento esto no se observa y podría suceder, dadas las pobres condiciones para invertir (altos impuestos, demasiadas regulaciones y el mortal Cepo) que estos dólares vuelvan al colchón.