Educación financiera en las escuelas públicas: ¿Utopía o necesidad?
Niños y adolescentes ocupan el grupo de mayor vulnerabilidad dentro de una sociedad y generalmente se encuentran entre las víctimas de engaños, por su carencia de saberes sobre la temática.
El manejo del dinero, englobado hoy en el término finanzas, ha sido revolucionado por el surgimiento de nuevas tecnologías. Desde este punto de vista, la falta de conocimientos en el manejo del pecunio es una de las mayores exclusiones de la posmodernidad. El modo de producir dinero en la modernidad se resumía a una vida de trabajo tenaz y a un sujeto capaz de ahorrar e invertir con inteligencia en materiales físicos. La idea del “ahorro en ladrillos” ha sido un consejo de las generaciones pasadas de argentinos como el mejor legado para sus herederos.
Históricamente, la manera de relacionarse con la finanzas sufrió cambios paulatinos y sostenidos. Esto cambió abruptamente con la pandemia del Covid -19, que obligó a los gobiernos a confinar a toda su población. Este hecho aceleró la incorporación de modo casi compulsivo de miles de personas al mundo de la internet acelerando la creaciones de aplicaciones nuevas que facilitaron esta vida suspendida en la colmena humana.
Las transacciones de compra y venta de artículos de primera necesidad fueron las primeras que irrumpieron con el objetivo de evitar desplazamientos innecesarios. Es así como los modos de compra-venta, que ya venía evolucionando, generó un giro copernicano, que la vuelta a la vida del encuentro con el otro, no la devolvería a los viejos modos porque la matriz fue rota.
El Foro Económico Mundial nombra a la compra-venta online y el pago digital, el trabajo remoto, la educación a distancia, la telemedicina, el entretenimiento online y la cadena de suministro entre los diez puntos de las tendencias tecnológicas que más avanzaron en la pandemia. Esto facilitó que la expansión de características de la vida financiera, reservada para un nicho social, se convirtiera en un conocimiento necesario en todos los estratos sociales permeando incluso al grupo etario más reacio como los pertenecientes a la generación de los baby boomers.
El economista argentino Di Pace (2022) asegura que el comercio E-commers democratiza las oportunidades de inversión en cualquier empresa. La persona que cuente con un dispositivo electrónico y acceso a internet puede convertirse en accionista de Netflix, no importando su localización física o sus estrato social, hecho que pocos años atrás habría sido utópico.
Junto a este avance, surgen los individuos que se aprovechan del desconocimiento que es la madre de la ingenuidad y que acecha a los incautos que se aventuran a un terreno desconocido. Los errores enseñan pero en economía pueden traer muchos dolores de cabeza y no pocas pérdidas económicas, que siempre golpea a los menos favorecidos. Las mujeres, niños y adolescentes ocupan el grupo de mayor vulnerabilidad dentro de una sociedad y generalmente se encuentran entre las víctimas de engaños, por su carencia de saberes sobre la temática.
Esta claro que la complejidad de la vida económica basa en información que se entreteje con una serie de variables a tener en cuenta antes de dar un paso en inversiones o ahorro. Por ello es tan importante saber cuántos milímetros de agua cayeron en los campos de trigo de EEUU o si las vacas de la pampa argentina han tenido un clima amable para su desarrollo. Saberes de este tipo afectaran al momento de tomar una decisión dependiendo del área al que nos aboquemos.
En este contexto, la educación financiera se vuelve un tema de crucial importancia a ser incluido entre los contenidos de los distintos niveles de la educación obligatoria: inicial, primaria y secundaria. La Ley Nacional 27.440, sancionada en el año 2018, en su art. 211, busca impulsar la E.F en el nivel secundario, quedando trunco en la actualidad. Así mismo la OCDE -Organización para la Cooperación y el Desarrollo económico (2015) - recomienda la Educación Financiera como una herramienta para acortar la brecha de desigualdad social y de género.
En el año 2020 el Ministerio de Economía de la Nación desarrolló un documento extenso y ambicioso que no impactó en las aulas. Son dos las líneas de acciones que se propone en la E.F.:
1) Incorporar contenidos en todos los niveles de educación obligatoria (inicial, primaria y secundaria) que dicten saberes apropiados a cada nivel, preferentemente de una forma transversal en diferentes materias.
2) Realizar pasantías y dictar cursos a cargo de docentes legos en el tema en los dos últimos años del Nivel Secundario de todas la modalidades. Los conocimientos situados en dichas pasantías deberían ser realizadas en empresas privadas a través de convenios. Se sugiere directa relación con las fuentes de producción económica que caracterizan a la provincia y aquellos campos económicos emergente en el mundo como la industria de los videojuegos, inteligencia artificial y otros trabajos propios de la 4ta. revolución industrial. Aprender a administrar el dinero, a identificar y evaluar oportunidades, a elegir y planificar su futuro.
Entre las habilidades que los jóvenes deben adquirir al incorporarse al mundo laboral, podemos categorizar aquellos que le permitirán llevar adelante sus finanzas personales, a través de la planificación, proyección o ahorro, siempre tratando de alcanzar el equilibrio entre gastos e ingresos. La toma de decisiones en el armado de un proyecto de vida se encuentra enlazada con el desarrollo de saberes de la empleabilidad, sin perder de vista las habilidades socio- emocionales y digitales que den sustento a sus toma de decisiones.
El fraude es uno de los delitos que caracteriza a estas nuevas formas de trabajo y el saber identificar las posibles estafas que día a día modifican sus “modus operandi” constituirán una herramienta valiosa para la vida cotidiana. Los programas de educación analizados nos permite identificar que en muchos países la Educación Financiera queda a cargo de las entidades públicas de mayor autoridad, como los bancos centrales, permaneciendo reducidos a aspectos netamente de uso de aplicaciones, créditos, ahorros, gastos y cajeros.
Sin embargo, cuando se incorporan saberes propios de las disciplina financiera a niños desde sus primeros años escolares, estos impactan en el núcleo de la familia, porque los conocimientos adquiridos llegan a los padres mediadas por sus hijos, de este modo también son adoptados por el grupo familiar.
Investigaciones realizadas en Perú determinan que la E.F. ha impactado considerablemente en el autocontrol y los hábitos de consumo. El éxito de esta propuesta en el Perú se halla en una eficiente formación docente y su incorporación en el currículum. Sabemos que la pericia del docente a la hora de generar interés y apropiación de saberes depende del acabado manejo de su disciplina, hecho que le permitirá plantear actividades y sugerir prácticas simuladas en proyectos, siempre teniendo un diagnóstico acertado del grupo de estudiantes con los que trabajará.
Chile se ha convertido en el primer país que evalúa la E F. en las Pruebas PISA. El Gobierno chileno buscó impulsar esas iniciativas reuniéndolas en un programa macro de educación financiera que genere fuertes sinergias con las políticas de protección del consumidor. Podemos indagar en las páginas del Ministerios de Educación del citado país, donde hallaremos atractivos videos animados que constituyen materiales accesibles para los niños de corta edad, aumentando su complejidad dependiendo a que grupo etario esté dirigido.
En CABA, la gestión de la Ministra Acuña, está llevando a cabo desde el año 2022 un proyecto en el que los estudiantes del último años del secundario realizan pasantías con contenidos financieros con objetivos mencionados en esta nota.
Concluyendo, podemos afirmar que según los artículos consultadas, la Educación Financiera durante los años formativos podría ser eficaz y sostenible con respecto a los resultados a largo plazo.