Crisis bancaria golpea a los mercados: lo que hay que saber
Las últimas noticias vinculadas al sector bancario trajeron incertidumbre en los mercados financieros internacionales. ¿Cómo protegerse en este contexto desafiante y qué alternativas de inversión podrían salir beneficiadas de esta situación?
Luego de lo que había sido un buen comienzo de año en los mercados, tuvimos quizás la primera señal de alarma que generó un poco nerviosismo dentro de la comunidad inversora: la quiebra del Silicon Valley Bank en Estados Unidos y la crisis del Credit Suisse en Europa.
¿Qué sucedió con Silicon Valley Bank?
Para comprender este fenómeno, es primordial hacer un repaso de los últimos años del sistema financiero estadounidense. Durante mucho tiempo, las tasas de interés en EEUU fueron bajas y eso promovió el desarrollo de inversiones en tecnología y también fue un entorno amigable para distintas compañías tecnológicas pequeñas, que podían financiar sus ambiciosos proyectos con un costo muy bajo.
Sin embargo, tras la reactivación económica post pandemia y un repunte de la inflación también provocado por la suba del combustible, la Fed tuvo que ponerse más agresiva lo que llevó a que las tasas de interés superaran el 4%, generando como consecuencia el encarecimiento del financiamiento.
Cada vez fueron menos los desarrollos de startups tecnológicas que se fueron llevando a cabo principalmente durante 2022, precisamente producto del mayor costo de financiamiento, viéndose obligadas muchas de ellas a recurrir a su caja para poder mantener las actividades operativas.
La necesidad de liquidez por parte de estas compañías llevó a que incrementaran las extracciones o depósitos, generando que, en este caso, el Sillicon Valley Bank utilizara en primera instancia los encajes pero luego, se viera obligado a comenzar a desprenderse de los activos que mantenía a largo plazo.
Acá es donde se visualiza un primer problema, el Silicon Valley Bank había destinado la totalidad de los activos generadores de interés a la compra de Bonos del Tesoro, principalmente de vencimiento a diez años. Esos bonos con vencimiento a diez años a partir de las políticas de la Fed, bajaron su precio, por lo tanto, el banco empezó a convalidar pérdidas para poder disponer de liquidez a sus clientes.
Es aquí donde aparece el detalle contable de la situación. Existen dos categorías de activos: los AFS, los activos que están disponibles para ventas, que son los activos más cortos, es decir, los bonos del tesoro con vencimientos menores de dos años que el banco puede vender y así afrontar una mayor demanda de extracción de depósitos.
Mientras que, por otro lado, existen los Held to Maturity (HTM), que son aquellos bonos que el banco tiene invertido y no se espera que los venda, sino que los tenga a vencimiento, devengando tasa y rendimiento. Como a las entidades financieras no les resulta redituable mostrar volatilidad de sus estados contables, tanto las variaciones positivas como negativas de estas inversiones, no se ven reflejadas en los estados contables de ningún banco.
Lo que sucedió con el Silicon Valley Bank fue que, al tener que desprenderse de estas inversiones para afrontar problemas de liquidez, convalidó pérdidas debiendo hacer público un resultado negativo que hasta el momento no era visible como tal en sus Estados Contables. Fue así como el miércoles 8 de marzo de este año anunció pérdidas por 1.800 millones de dólares, lo que supera la ganancia que había informado para todo el año fiscal 2022.
Esto fue lo que desencadenó una oleada de retiros masivos durante 9 de marzo y finalmente terminó con la intervención por parte de la FDIC y el reemplazo del management al día siguiente. Todo esto generó que, por lo menos en EE.UU, todos los bancos regionales que estaban en una situación medianamente similar al SVB, tuvieran un gran desplome en su cotización, por miedo a un efecto contagio.
El caso del Credit Suisse
Las acciones de Credit Suisse (NYSE: CS) se desplomaron después de que se diera a conocer que el mayor accionista de la empresa, el Banco Nacional Saudí, dijera que no le iba a proporcionar más ayuda financiera.
Tras conocerse la noticia, el banco dispuso pedir prestado hasta CHF 50.000M del Banco Nacional de Suiza y ofreció recomprar deuda en un intento por revertir el colapso de la confianza del mercado. En medio de la incertidumbre que afectaba a los bancos estadounidenses, esta noticia -que llegó luego de la caída de al menos tres entidades financieras en menos de una semana- puede calificarse como uno de los momentos más tensos para el sector bancario desde la crisis financiera de 2008.
Finalmente, para tratar de poner paños fríos a la situación, el banco suizo UBS anunció que adquirirá a su rival Credit Suisse por 3.230 millones de dólares, según anunciaron ambas empresas tras intensas negociaciones.
El acuerdo sobre la totalidad de las acciones entre los dos mayores bancos suizos se firmó el 19 de marzo y su precio será una fracción del precio de cierre de Credit Suisse del 17 de marzo. La compra fue en acciones a un precio de solo 0,76 francos suizos por acción de Credit Suisse. Se trata de un monto muy por debajo del precio de cierre de mercado de Credit Suisse de 1,86 francos suizos del viernes 17.
Sin embargo, tras esta última información, al menos hasta ahora, parecería que hemos pasado por el momento de incertidumbre bancario y lo más importante se desprenderá de la reunión que la Fed llevó adelante el 22 marzo.
¿En qué conviene invertir en un contexto tan desafiante para los mercados financieros internacionales? Entendiendo que la Reserva Federal de EEUU (Fed) podría empezar a relajar su política monetaria, en un principio, por las señales de que la inflación está empezando a bajar, pero ahora también debido a las presiones por la incertidumbre del sector bancario, consideramos que la primera parte del 2023 puede ser un buen momento para empezar a armar posición en las empresas tecnológicas.
En esa línea, creemos que podría ser atractivo empezar a invertir en el CEDEAR de Google (GOOGL). Esta decisión se encuentra determinada por una suma de factores técnicos, y, especialmente fundamentales, siendo que la tecnológica muestra una valuación respecto a sus ganancias baja tanto respecto de otros pares como de su propio promedio histórico.
Por otro lado, también vemos con buenos ojos empezar a invertir en el CEDEAR del ETF del Nasdaq (QQQ). El fondo en cuestión brinda exposición a empresas que están a la vanguardia de temas transformadores a largo plazo, como Realidad Aumentada, Inteligencia Artificial, Big Data, Servicios de Streaming y Vehículos Eléctricos entre otros.
Dentro de las compañías que cuentan con una mayor participación en el ETF se encuentran Apple, Microsoft y Amazon, entre otras. Por último, respecto al sector bancario, más allá de que la caída reciente dejó a las valuaciones atractivas, hay que entender que todavía puede haber volatilidad por lo que recomendamos mantener posición, pero no aumentarla excepto para perfiles de riesgo más agresivos ya que no se puede descartar totalmente algún otro banco con problemas.