Ajuste de las jubilaciones por inflación: se consolidaría una importante pérdida de poder adquisitivo respecto al año 2017
Si en abril se ajustan los haberes un 13,2% por la inflación de febrero más un 12,5% por única vez, los jubilados con la mínima tendrían en mayo un ingreso real un 25% inferior al que tenían en 2017. Por su parte, el haber de mayo de los jubilados fuera de la mínima sería un 49% inferior al del año 2017.
Los jubilados nacionales están atravesando un periodo de gran pérdida del poder adquisitivo de sus jubilaciones. Durante este mes los haberes están subiendo un 27,18%. Para quienes cobran bonos también la suba es del 27,18%. Con esta suba incluida, los haberes jubilatorios terminarán el primer trimestre del año con una pérdida de poder adquisitivo del 42% respecto a igual trimestre de 2023. Para el caso de los jubilados con la mínima, que cobran bono, la pérdida será del 28% entre ambos trimestres. Para llegar a las pérdidas descritas, se supone una inflación del 14,3% para marzo.
Es posible que el cambio de regla de movilidad salga por decreto de necesidad y urgencia. Se especula que en abril los haberes subirán un 12,5% por única vez. A su vez subirán por la inflación de febrero del 13,2%. A partir de mayo subirán en línea con la inflación de marzo y así sucesivamente.
Dada esta posibilidad, en este trabajo se calcula el impacto de una propuesta de ese estilo, tanto en jubilados con la mínima como en otros jubilados que al no cobrar la mínima no están cobrando bonos.
Un aspecto clave a dilucidar es qué pasará con el valor del bono. Para abril está fijado en $70.000. Lo razonable sería que a partir de mayo también suba el bono en línea con la inflación. Para los cálculos que se presentan se consideró esta última situación.
Además, se supone el siguiente sendero de inflación para lo que resta del año:
El impacto del mix propuesto en las jubilaciones mínimas con bonos
Si se considera el caso de un jubilado con la mínima que cobra bonos, y que el bono a partir de mayo también se actualiza por inflación, durante el mes de mayo cobraría en moneda de este mes de marzo de 2024 unos $238.397, $156.772 por el haber más $81.625 de bono. Esto puede apreciarse en el gráfico.
Ese ingreso de mayo sería equivalente al 75% del ingreso promedio que este jubilado tuvo en 2017, cuando fue de $319.885. Como al incorporar la actualización del haber por la inflación, la jubilación deja de tener margen para crecer en términos reales, el ingreso se congelaría a un nivel un 25% inferior al del año 2017.
Bajo el supuesto que la inflación siga una tendencia decreciente, las jubilaciones registrarían una mejora en los meses siguientes de 2024 y del año 2025. Concretamente, si la inflación siguiera descendiendo y llegara al 1.9% en diciembre de 2025, los haberes de los jubilados van a tener una mejoría. Los números permiten afirmar que en este caso el ingreso total de este jubilado sería de $281.928 ($185.398 del haber más $96.529 del bono) en diciembre de 2025. Es decir que aumentaría un 18% respecto al ingreso del mes de mayo de 2024.
Bajo este escenario optimista de inflación, en el mes de diciembre de 2025 el ingreso total de este jubilado sería equivalente al 88% del ingreso que tenía en el año 2017. Es decir que el cambio de regla haría que a partir de diciembre de 2025 consolide una pérdida de poder adquisitivo respecto a 2017 del 12%.
El impacto del mix propuesto en las jubilaciones que no cobran bonos
Si se considera el caso de un jubilado que cobra actualmente un haber equivalente a 3 haberes mínimos ($403.335), durante el mes de mayo cobraría en moneda de este mes de marzo de 2024 unos $470.316.
Ese ingreso de mayo sería equivalente al 49% del ingreso promedio que este jubilado tuvo en 2017. Como al incorporar la actualización del haber por la inflación, la jubilación deja de tener margen para crecer en términos reales, el ingreso se congelaría a un nivel un 51% inferior al del año 2017.
Bajo el supuesto que la inflación siga una tendencia decreciente, las jubilaciones registrarían una mejora en los meses siguientes de 2024 y del año 2025. Concretamente, si la inflación siguiera descendiendo y llegara al 1.9% en diciembre de 2025, los haberes de estos jubilados van a tener una mejoría. Los números permiten afirmar que en este caso el ingreso total de este jubilado sería de $556.195 en diciembre de 2025. Es decir que aumentaría un 18% respecto al ingreso del mes de mayo de 2024.
Bajo este escenario optimista de inflación, en el mes de diciembre de 2025 el ingreso total de este jubilado sería equivalente al 58% del ingreso que tenía en el año 2017. Es decir que el cambio de regla haría que a partir de diciembre de 2025 consolide una pérdida de poder adquisitivo respecto a 2017 del 42%
Un repaso de lo que perdieron los jubilados entre 2018 y 2023
Un ejercicio concreto que se puede realizar es calcular en valores actuales (diciembre 2023) la pérdida acumulada respecto al valor real promedio del año 2017. En el cuadro siguiente se aprecia que el haber mínimo real en 2023 fue un 64,3% del valor de 2017, es decir que fue un 35,7% inferior. Dado que se incorporaron bonos complementarios, al incluirlos el ingreso de 2023 fue equivalente al 81,8% del valor de 2017, es decir que la pérdida de poder adquisitivo en este caso fue de 18,2%.
Dado que la inflación promedio mensual de los últimos 6 años fue del 5%, las jubilaciones reales registraron pérdidas en todo el periodo. Si se suman los porcentajes de haberes perdidos entre 2018 y 2023, se tiene que sin bonos serían equivalentes a 13,7 haberes mínimos de 2017 (114,2% anual por 12 meses) y con bonos equivalentes a 9,4 haberes mínimos de 2017.
Esto significa que un jubilado con la mínima (con bonos) cobró su haber durante 72 meses, pero fue equivalente a haber cobrado 62 meses con el poder adquisitivo de 2017. La diferencia es la pérdida de 9,4 haberes.
Si se toma el caso de un jubilado con la mínima que no cobre bonos, cobró su haber durante 72 meses, pero fue equivalente a haber cobrado 58 meses con el poder adquisitivo de 2017. La diferencia es la pérdida de 13,7 haberes.
Conclusiones
Bajo el supuesto que los bonos de los jubilados con la mínima también se actualizan por inflación a partir de mayo (supuesto optimista), el cambio de regla de movilidad a partir de abril les brindaría en mayo un ingreso real un 25% inferior al que tuvieron en 2017. Si la inflación sigue bajando, en diciembre de 2025 tendrían un ingreso un 12% inferior al de año 2017.
Para los jubilados que no cobran bonos, el haber de mayo sería equivalente al 49% del haber promedio del año 2017. En ese nivel se congelaría inicialmente el haber con la nueva regla. Si la inflación sigue bajando durante estos dos años, en diciembre de 2025 tendrían un haber un 42% menor que el que tuvieron en promedio en 2017.
Los jubilados con la mínima que cobran bonos terminarían el año 2024 con un ingreso promedio un 9% menor al del año 2023. Los jubilados que no cobran bonos terminarían el año 2024 con un ingreso real un 24% inferior al del año 2023.
De no mediar cambios relevantes en lo que sería el nuevo esquema de movilidad, se consolidaría una pérdida de poder adquisitivo de los jubilados respecto al año 2017. El año 2024 sería el sexto año consecutivo en el que volverían a perder (en 2020 tuvieron una mejora real respecto a 2019). Recién en 2025 mejorarían su ingreso real respecto al año 2024, pero quedarían abajo del año 2017. Los jubilados que no cobran bonos serían los más perjudicados, con una pérdida de poder adquisitivo del orden del 40%. Si el gobierno decidiera que el bono de $70.000 no se actualice más para los jubilados que cobran la mínima, se achicaría la brecha entre las pérdidas de ambos tipos de jubilados, por la vía de una mayor pérdida real de ingresos de los jubilados que cobran la mínima. En este caso, en lugar de llegar a diciembre de 2025 con una pérdida real del 12% respecto al año 2017, llegarían con una pérdida real del 35%.