Estados Unidos elige a su nuevo presidente y los candidatos hacen carreras maratónicas de cara a un súper martes donde cierran los comicios. Por su parte, Donald Trump, líder republicano y quien busca reelegir, denuncia un posible fraude en el conteo de boletas y amenaza con recurrir a la justicia.

“Biden fue un patético hazmerreír en todo Washington por la forma horrible en que manejó la gripe porcina. ¡Incluso su propio jefe de personal dijo que no sabía lo que estaba haciendo!”, manifestó recientemente Trump en su popular cuenta de Twitter.

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Donald J. Trump on Twitter

Estos son los mensajes que se fueron dando a lo largo de la campaña con una polarización muy marcada y una rienda electoral supeditada de voto a voto. Los candidatos visitan los diferentes Estados, mientras que muchas figuras, como el caso de Lady Gaga, ya pronunciaron y siguen haciendo campaña por el líder de los demócratas.

Más de 94 millones de estadounidenses han votado anticipadamente (mucho más que los 58,3 millones que lo hicieron en 2016), y entre ellos una considerable mayoría está registrada como demócrata. Sin embargo, en varios estados el conteo de estos votos es posterior al de los sufragios del martes, por lo que los resultados iniciales favorecerían a Trump.

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Joe Biden on Twitter

Mientras tanto, entre la gran participación electoral, la "grieta norteamericana" y anticipo de denuncias por parte de actual mandatario, ciudades como Washington, entre otras, llevaron adelante operativos y medidas de Seguridad para evitar que haya revuelo en las calles por los resultados. Aunque a priori, lo más probable es que se conozcan entre mañana o el transcurso de la semana.

El presidente visitará a lo largo del lunes cuatro Estados en los que las encuestas no dan un ganador claro: Carolina del Norte, Pensilvania, Wisconsin y Michigan. Biden, por su parte, hará una visita imprevista en Cleveland y Ohio. Este último es un Estado con un significado especial para la política estadounidense: ningún republicano llegó a la Casa Blanca sin ganar allí, y el último demócrata en ser presidente habiendo perdido en Ohio es John Kennedy en 1960.