Estados Unidos registró más de 198.000 nuevos casos de coronavirus y 3.200 muertes en las últimas 24 horas. Es, no obstante, un número apenas más bajo que los registrados con anterioridad: 201.732 el sábado y 241.104 el viernes. Pero refleja la gravedad de la crisis que atraviesa el país del norte, que ya confirmó la aparición de dos nuevas cepas. La situación es todavía más alarmante en su estado más grande, California, por colapso en los servicios fúnebres. Este miércoles Joe Biden asume la presidencia en un denso clima político, y ya prometió una agresiva campaña de vacunación.

Con estas cifras, Estados Unidos acumula 23.760.080 positivos desde el inicio de la pandemia y 396.591  fallecidos. El pronóstico para el corto plazo no es optimista, el consenso en los especialistas es que la curva no mejorará, pese a las promesas de Biden de avanzar en medidas inmediatas para desacelerar la circulación del virus.  

Un dato que aporta al pesimismo es la aparición de dos nuevas variantes del coronavirus, que difieren a las surgidas en el Reino Unido y Sudáfrica. Fueron detectadas por investigadores de los estados de Ohio y de Illinois.

La ciudad de Los Ángeles es una de las más afectadas, con uno de cada 10 residentes que se han contagiado desde el inicio de la pandemia, y en la promedió -en la última semana- 300 fallecidos diarios. Esto generó una saturación en el sistema de salud pero también en el servicio funerario, provocando un colapso en las morgues. 

Biden prometió administrar 100 millones de dosis de vacunas contra el Covid-19 en sus 100 primeros días de Gobierno. Según Anthony Fauci, principal infectólogo asesor del Gobierno -que permanecerá en el cargo-, es un objetivo “absolutamente realizable”.