El Papa Francisco decretó la apertura a la participación de las mujeres en la Iglesia
Podrán acceder al lectorado y el acolitado, ministerios ocupados exclusivamente por hombres hasta ahora.
El papa Francisco decretó este lunes que las mujeres pueden acceder a los ministerios del "lectorado" y el "acolitado", hasta ahora reservados a los hombres en el derecho canónico, en lo que supone un giro histórico a la doctrina de la Iglesia al eliminar la restricción de género.
Con un Motu Propio publicado este lunes, el pontífice modificó uno de los artículos del Código de Derecho Canónico y le dio un marco legal a una práctica que era utilizada en algunos lugares, pero sin el aval jurídico de la Santa Sede.
"Me pareció oportuno establecer que pueden ser instituidas como Lectores o Acólitos no sólo hombres sino también mujeres, en quienes, a través del discernimiento de la pastores y después de una adecuada preparación, la Iglesia reconoce 'la firme voluntad de servir fielmente a Dios y al pueblo cristiano'", sostuvo Francisco en las consideraciones del decreto de este lunes.
Según la tradición de la Iglesia, el lector es el encargado de leer la Palabra de Dios en la asamblea litúrgica, instruyendo a los fieles para recibir los sacramentos, mientras que el acólito oficia de ayudante del diácono y al sacerdote en el altar.
En ocasiones, el acólito puede distribuir la comunión y expone el Santísimo para la oración, uno de los momentos de las misas católicas, además de instruir a todos los fieles sobre la Eucaristía.
Así, el Papa eliminó la restricción de género y abrió la posibilidad de que las mujeres participen en los ministerios hasta hoy reservado a hombres.
"La elección de conferir también a las mujeres estos cargos, que implican una estabilidad, un reconocimiento público y el mandato del obispo, hace más eficaz en la Iglesia la participación de todos en la obra de evangelización", justificó Francisco su decisión.