Los otros muertos de la pandemia: los pacientes que no recibieron atención "por no tener covid"
Con el tratamiento del coronavirus instalado como máxima prioridad, la cancelación de turnos para controles y la ocupación de camas dieron lugar a casos de "discriminación" sanitaria. La advertencia de entidades médicas por el aumento de las muertes por otras enfermedades y la recopilación de crudos relatos de familiares en un trabajo de investigación de Data Clave.
Gabriela Cano vivía en Quilmes y tenía 31 años. María Rosa Lencina era de la Villa 31, tenía 27 años y estaba embarazada. Pamela Nieto vivía en La Falda, Córdoba, y tenía sólo 24 años. Todas ellas murieron durante la pandemia pero por culpa de un virus que nunca tuvieron. No recibieron atención en distintos centros de salud por no tener covid-19.
"No queremos llegar al punto de tener que elegir a quién darle un respirador o una cama de terapia intensiva", repitió el presidente Alberto Fernández cada vez que tuvo oportunidad. Era una de las frases que todos los que seguían atentamente los anuncios de extensión de las medidas de aislamiento esperaban en algún momento del discurso. En muchas ocasiones, esa advertencia llegaba incluso acompañada de una referencia directa a la gestión de la pandemia en el exterior. "Como hicieron en tal lado", decía Alberto y despertaba el enojo del país mencionado mencionado que más tarde se convertiría en una carta de repudio o aclaración.
El porcentaje de ocupación de camas UTI, según el reporte diario del Ministerio de Salud de la Nación, nunca superó el 70% a nivel nacional. Sin embargo, la decisión de establecer al tratamiento del Covid-19 como máxima prioridad en sanatorios y hospitales generó evidentes desmanejos en el sistema de salud público y privado que se tradujo, en muchos casos, en fallecimientos. El Doctor Alberto Alves de Lima, Director Médico del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires, le contó a Data Clave que en lo que va del año se duplicaron las muertes por infarto en Argentina. "Es muy delicado y preocupante lo que está pasando en términos de prevención y de eventos relacionados. En lo que va de la pandemia ha habido una caída de cirugías cardíacas del 50% y de las consultas por infarto agudo de miocardio de un 30%", señala.
Marcelo Userpater, referente de la agrupación Médicos Autoconvocados que denunció en distintas oportunidades la falta de insumos para el personal de la salud, entiende que la problemática se vincula con el cierre de consultorios particulares. "Muchos cardiólogos, por ejemplo, se empezaron a dedicar exclusivamente a atender pacientes de Covid. Y pasó también con otras especialidades. Por eso bajó el número de profesionales de atención para otras enfermedades. Muchos pacientes cardiológicos, nefrológicos, oncológicos o diabéticos, por nombrar algunos, han perdido sus controles", indica Userpater, y agrega que "ese es un problema que ya existe pero va a ser el principal tema de la salud de la post pandemia, que no sabemos cuando será", argumenta.
Desde el Ministerio de Salud de la Nación confirman, ante la consulta de este medio, que recién en la segunda mitad de 2021 existirá un informe detallado con la cantidad de fallecimientos hospitalarios con el correspondiente desagregado de las causas de muerte. La Dirección de Estadísticas e Información en Salud (DEIS) presenta, año a año, el informe de información básica, a través del cual se detallan cifras de mortalidad y se divide a las defunciones por causa, edad, jurisdicción y género. En diciembre de 2019, durante el primer mes de gestión del actual Gobierno, se presentaron los datos del 2018. Mientras tanto, aparecen historias puntuales que dan cuenta de los problemas de "discriminación" para evitar el colapso.
Gabriela Cano vivía en Quilmes y tenía 31 años cuando falleció el 27 de julio de este año. Era una paciente inmunosuprimida que había recibido un trasplante de riñón en 2016 y a la que a mediados de 2019 le detectaron un cáncer de cuello uterino. El descubrimiento a tiempo de ese cáncer y la atención especializada en el área de ginecología oncológica del Hospital de Clínicas permitieron importantes y rápidos avances para la joven en la lucha contra la enfermedad.
Culminó en el Clínicas el proceso de quimioterapia con resultado exitoso para febrero de 2020 y el primer control posterior al tratamiento estaba previsto para mediados de abril, pero el turno fue suspendido por el contexto pandémico. Ante un dolor constante en la zona abdominal Gabriela fue de urgencia al Hospital de Clínicas, acompañada por su madre Norma. "Apenas podía incorporarse a sí misma, tenía mucho dolor y no podía ni mantenerse en pie. Llegamos al quinto piso, el mismo donde ya la habían atendido, después de cumplir con todos los protocolos en el ingreso pero la respuesta del médico fue que no la podían atender", recuerda.
Cuando la madre de Gabriela le consultó a la Jefa del Servicio de ginecología oncológica por la compleja situación. "Intercambié mensajes con ella y me respondió que el centro médico estaba íntegramente abocado al covid por decisión de la Dirección", cuenta. A partir de allí comenzó un calvario, que continuó en el Sanatorio de la UOM de Avellaneda y finalizó en el Hospital Rossi de La Plata, cuando ya era demasiado tarde para hacer algo.
"No sé si mi hija hubiera vivido mucho tiempo más si la atendían a tiempo, no sé qué hubiera pasado, si hubiera existido alguna solución. Pero por lo menos podría haber tenido una mejor calidad de vida en sus últimos meses. En tres meses el recorrido de ella fue fatal", dice Norma entre lágrimas, atravesada por un dolor inmenso.
"El destrato que sufrió mi hija con sus enfermedades el último tiempo la terminó de matar. Anímicamente estaba destrozada, se sintió abandonada como persona por muchos médicos", cuenta la madre de la joven, antes de resumir todo el sufrimiento que vivió con una sola frase: "Tuvimos que luchar contra las enfermedades que ella tenía pero también contra una que ella nunca tuvo que fue el coronavirus", asegura. Desde el Hospital de Clínicas explican que "se le hace un seguimiento a todos los pacientes pero no se los ve a todos porque es un peligro que circulen por el Hospital, sobre todo los pacientes crónicos". Además, aseguran que en tiempos de pandemia hubo más de 25 mil consultas por otras patologías que fueron atendidas.
El de Gabriela no es el único caso de características similares al que accedió este medio. María Rosa Lencina tenía 27 años, era madre y estaba transitando la etapa final del embarazo de su segunda hija. Vivía con su tía en la Villa 31 y falleció en julio pasado luego de que se le negara una cama en el Hospital Fernández, según denuncia su familia.
La joven, que hubiera cumplido 28 años el 27 de septiembre, concurrió a la guardia del Fernández el viernes 24 de julio. Atravesaba su semana número 38 de gestación y fue al centro de salud por la aparición de un dolor agudo. Desde el Hospital le pidieron que vuelva el lunes para programar la cesárea pero ella y su bebé finalmente fallecieron en el Hospital Rivadavia el día siguiente. Norma Lencina era la tía de María Rosa pero fue también quien la crío como a una hija.
"Mi sobrina no tenia problemas en el embarazo. Tres días antes supimos por la ecografía que el bebe era una nena y estaba todo bien. Ese día en el Fernández la tuvieron seis horas esperando en una sala de espera el resultados de los estudios que le hicieron y nos dijeron que no tenía nada. Le dieron calmantes para pasar el dolor y nos dijeron muy claro que no había camas para que se quede, que estaban todas ocupadas y que eran para covid", cuenta.
El sábado 25 de julio María Rosa falleció. "Pedimos una ambulancia al SAME pero nos dijeron que no tenían y nos recomendaron ir por nuestra cuenta si la necesitábamos urgente. Nos tuvo que llevar un vecino y cuando la atendieron en el Rivadavia, que fue rápido, ella ya estaba desmayada", recuerda la tía. Tanto la joven como su hija fallecieron y el lamentable relato de sus familiares incluye el testimonio de una médica que les aseguró que, en caso de haberla internado a tiempo, se hubiera salvado.
Pamela Nieto era cordobesa y tenía 24 años. Recibió un trasplante renal en 2017 y se sometía desde entonces a los respectivos controles periódicos El 4 de abril, después de la suspensión de un turno para seguimiento, sus padres la llevaron al Hospital Municipal de La Falda ante un cuadro de vómitos y dolor estomacal. "La primera médica que la atendió le dijo literalmente que no volviera si no tenía síntomas de covid", cuenta Silvina Pereyra, madre de Pamela. Un día más tarde la familia competa volvió y una segunda profesional le adjudicó el malestar a la medicación que la joven consumía.
Los padres de Pamela consultaron sobre la posibilidad de hacerle algún tipo de estudios de laboratorio pero los médicos le aseguraron que no era necesario e insistieron con el peligro de permanecer en el centro de salud. "Le pusieron suero y nos dejaron casi abandonadas durante horas. A Córdoba Capital no podíamos ir por los controles que había en las rutas, en ese momento estaba todo muy estricto", agrega la madre. En una tercera visita a la guarda del Hospital un médico detectó la falla renal y pidió su traslado de emergencia al Hospital Provincial Tránsito Cáceres de Allende. Allí la joven falleció luego de una agonía de casi 10 días.
"El domingo de Pascuas le sacaron el respirador, ella tenía mucho miedo. Entró a terapia intensiva ya en un estado muy complicado, tuvo una mejora muy leve de un sólo día. La atención ahí fue excelente y una de las médicas me dijo que si se hubiera hecho el laboratorio antes tenía chances de sobrevivir", recuerda quebrada Silvina. Los tres primeros doctores que atendieron a Pamela finalmente fuero desplazados de sus funciones y reemplazados en el Hospital de La Falda.
Más allá de los casos específicos, el panorama general obliga a prender las alarmas. El cardiólogo Martín Lombardero publicó un informe en el que asegura que "la primera causa de muerte en Argentina sigue siendo la enfermedad cardiovascular, aun en tiempos de pandemia". "A los 280 fallecidos diarios de años no covid, la pandemia generaría un exceso de mortalidad, difícil de estimar pero que podría rondar un 20% (50 a 60 fallecidos por día que se agregan a los 280 diarios). Aún no se sabe cómo y cuánto va a repercutir el menor diagnóstico precoz de tumores que no se está descubriendo en pandemia. En los próximos años se conocerán datos de cuanto influyó en la mortalidad total la falta de estudios preventivos", explicó.