Los entretelones del paro de controladores: cuáles son los graves problemas de seguridad en los vuelos
Un informe de ATEPSA al que accedió en exclusiva Data Clave remarca que la medida de fuerza no tiene que ver solo con una cuestión salarial, sino que el cuadro de situación es mucho más complejo. Denuncian falta de personal desde 2017 y graves falencias en infraestructura. ¿Cuáles son los vuelos de este viernes que deberán reprogramarse?
En los últimos días estalló un conflicto gremial en los aeropuertos del país que amenaza con poner en jaque los vuelos que restan en el verano. Como contó Data Clave ayer, luego del fracaso de la Conciliación Obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo de la Nación, la Asociación de Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (ATEPSA) advirtió que "a partir del 18 de febrero retomarán de manera progresiva las medidas legítimas de acción gremial que incluirán la suspensión de las autorizaciones de despegue de vuelos comerciales, carga y aviación en general en todo el territorio nacional".
El anuncio causó preocupación en el sector del turismo ya que existe el riesgo latente de suspensiones y cancelaciones de vuelos. Pero desde ATEPSA hacen hincapié en que no se trata de una discusión salarial más, el cuadro de situación es mucho más grave y complejo. Denuncian falta de personal desde 2017 y graves falencias en infraestructura.
Un informe al que accedió en exclusiva este medio, señala que el conflicto de ATEPSA y Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA) tiene un eje en la seguridad operacional. Según señala el documento, “la empresa en 2021 ingresó 400 trabajadores en una planta de 2000 pero la mayoría son choferes, administrativas y una plana gerencial y de jefaturas que nada tiene que ver con los que prestadores de servicio en cada estación y aeropuerto. La pandemia dejó en evidencia la falta de personal que se arrastra desde 2017 y que el sindicato denuncia en cada negociación”.
Al respecto, desde ATEPSA remarcan que “hay aeropuertos, como el de Jujuy, que hace al menos dos años, tiene por turno a una sola persona brindando el servicio. En una ocasión esta persona no fue a trabajar y una aeronave que debía aterrizar tuvo que hacer espera en la vertical del aeródromo hasta tanto otro operador, que no estaba de turno, logró ser contactado y pudo garantizar el aterrizaje”.
En el texto al que tuvo acceso exclusivo Data Clave, los controladores explican que “necesitan disponer de una frecuencia para comunicarse con los pilotos, no hay otra forma. Todas las frecuencias presentan problemas. Los aviones cuentan con un sistema que alerta la presencia de otro avión y dispara alarmas, pero no es suficiente para evitar los peligros de aeronaves sin la separación que exigen los estándares internacionales”. Y narran varios ejemplos con crudeza, que dan cuenta de la gravedad de la situación.
- Días atrás se cortó la luz en el aeropuerto de Comodoro Rivadavia. Desde allí se controla toda la Patagonia, Tierra del Fuego, las islas del Atlántico Sur y la Antártida. El corte de luz afectó de tal manera los radares y las comunicaciones que, en el mayor espacio aéreo del país, no hubo posibilidad de establecer comunicaciones entre las torres y los aviones, los pilotos estuvieron volando sin posibilidad de comunicarse durante media hora y después tuvieron comunicaciones intermitentes que afectan la seguridad de los vuelos.
- Esta semana en Resistencia se cortó la luz y pasó algo similar con los radares. No hubo visualización de pantallas de radar en el norte argentino y esto afecta no solo a los vuelos domésticos sino a los que sobrevuelan la Argentina hacia el exterior, especialmente los que van a cruzar al hemisferio norte.
- También hubo serias complicaciones en el AMBA: con el temporal que azotó el área metropolitana hace unas semanas, el aeropuerto de Ezeiza sufrió serios daños, se rompieron los vidrios, hubo inundaciones en el edificio donde están los radares y la torre. Quedaron equipos, cables y material de trabajo bajo el agua.
“Se hizo evidente la falta de inversión edilicia en el lugar donde está el centro de control que absorbe el 60% de los vuelos de todo el país, porque desde ese lugar se controla el espacio aéreo del área metropolitana y afecto los aeropuertos de Aeroparque, Morón, San Fernando, Palomar y Ezeiza. Tuvimos suerte de no tener una tragedia, no podemos dejar librada a la suerte la seguridad en la aviación”, sentenciaron desde el gremio.
En la misma sintonía, el secretario general de ATEPSA, Jonatan Doino, señaló en diálogo con el programa WakeUp de Radio Delta que "EANA se niega a reconocer los problemas del sector que atraviesa, obligando a trabajadores a realizar tareas muy por debajo de los mínimos de seguridad".
Y agregó: "Esta acción comenzará mañana a las 18 y la afectación de los vuelos será de 2 horas por la mañana y por la tarde. Las empresas de vuelos ya están al tanto"
La afectación a los vuelos nacionales
Aerolíneas Argentina informó que debido a las medidas de fuerza anunciadas por ATEPSA, los vuelos de la compañía podrán verse afectados por eventuales reprogramaciones en los días sucesivos.
Para el viernes la empresa ha tenido que reprogramar 101 salidas, en principio con una afectación no mayor a las 2 horas. Dicha medida alcanza a más de 12.000 pasajeros que están siendo notificados a través del correo electrónico que hayan registrado en la reserva.
“Este tipo de medidas echan por la borda buena parte del esfuerzo que todos los actores de la industria venimos haciendo para sostener la operación y los puestos de trabajo en un contexto tan difícil como fue el de los últimos 2 años. Esperamos que la medida sea revisada y que no afecte el fin de semana largo de carnaval que es una fecha muy importante para la industria turística del país”, expresó Pablo Ceriani, titular de la línea de bandera nacional.
Los vuelos reprogramados son principalmente de la red doméstica y afecta 40 salidas desde Aeroparque, 4 salidas desde Ezeiza y 57 vuelos desde el interior del país.
Vale destacar que Aerolíneas Argentinas cuenta desde enero con un promedio de 220 salidas diarias y transporta un promedio de 29.000 pasajeros diarios con picos cercanos a los 35.000 en fechas de recambio turístico o fines de semana.