La familia de Jorge Lanata se encuentra inmersa en una pelea interna que ahora ha pasado a los tribunales mientras el reconocido periodista continúa en estado delicado de salud. Las hijas del conductor, Bárbara y Lola Lanata, han decidido judicializar el conflicto que mantienen con la actual esposa de su padre, Elba Lorena Marcovecchio, en medio de acusaciones que involucran presuntos robos, malversación de bienes y un supuesto desinterés en el cuidado de su esposo.

Según consta en la demanda presentada por las hijas del periodista, el delicado estado de salud de su padre, sumado a su vulnerabilidad mental y física, motivó la decisión de no informarle sobre las acciones de Marcovecchio, con el objetivo de evitar un impacto emocional que pudiera agravar su situación. En el documento, las hijas detallan que Lanata no siempre puede comunicarse o comprender la totalidad de los hechos, lo que genera temor en cuanto a su reacción al conocer el conflicto familiar que se está desarrollando mientras permanece internado en terapia intensiva.

Uno de los puntos más controvertidos de la demanda es la acusación de malversación y robo de objetos valiosos pertenecientes a Lanata. Según la denuncia, Elba habría sustraído bienes del departamento del periodista, aprovechando momentos en que este se encontraba sedado. Entre los objetos mencionados, se incluyen joyas, obras de arte y dinero en efectivo. La demanda también aporta como prueba imágenes de cámaras de seguridad que, según las hijas, muestran a Marcovecchio retirando elementos personales de gran valor del domicilio del periodista, sin su autorización.

En uno de los tramos de la presentación, se puntualizan los “faltantes” que identificaron, que van de una suma considerable de miles de dólares a obras de arte, pulseras con brillantes, encendedores de oro, pañuelos de Hermes y hasta un perfume Armani.

A modo de ejemplo, se señala una compra realizada por Elba en una joyería de alto perfil, en julio de este año, por un total de $2.542.823,72. Los gastos con la tarjeta de crédito de Lanata habrían escalado significativamente desde su internación, sumando más de $6 millones en agosto, mientras que en mayo, antes de que Lanata fuera hospitalizado, los gastos ascendían a menos de $2 millones.

En cuanto a su conducta respecto al estado de salud, las hijas del periodista denuncian que Marcovecchio habría tomado decisiones que podrían haber comprometido la recuperación de su esposo. Entre otras cosas, se menciona que firmó un alta voluntaria durante una internación previa, a pesar de que Lanata no estaba en condiciones de ser dado de alta. Además, se la acusa de ofrecer alimentos no recomendados para la delicada condición de salud del conductor, como dulces y tortas, contraviniendo las restricciones que su equipo médico había impuesto debido a su diabetes y otros padecimientos.

El reclamo incluye también una serie de fotografías, videos y audios que refuerzan las acusaciones. En uno de los audios transcritos en la demanda, Marcovecchio expresa abiertamente su intención de aislar a Lanata de su círculo íntimo, refiriéndose a las hijas del periodista con términos despectivos y mostrando un tono confrontativo. En otro tramo del audio, la esposa de Lanata reconoce haber intentado controlar el acceso a su esposo en las instituciones donde estuvo internado, limitando la entrada de familiares y profesionales de confianza, lo que también es cuestionado por las hijas del periodista en la presentación judicial.

Las hijas han solicitado formalmente que se les designe como red de apoyo legal de su padre, asumiendo la administración tanto de sus cuidados médicos como de su patrimonio, argumentando que Elba Marcovecchio no es la persona idónea para ocupar ese rol. Además, solicitan la implementación de medidas cautelares para preservar los bienes de Lanata, incluyendo el cambio de cerraduras en su domicilio y la realización de un inventario judicial de todos sus bienes, especialmente las obras de arte que han sido objeto de controversia.

La situación ha tensado aún más la relación entre las hijas y la esposa del periodista, quienes desde el inicio del matrimonio de Marcovecchio con Lanata, en abril de 2022, han tenido múltiples fricciones. Las hijas del conductor consideran que el comportamiento de Marcovecchio durante la enfermedad de su padre no solo ha sido negligente, sino también doloso, y lo acusan de haber puesto en riesgo su salud y su vida en varias ocasiones.

El conflicto familiar ha tomado un giro inesperado con la judicialización de las acusaciones, y ahora la decisión final recae en los tribunales, que deberán determinar si las pruebas presentadas son suficientes para sustentar las denuncias. La defensa de Elba Marcovecchio aún no ha emitido un comunicado oficial sobre el caso, pero se espera que la controversia continúe escalando en las próximas semanas.

El proceso judicial avanza mientras Lanata sigue bajo cuidados intensivos. El juez deberá analizar las pruebas presentadas por sus hijas y decidir si se tomarán las medidas solicitadas, incluyendo la protección de su patrimonio y el control sobre sus decisiones médicas.