La defensa pidió la absolución de los policías señalados por disparar a Lucas González
Los abogados Fernando Soto y Martín Sarubbi consideraron que los agentes "obraron en cumplimiento del deber, en legítima defensa y sin ningún dolo previo de comprender un homicidio". El jueves se llevará adelante el alegato de otra defensa y tras esto, el Tribunal definirá cuando se conocerá el veredicto, al filo de la feria judicial.
Cuando el jueves 6 de julio la defensa de Sebastián Baidón termine con su alegato, el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional Nº25 estará en condiciones de revelar cuando se conocerá el veredicto en el juicio por el homicidio de Lucas González, el juvenil de Barracas Central al que tres policías le dispararon en noviembre de 2021.
La expectativa está puesta en si finalmente se conocerá la sentencia antes de la feria judicial. Al principio, en tribunales se barajaba la posibilidad de que sea el 11 o el 13 de julio (el viernes 14 es el último día de actividad) pero ante cualquier imprevisto que pudiera pasar en el debate, la fecha nunca se terminó de corroborar.
Este martes, Fernando Soto y Martín Sarubbi solicitaron las absoluciones de los principales acusados al considerar que "obraron en cumplimiento del deber, en legítima defensa y sin ningún dolo previo de comprender un homicidio".
Se trata de Juan José Nieva, el oficial mayor Fabián Andrés López y el inspector Gabriel Alejandro Isassi, integrantes de la Brigada 6 de la División Brigadas y Sumarios de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad. Los tres están señalados por disparar contra el auto donde iban Lucas y sus tres amigos, Julián Alejandro Salas, Niven Huanca Garnica y Joaquín Zúñiga Gómez.
“Han obrado en el cumplimiento del deber, en legítima defensa y sin ningún dolo previo de comprender un homicidio”, afirmó Soto, al finalizar su alegato que se extendió en un poco más de dos horas y media.
Para el defensor de los tres policías acusados del homicidio, tanto la fiscalía como la querella “no analizaron las conductas particulares de cada uno de los imputados: donde estaban parados, desde donde dispararon, solo dijeron dispararon”.
Soto tomó relevancia pública por ser el letrado defensor del policía Luis Chocobar, condenado por exceso en la legítima defensa tras disparar por la espalda a un ladrón, que falleció a causa de esa acción. Al comienzo del juicio, los tres integrantes de la Brigada aseguraron que actuaron "en cumplimiento del deber, ejerciendo legítima defensa y sin cometer ningún delito”. Bajo esta premisa se sustentará la hipótesis defensista.
“Nos encontramos en esta causa que quienes mataron a Lucas e intentaron matar a sus amigos ese día eran policías. Los quisieron matar porque podían hacerlo, porque querían, porque pensaban que salían impunes y porque actuaron con prejuicios de clase y sociales”, aseguró el fiscal Guillermo Pérez de la Fuente durante su alegato, donde pidió prisión perpetua para los tres.
"Homicidio agravado por haber sido cometido con un arma de fuego; por alevosía, por placer y por odio racial; por el concurso premeditado de dos o más personas y por cometerse abusando de su función o cargo por ser un miembro de una fuerza policial” fue la acusación que les endilgó la fiscalía en relación al crimen de Lucas. Además, los señaló por la tentativa de homicidio contra los otros tres adolescentes y por los delitos de “falsedad ideológica y privación ilegal de la libertad agravada por abuso funcional y sin previsión de la ley”.
Por su parte, el próximo jueves 6, la defensa de Baidón se defenderá no solo de la acusación por encubrimiento sino también porque fue señalado como el responsable de haber torturado a dos de los chicos, al insultarlos, esposarlos en el suelo y mantenerlos privados de su libertad. De acuerdo a lo que contaron los dos jóvenes en el juicio, el policía les gritaba “negros de mierda” y que debían pegarles un tiro a ellos también, mientras les preguntaba por un arma y les decía que seguramente no eran futbolistas. “Lo que buscó Baidón fue infligir sufrimientos graves a los dos chicos, que llegaron a ese lugar aterrorizados tras lo que había pasado con su amigo y que buscaban personal policial para protegerse”, aseveró el fiscal Pérez de la Fuente en su exposición.