El emprendedor Leonardo Cositorto fue condenado hoy por estafas reiteradas y como jefe de una asociación ilícita en la provincia de Corrientes en el final del juicio donde se investiga un esquema de estafa piramidal que atrapó a 98 ahorristas.

El Tribunal de Juicio de Goya, integrado por los jueces Ricardo Carbajal, y Jorge Carbone y Julio Duarte, dio a conocer el veredicto contra el titular del emprendimiento conocido como Generación Zoe y otros cinco imputados. Todavía no se informó el monto de la pena.

El comienzo de la audiencia fue intenso, debido a los gritos de Cositorto, antes de la lectura del fallo. Por ese motivo, el presidente del Tribunal, Ricardo Carbajal, expulsó de la sala al líder de Generación Zoe, quien se mostró enojado por los comentarios del magistrado.

Otros tres acusados tambien fueron condenados, mientras que otros dos resultaron absueltos. Miguel Ángel Echegaray, Maximiliano Javier Batista, Lucas Damián Camelino, fueron condenados como miembros y coautores del delito de estafa con modalidad de delito continuado. Y en cuanto a Nicolás Ismael Medina y Javier Sebastián Medina resultaron absueltos.

El juicio que inició en octubre del 2024 finaliza este viernes en el Tribunal de Goya. Al comienzo de la audiencia el presidente del Tribunal en primer lugar dio a los imputados la posibilidad de expresar sus últimas palabras y tras un cuarto intermedio dio a conocer los fundamentos y veredicto resolviendo la responsabilidad penal de culpabilidad para Cositorto.

El presidente del Tribunal de Juicio de Goya, doctor Ricardo Carbajal dio cuenta de los hechos que tienen por acreditados tras los casi cuatro meses de juicio.

Mencionó los hechos, viajes y fechas en las que la organización se instaló en la localidad de Goya y el esquema de reconocimiento de jerarquía para acreditar la existencia de esta organización. Afirmó; “Está comprobado documentadamente que se instalaron en la localidad de Goya y que la asociación ilícita y el dolo por estafa existió desde el principio”.

Así también, el presidente del Tribunal explicó que; “Nunca se ha comprobado el esquema de inversiones que ofrecían, las minas de oro de las que hablaba Cositorto, no presentaron estados contables que existía el traiding y si existía la ganancia y no hay avales presentados respecto a los cursos educativos que brindaban”.

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Los alegatos

El jueves fue la exposición de los alegatos +, que duró poco menos de 80 minutos, tiempo suficiente para que los fiscales Guillermo Barry y María Eugenia Ballará desglosaran las pruebas que incriminan a Cositorto y a los otros imputados. 

Según detallaron, la estructura de Generación Zoe se montó en Goya bajo la promesa de un retorno del 7,5% mensual en dólares, pero todo resultó ser un fraude.

El fiscal Barry fue contundente al describir la mecánica del engaño. "Se presentaron como una academia de coaching financiero, como una empresa de educación, pero esto era una pantalla para traer inversores", afirmó. Junto a Maximiliano Batista y Miguel Ángel Echegaray, Cositorto habría encabezado la estructura delictiva. "Los organizadores o jefes idearon y planificaron la oficina de Goya poniendo en marcha una estafa piramidal. A través de herramientas de engaño indujeron a error a los inversores", agregó.

Un dato clave en la causa es el desembarco de Generación Zoe en Goya en 2021, en paralelo al cierre de la tabacalera Massalin, que dejó a cientos de empleados con indemnizaciones en el bolsillo. "Era gente que tenía disponibilidad de fondos", explicó el fiscal, y señaló que muchos decidieron invertir en Zoe tentados por un excompañero de trabajo, Jonathan Vargas.

Para la fiscalía, los seis acusados jugaron un rol activo en la estafa, incluyendo a los referentes locales Lucas Camelino, Nicolás Ismael Medina y Javier Sebastián Medina. Barry destacó la importancia de Echegaray, a cargo de la administración financiera y presionando a los representantes locales para que generaran ingresos. "Estuvo dos veces en Goya para organizar la oficina y exigir facturación. Si no, la sucursal se cerraba", aseguró.

En un momento insólito del juicio, el abogado querellante Pablo Fleitas recurrió a una estrategia teatral para exponer el engaño. "Ayer habé con mi amigo Marcos Galperín y hoy me llamó el ministro de Justicia de la Nación", afirmó. Luego reveló que todo era falso: "Lo que acabo de decir es una manipulación de la situación, igual que lo que hicieron los acusados con sus inversores". Además, recordó que Cositorto aseguró estar en contacto permanente con el presidente Javier Milei y su hermana, lo que generó suspicacias sobre sus verdaderos vínculos.

Por otro lado, las defensas intentaron desligar a los imputados. El abogado Andrés Bufill, representante de Echegaray y Camelino, argumentó que "no hubo asociación ilícita ni dolo", y que el colapso de Zoe se debió a una "pérdida de confianza de los inversores". Sostuvo que las empresas de la organización estaban legalmente inscriptas y que el caso debió tratarse como un "incumplimiento contractual". Además, criticó la caída del acuerdo de resarcimiento que se había propuesto en octubre del año pasado.

El cierre del debate estuvo a cargo de los abogados Guillermo Dragotto y José Fernández Codazzi, representantes de Cositorto. Cuestionaron imprecisiones en la acusación y criticaron al tribunal por no avanzar con la posibilidad de un acuerdo reparador. "El tribunal debió pedir el acuerdo, homologarlo y así extinguir la acción penal", disparó Dragotto.

En paralelo, Cositorto enfrenta otras causas en diversas provincias por esquemas similares con Generación Zoe, lo que complica aún más su situación judicial.