La política local en Argentina tiene un costo elevado, pero no homogéneo. Según un informe reciente de la Fundacion Libertad, San Miguel de Tucumán encabeza la lista de gastos por concejal con una cifra de $668,3 millones anuales, seguido por Río Gallegos con $639,3 millones y San Salvador de Jujuy con $564 millones. Estos números representan más de cinco veces el promedio nacional de $129,4 millones anuales por edil.

Las cifras muestran disparidades marcadas entre las 55 ciudades analizadas. En el extremo opuesto se encuentra Junín, donde el costo anual por concejal es de apenas $10,6 millones, junto con Merlo, que gasta $17,5 millones. En total, los municipios destinaron $123.290 millones a sus legislaturas locales este año. 

El informe detalla que gran parte del presupuesto de los Concejos Deliberantes se destina a personal, representando en promedio el 87,4% de los gastos. Sin embargo, la ciudad de Rosario se desmarca, siendo la cuarta que menos asigna a personal, con un 68,52%. Por otra parte, Posadas lidera en cantidad de empleados por edil, con 122 trabajadores por cada uno, mientras que en Córdoba este número se reduce a ocho.

La porción del presupuesto municipal destinada a los concejos varía significativamente. En Formosa, el gasto alcanza el 13,7% del total del presupuesto, mientras que en ciudades como Córdoba y Rosario este porcentaje apenas supera el 3%. En términos de impacto per cápita, Río Gallegos lidera nuevamente con un gasto anual de $39.000 por habitante, seguido por Río Grande y Ushuaia con $33.000 y $29.000, respectivamente.

Las ciudades grandes como Rosario y Córdoba gastan cifras similares por concejal, $285,6 y $285,1 millones anuales respectivamente, lo que equivale a más del doble del promedio nacional. Esto contrasta con municipios medianos como Viedma y Santa Rosa, donde los costos rondan los $108 millones y $77 millones, respectivamente.

La gestión de estos recursos plantea preguntas sobre la eficiencia y la transparencia. "Es necesario eliminar gastos superfluos que no generan valor directo para la sociedad", resalta el informe. Estas diferencias entre municipios evidencian la necesidad de reformas estructurales para optimizar el uso de fondos públicos.

Mientras tanto, las cifras parecen desconectadas de las realidades locales: ciudades pequeñas como Rawson gastan un 7,4% de su presupuesto en el Concejo Deliberante, un porcentaje considerablemente mayor al promedio. Esta disparidad resalta la importancia de evaluar cómo se asignan los recursos en relación con la población y las necesidades de cada municipio.