Cuáles son las 50 ciudades más violentas del mundo (y en qué lugar se encuentra Buenos Aires)

Durante la semana que pasó se llevó adelante en el CCK la reunión del Consejo de Seguridad Interior, con la presencia de varios gobernadores y también del presidente Alberto Fernández, que algo conoce del tema por su condición de docente de derecho penal en la UBA.

“El delito es un problema que tiene distintas causalidades. Una de ellas es la desigualdad. En las sociedades más igualitarias, la incidencia del delito es menor. Está corroborado”, dijo Fernández. Y por eso dijo que es necesario  “enfocar a la raíz” del problema y no quedarse en “soluciones que atacan los resultados pero no las causas”.

El diagnóstico es acertado. Así al menos lo demuestran las estadísticas disponibles sobre criminalidad en América Latina que, como se sabe, es uno de los continentes con mayor desigualdad en todo el mundo.

Un par de semanas atrás, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, al dar conocer los datos del mapa del delito de 2021 en la ciudad de Buenos Aires, se jactó de que “hoy la Ciudad de Buenos Aires tiene las tasas de delito más bajas en los últimos 27 años”. Y es que CABA, pese a tener enormes bolsones de pobreza en su territorio, es una de las ciudades más desarrolladas del país.

El Jefe de Gobierno porteño precisó que “lo que más bajó fue el robo con motos. Era una de nuestras mayores preocupaciones, pero paso a paso lo estamos mejorando. Comparado con 2019 bajó un 51%”.

“Casi a la mitad también bajó el robo de autos, un 49%. Y los robos con armas bajaron un 38%. Si tomamos todos los robos en todas sus modalidades, bajaron un 29%. Y los hurtos, que es el robo sin violencia, bajaron un 26%”, añadió.

Rodríguez Larreta señaló que “en materia de homicidios, la tasa se mantuvo estable: da tres homicidios por cada 100 mil habitantes. Este dato hace que seamos la segunda capital más segura de toda América, después de Ottawa en Canadá”.

La tasa de homicidios es una de las formas más efectivas de medir la violencia o la criminalidad en las ciudades. Porque en esos casos no existe lo que se conoce como la cifra negra del delito. Por ejemplo, robos que no se denuncian porque las víctimas creen que es una pérdida de tiempo. Homicidios y robos de vehículos (por el cobro del seguro) son hechos delictivos que siempre están registrados.

Como se dijo, en América Latina están las ciudades más violentas de todo el mundo, pero el mapa de la criminalidad es heterogéneo: no se reparte en toda la región de la misma forma. México marcha a la cabeza.

A comienzos de marzo, el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, una ONG con sede en aquel país, dio a conocer el ranking 2021 de las 50 ciudades más violentas de todo el mundo.

Durante 2021, la ciudad de  Zamora, en el estado de Michoacán, fue la más violenta de todo el planeta. La tasa 196,63 homicidios por cada 100 mil habitantes de esa ciudad es la segunda más alta registrada desde que esa organización realiza el ranking, sólo es superada por la tasa de homicidios de Juárez con 229,06 homicidios por cada 100 mil habitantes en 2010. 

El informe aclara que no hay datos de ciudades de Venezuela en el ranking 2021 no porque haya mejorado la situación de la criminalidad, sino porque ya no hay registros confiables disponibles.

El trabajo sostiene además:

De las 50 ciudades más violentas del ranking 2021, 18 se ubican en México, 11 en Brasil, 7 en Estados Unidos, 4 en Sudáfrica,4 en Colombia, 2 en Honduras y hay una de Puerto Rico, una de Haití, una de Ecuador y una de Jamaica.

•    Cuarenta y seis ciudades se ubican en el continente americano y 38 en América Latina.

•    En las 50 ciudades la tasa promedio fue de 48,08 (35,032 homicidios dolosos entre 72,856,277 habitantes). Cabe señalar que en 2019 (no hay aún información de año más reciente), según la Organización Mundial de la Salud la tasa promedio mundial fue de 6,15 (474,692 homicidios y 7,713,468,100 habitantes).

•    De las 50 ciudades, la mitad presenta tasas por encima de la tasa promedio de 48,08 homicidios por cada 100 mil habitantes.