Una de cal y una de arena: escenario de "inflación del 65%" para 2022 y optimismo por el crecimiento
Según pudo saber Data Clave en el Gabinete económico manejan dos proyecciones: una optimista y otra pesimista. Aseguran que este año continuará la recuperación iniciada a finales de 2020. Las chances electorales en juego y las diferencias del kirchnerismo.
“Es un escenario pesimista podríamos tener una inflación de entre 60% y 65%, mientras que el pronóstico optimista sería 55% y 60%”. Con esa frase, un funcionario importante del Gabinete económico definió a Data Clave el escenario que esperan para todo 2022. Dentro de la multicausalidad que señalan, los efectos de la guerra en Ucrania son un factor determinante. Sin embargo, confían en que la economía tendrá un crecimiento del 5% este año, limitado por la falta de dólares y a pesar de los contratiempos que pueda dar la coyuntura.
El Indec informará esta tarde la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) correspondiente a abril. El ministro de Economía, Martín Guzmán, ya anticipó que estará por debajo del 6,7% de marzo, el cual esperan haya sido el “techo” de todo el año.
Según pudo saber Data Clave, los últimos relevamientos del Gobierno ubican el guarismo del cuarto más cerca del 6% que del 5%, aunque el dato definitivo se conocerá hoy a las 16 por parte del organismo estadístico. “Para mayo esperamos que la nominalidad baje al 4% y a partir de ahí que la presión afloje”, resaltan.
Las estimaciones de los funcionarios no están alejadas de las que arrojó el último Relevamiento de Expectativas de Mercado, que realiza el Banco Central. Los analistas estimaron que la inflación para este año se ubicará en 65,1%, lo que marcó una suba de 5,9 puntos porcentuales (p.p.) respecto de la última encuesta.
La combinación aceleración de precios-falta de dólares son los principales limitantes que existen hoy para recuperar los salarios, incrementar la producción y sostener el crecimiento. La visión oficial es que el PIB tendrá un crecimiento “más cercano al 5%” en 2022, después del 10,3% del año pasado.
“Si tuviéramos más reservas creceríamos al 7% pero no tenemos una cantidad de divisas necesaria para eso y lo vemos más cerca del 5%. Podríamos crecer al 10% si tuviéramos US$ 30.000 millones más en el Central, el problema son los dólares”, afirmó un funcionario del Gabinete económico a Data Clave.
Estas previsiones se dan también en el marco de la primera revisión del Fondo Monetario Internacional, que se está llevando adelante de forma virtual y cautelosa. Las metas cruciales (déficit, reservas y emisión) no se tocarán, adelantó Guzmán, pero sí habrá “recalibraciones” en aspectos como los mencionados que tienen que ver con la hoja de ruta. La guerra en Ucrania cambió el panorama del acuerdo que terminó de oficializarse a finales de marzo pero el cual tuvo sus trazos gruesos antes del 24 de febrero cuando Rusia realizó su invasión.
Hay otros dos aspectos importantes en la agenda oficial. El primero tiene que ver con la pandemia, con un crecimiento de casos del 110% en las últimas tres semanas. Sin embargo, en las reuniones que mantuvieron en los últimos días, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, comentó al equipo económico que los niveles de vacunación permitirán tener mayor nivel de casos leves que no necesitarán aislamiento. Parte del freno en la industria de enero y febrero estuvo relacionado con la tercera ola, recordaron a este medio desde el sector.
El otro ítem es el abastecimiento energético, que el Gobierno descuenta como saldado a partir de los acuerdos con Bolivia y Brasil. En tanto, Desarrollo Productivo mantuvo ayer con el presidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja, para conformar una mesa energética presidida por esa cartera y secundada por la Secretaría de Energía. La preocupación de los industriales es tener un “plan de contingencia” de paradas programadas en caso de “ser necesario”.
El ministro Guzmán sostiene que el programa económico pactado con el FMI permitirá que la economía siga creciendo de forma “sostenible” y que eso dará las posibilidades de reelección a Alberto Fernández en 2023. En el kirchnerismo apuntan al bajo nivel de los ingresos, que aún no recuperaron lo perdido en los últimos años, como un factor determinante para la cita electoral. En la oposición apuestan al “desgaste que podría generar una inflación del 70%”, comentó a Data Clave una de las espadas económicas que trabaja para uno de los posibles candidatos del PRO.