Los fuertes aumentos que se registraron en textil e indumentaria ya muestran un impacto en el consumo. Las ventas minoristas de este rubro marcaron un fuerte desplome si se comparan los niveles de octubre contra el mismo mes del año pasado. El Gobierno ya puso el ojo en el sector y busca calmar la suba de precios con los últimos acuerdos firmados.

La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) informó que su índice de ventas minoristas marcó el mes pasado una baja del 3,2% y acumuló cuatro mermas consecutivas. 

Pero la caída más grave se dio en textil e indumentaria, del 19,2%, “producto del incremento de los precios que registra este sector, que ya acumula aproximadamente 6 registros interanuales en negativo”, señaló la entidad. El otro segmento con peor desempeño fue calzado y marroquinería (-6,9%).

De todas formas, los últimos intentos por mantener a raya los precios de prendas de vestir y calzado no fueron suficientes. La medición que realiza el Indec arrojó que este rubro lideró el IPC acumulado en los primeros nueve meses del 2022 con un alza de 90,1% mientras que en el último año la suba fue de 118%, superando ampliamente el índice general

La Secretaría de Comercio cerró el viernes último un convenio con empresas del sector industrial de hilanderías, tejedurías y tintorerías, es decir, las telas con las que se confeccionan los productos textiles pero en particular de indumentaria. Las firmas que ingresen deberán mantener, en principio, sus precios congelados por 60 días y luego tendrán habilitada la posibilidad de aumentar en línea con la evolución del dólar oficial por tres meses.

El nuevo convenio se sumará al que cerró hace dos meses Comercio con la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (Ciai), abarcando 60 marcas, e incluyendo shoppings, supermercados y locales propios. El mismo contemplaba no mover los precios hasta el 1 de diciembre para luego puedan seguir por 180 días la devaluación del dólar oficial. 

Según el sector industrial, del valor de la ropa, más de la mitad corresponde a impuestos nacionales, provinciales y municipales y solo el 8,5% va para la industria y un 4,8% a la rentabilidad de la marca. Sin embargo, en el Gobierno apuntan a que los aumentos de precios vienen superando ampliamente la inflación sin ningún tipo de justificativo.