No hay ninguna novedad sobre la obsesión de los argentinos por el dólar, que se la puede calificar de racional si miramos la causa del fenómeno: la continua desconfianza en el peso, que no ha parado de perder ceros a lo largo de su historia (13 para ser precisos), frente a un escenario de constante alta inflación (en varias ocasiones hiperinflación), fluctuaciones muy frecuentes en el tipo de cambio, recurrentes defaults de la deuda, tasas reales negativas, cepos cambiarios, y la lista podría continuar.

Consecuencia de ello, los argentinos tenían en su poder al final del tercer trimestre de 2021 unos u$s 252.186 millones, tanto en el colchón, en cajas de seguridad, como en cuentas del exterior, es decir, por fuera del sistema financiero local, según último informe de Balanza de Pagos, publicado la semana pasada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). El monto equivale a más de seis veces las reservas brutas del Banco Central, hoy cerca de los u$s39.000 millones.

Pero desde este año hay una mala noticia para aquellos que ahorran en dólares: la inflación interanual en EEUU llegó al 6,8%, el mayor nivel en casi 40 años, producto de la inédita expansión monetaria que llegó adelante Washington para salir de la crisis que provocó el COVID-19. Es decir, este año no solo el peso ha perdido poder de compra (51,2% es la inflación en los últimos 12 meses), sino que el dólar también ha sufrido este flagelo, salvando las obvias distancias.

“Hoy no es negocio mantener los dólares debajo del colchón, ya que estamos en una situación de alta inflación en dólares, que es superior al promedio histórico de largo plazo, que se ubica más cercano al 2%”, asevera a Data Clave Alejandro Bianchi, Fundador de AsesorDeInversiones.com.

Inversiones para “poner a trabajar” los dólares

Dada la actual coyuntura estadounidense, los bonos del Tesoro americano, considerados libre de riesgo, no ofrecen resguardo para los más conservadores frente una inflación en dólares ampliamente superior al 2%, dado que rinden a 10 años menos de un 2% anual (hoy pagan 1,8%).

Con lo cual, para aquellos que de a poco decidan poner a trabajar algunos de sus dólares deben asumir un poco más de riesgo, en pos de obtener alguna ganancia o por lo menos conseguir algún tipo de compensación ante la inflación.

“Desde el punto de vista de alternativas financieras, es un momento de mucha volatilidad para las opciones en dólares. Para alguien que guarda sus dólares en el colchón, a quien por definición vamos a asumir como alguien ultra conservador, las alternativas son muy reducidas debido a la baja tasa de interés que ofrecen los activos libres de riesgo en dólares”, indica a este medio Santiago Abdala, director de PPI.

Cauciones

En un escenario de tasas reales negativas en dólares (por debajo de la inflación americana) mantenerse en efectivo es un mal negocio, por eso Abdala sugiere que se utilicen instrumentos como cauciones en dólares “ya que toda tasa que se gane será para recuperar algo de la inflación que de otro modo se perdería al estar en cash”.

La caución es un tipo de inversión muy similar al Plazo Fijo, en pesos o en dólares, pero con los beneficios que ofrece el mercado. Para el inversor conservador, son una opción única de colocación a corto plazo, garantizada y con atractivas tasas. Es una operación de crédito. Quien necesita dinero deposita en caución activos financieros que posee, obteniendo a cambio un préstamo a tasa y plazo determinado. Desde el punto de vista de la contraparte, es decir el inversor, la caución permite a quien desea colocar dinero, efectuar una especie de préstamo garantizado por los activos aforados. Los plazos de estas operaciones van de 1 a 120 días, aunque los plazos con más volumen suelen ser el de 1 y 7 días.

Fondos comunes de inversión

Para quienes puedan asumir más riesgo, los Fondos Comunes de Inversión (FCI) locales en dólares que invierten en deuda latinoamericana con distintos grados de riesgo, pueden resultar una opción interesante, señala el director de PPI.

Los FCI son un instrumento ideal para el inversor minorista que está dando sus primeros pasos en el mercado de capitales, dado que requieren de una inversión mínima baja, con el plus de que se diversifican los instrumentos invertidos y que están administrados por profesionales expertos.

Cuando se ingresa a un Fondo, se adquieren pequeñas partes del mismo, que son denominadas cuotapartes. Los precios de éstas varían diariamente de acuerdo a la fluctuación de los precios de los activos que componen la cartera del FCI. Otra característica de estos instrumentos es que permiten disponer del dinero invertido en el día, en 24 o 72 horas hábiles dependiendo del Fondo.

En los últimos 12 meses, el Fondo SBS Latam registró un rendimiento del 1,87%, y lidera el ranking de las subas interanuales acumuladas. Si lo medimos en los últimos seis meses, el Superfondo Renta Fija en Dólares II de Santander logró una ganancia de 1%. Mientras que, en los últimos tres meses, el FCI IAM Performance Américas del Banco Industrial anotó un incremento de 0,8%, según datos de la Cámara Argentina de Fondos Comunes de Inversión.

Otros tipos de FCI que han ganado adeptos en el último tiempo son los que invierten en bonos corporativos argentinos. En los últimos 12 meses, el Fondo Compass Best Ideas tuvo un rendimiento del 11,4%, y lidera el ranking de los avances interanuales acumulados. Si lo medimos en los últimos seis meses, el Fondo Balanz Ahorro en Dólares logró una ganancia de 1,4%.

Acciones extranjeras o Cedears

Si bien el índice S&P500 de Wall Street se encuentra hoy en niveles récords, el Fundador de AsesorDeInversiones.com dice que “ese máximo histórico es mentiroso en algún punto”. Explica que “hay 4 o 5 acciones que tienen un porcentaje muy elevado del índice, que son las famosas tecnológicas (FAANG, o sea Facebook, Amazon, Apple, Netflix y Google), y son ellas las que llevan al S&P500 a tocar niveles récords. Pero más de un 50% de los papeles del índice están por debajo de su media de 200 días, es decir, uno puede encontrar oportunidades en una gran cantidad de acciones que están lejos de sus máximos históricos”.

Ahora bien, como el S&P500 está en niveles máximos, no está exento a que pueda haber alguna corrección. Por lo cual, Bianchi aconseja apuntar más a las acciones de valor (empresas consolidadas que ofrecen retornos constantes y suelen pagar altos dividendos), que a las acciones de crecimiento (ofrecen retornos grandes en períodos cortos de tiempo y que, en consecuencia, su precio aumenta de forma pronunciada).

Dentro de las de valor, pondera a las empresas que pagan importantes dividendos. Menciona a la estadounidense AT&T, la compañía de telecomunicaciones más grande del mundo, que paga 9% de dividendos: “Es un papel del segmento de servicios públicos bastante estable; me parece una alternativa interesante”, remarca.

A su vez, destaca a dos brasileñas, que generan cash flow (flujo de caja) importantes, como la petrolera Petrobras, o la minera Vale. Desde Argentina, se pueden comprar los papeles de estas empresas a través de los Cedears (Certificados de Depósito Argentinos), instrumentos que representan a las acciones de las principales empresas del mundo y que se pueden adquirir en la bolsa porteña tanto en pesos como en dólares y con bajos montos. Además, su cotización está atada a la performance del dólar “contado con liqui”.

Bonos soberanos

Para el analista financiero Salvador Di Stefano, hoy lo mejor en términos de inversiones en activos argentinos en dólares es el bono Bonar 2038 (AE38D), que actualmente vale u$s 36 y paga dos cupones en dólares por año. “Me parece una gran inversión fundamentalmente porque hasta julio de 2023 paga un total de seis dólares con una inversión de 36, que equivale a una tasa cercana al 15%, es un buen número”, analiza.

Di Stefano considera que dos eventos le darán impulso a este bono: con un acuerdo de Argentina con el Fondo Monetario Internacional por la deuda y la expectativa de un cambio de gobierno en 2023 “ese bono debería estar valiendo de cara a las próximas elecciones presidenciales no menos de u$s60, con lo cual creo que es un título que puede ser muy ganador para aquellos que tienen dólares”.

En la misma línea, Abdala, de PPI, subraya que “quienes estén dispuestos a asumir pérdidas con miras a capturar un retorno elevado, la curva de bonos soberanos en dólares ofrece un punto de entrada atractivo, aun asumiendo una reestructuración agresiva de la deuda entre 2023 y 2024. En ese caso, los bonos de cláusulas viejas presentan algo más de protección (2038 y 2041)”.

Bonos corporativos

Por su parte, Di Stefano opina que otra alternativa para quienes tengan dólares son las Obligaciones Negociables (ON) de empresas argentinas, tanto estatales, por ejemplo, YPF, como aquellas que estén explotando Vaca Muerta, por ejemplo, Vista Oil & Gas, del ex titular de YPF, Miguel Galuccio. También pondera otras compañías ligadas al campo y a las propiedades, como Cresud y el grupo IRSA.

La diferencia entre las Obligaciones Negociables y los bonos soberanos es que las primeras pagan el impuesto de Bienes Personales, mientras que los segundos están exentos. De todos modos, las dos inversiones no pagan Impuesto a las Ganancias.

Criptomonedas

El 2021 fue un año histórico para las criptomonedas por varios hitos: un país (El Salvador) adoptó al Bitcoin como moneda de curso legal; empresas del sector empezaron a cotizar en Bolsa (Coinbase, plataforma de intercambio cripto); el metaverso dejó de ser un término de la ciencia ficción para convertirse en una realidad (Facebook cambió su nombre en noviembre para convertirse en Meta); se lanzaron varios fondos cotizados (ETF) de criptomonedas en Wall Street; la tecnología blockchain siguió captando el interés de grandes empresas multinacionales; bancos de Wall Street adoptaron Bitcoin (en marzo, Morgan Stanley se convirtió en la primera gran entidad financiera de EEUU en ofrecer a sus clientes exposición a la cripto (luego le siguieron Goldman Sachs, JPMorgan y Wells Fargo); China prohibió las criptomonedas, pero puso en marcha la moneda digital de su Banco Central (llamada en forma genérica CBDC) y otros países le siguieron; Bitcoin rozó los u$s70.000 en noviembre, y el mercado de criptomonedas alcanzó por primera vez en la historia una capitalización global de casi 3 billones de dólares.

La adopción de criptomonedas para el ahorro, la inversión y hasta el uso cotidiano en compras por parte de los argentinos viene creciendo en forma sostenida en los últimos años, al punto que hay más de 2 millones de cuentas abiertas en Proveedores de Servicios de Activos Virtuales (PSAV) locales, a lo que deben sumarse las operaciones procesadas en proveedores del exterior o entre pares (también conocidas como "P2P"), donde se cursan compras y ventas de criptoactivos.

Argentina pasó en 2021 a ocupar el noveno lugar en el ranking mundial de intensidad de adopción de criptomonedas, según de Chainalysis, especializado en el análisis de datos sobre usos y movimientos de criptomonedas en las redes públicas por las que circulan (blockchain).

Para aquellas personas que se inician en el mundo de las criptomonedas, se recomienda primero interiorizarse en educación financiera y criptoeconomía, dado que el ambiente cripto es muy dinámico y, por eso, es importante entender primero sus fundamentos para luego mantenerse actualizado.

Matías Alberti, Country Manager de Buenbit Argentina dijo a Data Clave que “si el usuario no es experto en el tema, y quiere empezar a invertir en el ecosistema cripto, es aconsejable que inicie con la cripto DAI”. Se trata de “una moneda que busca mantener la paridad con el dólar estadounidense y que ofrece otras ventajas frente al dólar: mejor tasa de interés; la posibilidad de ser transferido instantáneamente a cualquier parte del mundo; no estar atado a controles cambiarios y generar ingresos pasivos como un plazo fijo, pero con la ventaja de disponer de ese dinero en todo momento; operar las 24 horas los 7 días de la semana; y la posibilidad de realizar transferencias a cualquier parte del mundo con tarifas minúsculas, una cualidad muy apreciada por quienes, por ejemplo, envían remesas a otros países o empresas que giran dinero a sus casas matrices”.

Para aquellos usuarios con menor aversión al riesgo, Alberti señala que “pueden optar por invertir en activos volátiles como Bitcoin o cualquiera de las otras criptomonedas. Asimismo, para todos los usuarios y de acuerdo con los manuales de economía y la sabiduría popular “no poner todos los huevos en una misma canasta” sugiere apuntar a la “diversificación de sus portafolios de inversión, de modo que queden cubiertos ante distintos escenarios potencialmente adversos con activos variados”.

Rendimientos por DAI, Bitcoin y Ethereum

Cada vez que un usuario de Buenbit compra Bitcoin, Ethereum y DAI a su cuenta, estas comienzan a generar rendimientos de manera automática cada 24 horas a través del uso de protocolos DeFi (Finanzas Descentralizadas). “DAI ofrece cerca de un 18% de rendimiento anual, mientras que los rendimientos generados por Bitcoin y por Ethereum son de un 2,8 % y 3,4 %, respectivamente, pero, actualmente, tenemos una promo navideña, hasta el 15 de enero, con la que vamos a ofrecer 10% anual en Bitcoin y Ethereum”, finaliza el Country Manager de Buenbit Argentina.

Vale remarcar que a Buenbit se pueden transferir pesos o dólares desde una cuenta a nombre del usuario (CBU o CVU), y se pueden retirar pesos o dólares a una cuenta personal las 24 horas los 7 días de la semana.