La aplicación del “dólar soja” funcionó como un adelanto en la venta de granos que no ingresará más adelante. Un ejemplo es que la liquidación cayó durante noviembre 17% respecto al año pasado, números que hicieron al Gobierno repetir el incentivo exportador en vistas de la poca oferta de dólares y el rebrote de las tensiones cambiarias. A pesar de que se alcanzó la mayor liquidación de la historia, el Banco Central sufre escasez de reservas.

La Cámara de la Industria Aceitera de la  República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), entidades  que representan el 48 % de las exportaciones argentinas, anunciaron hoy que durante  el último mes las empresas del sector liquidaron la suma de US$ 1.697 millones; representando un 17% menos que el mismo mes del año anterior y un 14% superior al mes de octubre de 2022.

“El ingreso de divisas del mes de noviembre es el reflejo de un mercado de granos afectado por la fuerte sequía y la falta de oferta estable debido a condiciones macroeconómicas”, sostuvieron CIARA y CEC. El monto liquidado desde el 2 de enero de este año asciende a US$ 36.731 millones, lo que implicó el mejor año del que se lleva registro, en el marco de precios internacionales que acompañaron luego del estallido de la guerra en Ucrania.

A pesar de ese ingreso de dólares al país, el BCRA continúa con la sangría de reservas en lo que se espera será un verano complejo en esa materia. Las mismas terminaron noviembre con ventas por US$ 650 millones que fue la segunda peor performance del año después de julio cuando la merma superó los US$1.200 millones. 

En este marco, los primeros días del nuevo “dólar soja” a $230 no arrojaron los resultados esperados: el lunes la liquidación fue superior a los US$ 200 millones mientras que el miércoles tocó los US$ 84 millones y ayer los US$100 millones. El objetivo que se propuso el Ministerio de Economía es el ingreso de al menos US$ 3.000 millones hasta el 30 de diciembre cuando finalice la reapertura del Programa de Incentivo Exportador, que durante septiembre aportó en términos netos para el BCRA casi US$ 5.000 millones.

En ese sentido, la consulta Invecq resaltó: “Tras el “dólar soja 1.0” las liquidaciones se redujeron prácticamente a la mitad de las observadas en octubre y noviembre del 2021 (US$ 112 millones promedio diarios). Así, el dólar soja generó los incentivos esperados: un adelantamiento de liquidaciones futuras y, a posteriori, un corrimiento prácticamente total de la oferta”.

Finalmente, el clima no le juega a favor al Gobierno. “Los cultivos de trigo, maíz y soja entre diciembre 2022 y agosto 2023 podrían aportar a la economía argentina unos 9.000 millones de dólares menos en comparación con la última campaña”, concluyó Invecq.